domingo, 14 de marzo de 2010

Una biografía de San Josemaría Escrivá para niños

Paulina Monckeberg autora, ilustradora y creadora de “ Vida y venturas de un borrico de noria... y su relojerico”, cuenta c omo nació el libro. Diseñadora gráfica publicitaria de la Universidad de Chile, dibuja desde los ocho años. Nunca pensó en dedicarse al diseño porque dibujar lo consideraba un hobbie, pero poco a poco descubrió que ahí estaba su vocación.

Cuando se enteró de que en España estaban preparando una biografía de san Josemaría Escrivá para niños, se entusiasmó y se atrevió a preguntar si necesitarían una ilustradora. A vuelta de correo, esta artista que escribe e ilustra cuentos y agendas juveniles, recibió una respuesta que parecía un desafío: le proponían a ella no sólo ilustrar sino escribir una nueva biografía del fundador del Opus Dei.

“Ahí me dí cuenta que aquel libro ya estaba prácticamente listo y que me proponían escribir otro, recuerda Paulina. Nunca me había planteado la idea de escribir una biografía, por eso pensé pedirle a otra persona que se encargara del texto mientras yo hacía las ilustraciones. Pero finalmente, me dí cuenta que yo misma tenía que hacer ambas cosas. Así comencé a trabajar en La Vida y aventuras de un borrico de noria…y su relojerico. El título nació porque san Josemaría se refería a sí mismo como un “borrico de noria” y “relojerico” es el apelativo cariñoso que usaba para su Ángel de la Guarda, que muchas veces lo despertaba en las mañanas cuando se le descomponía su viejo reloj y no tenía dinero para comprar uno nuevo”.

Por un conejillo de indias
Cuando Paulina le mandó a su editor los primeros diez capítulos, éste le advirtió que el libro estaba demasiado largo.

“Pensé acortarlo, llegando sólo hasta 1928, año de la fundación del Opus Dei. Pero el hijo de una amiga, que actuaba como conejillo de indias con la lectura del libro, me pidió por favor que contara sobre la guerra civil española. ¡Si incluía la guerra, tendría que contar la historia completa! Pero comprendí que era un tema que apasionaba a los chicos.”

“Siempre he pensado que si se escribe para niños, hay que mostrar la realidad desde su perspectiva, asegura Paulina. Por eso, incluí escenas que ponen de manifiesto tanto la dimensión natural como sobrenatural de la vida, aunque no se puedan comprobar en los hechos documentados. Por ejemplo, muestro que la Virgen sabía que vendría la guerra civil y que el Fundador saldría ileso.”


Documentación
Durante dos años, Paulina se dedicó exclusivamente a la investigación.

“Encontré mucho material en las películas que se grabaron de los viajes de San Josemaría a América, porque en las tertulias abrió su alma y recordó episodios de su infancia que nadie había oído antes. Al contestar las preguntas del público, iba contando sus anécdotas de niño, como que no le gustaba comer pimentones. Las historias del libro son todas verídicas; la única licencia literaria que me tomé fue agregar escenas que aparecen en algunos puntos de Camino, usándolas como si hubieran sido vividas por San Josemaría. Creo que es muy probable que él se inspirara en sus propias experiencias infantiles al escribir esos puntos de Camino. Por ejemplo, el juego del niño con su padre: pon ese ahí y ese otro allá y al final…¡un castillo!”

El cariño y el dolor
Las ilustraciones del libro muestran un estilo de trabajo centrado en el detalle. Aprovechando fotografías antiguas heredadas de familia, la autora buscó información sobre la época, la forma de vestir y adornar las casas.

“La madre de San Josemaría debió ser muy cuidadosa con los detalles, asegura Paulina, porque el cálido ambiente de las casas de la Obra refleja lo que ella transmitió a su hijo. Por eso puse en las ilustraciones pequeñas muestras de cariño, como las fotos enmarcadas que aparecen en paredes y mesas de noche, todas auténticas fotografías de la familia Escrivá, cuando San Josemaría era niño.”

El libro incluye las escenas dolorosas de la infancia de San Josemaría, como la muerte de tres de sus hermanas, y en particular la de Chon , que le seguía en edad y con la que era muy cercano.

“Durante mi infancia, viví las muertes de una hermana y de una compañera de curso”, cuenta Paulina. “Por eso no me dio miedo presentar esos episodios tristes que también forman parte de la vida de los niños e influyen fuertemente en la formación de su carácter. Traté de reflejar el impacto de ese dolor en la vida de San Josemaría.”

Texto e ilustraciones: Paulina Mönckeberg
Colección Libros Ilustrados
Editorial Palabra
Vida de San Josemaría Escrivá de Balaguer

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