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viernes, 5 de octubre de 2012

“El amor puro es capaz de grandes empresas" - Santa Faustina Kowalska

“El amor puro es capaz de grandes empresas y no lo destruyen ni las dificultades ni las contrariedades, si el amor es fuerte a pesar de grandes dificultades, también es perseverante en la vida cotidiana, gris, monótona. Sabe que para agradar a Dios, una cosa es necesaria, es decir hacer las cosas más pequeñas con gran amor, amor y siempre amor.” 

Santa Faustina Kowalska

Santa Faustina Kowalska - 5 de octubre


Para conocer su hagiografía clickear sobre la imagen.

domingo, 12 de agosto de 2012

Evangelio del día 12 de agosto de 2012


Evangelio según San Juan 6,41-51. Decimonoveno Domingo del tiempo ordinario


Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: "Yo soy el pan bajado del cielo". Y decían: "¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: 'Yo he bajado del cielo'?"
Jesús tomó la palabra y les dijo: "No murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre.
Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".

Comentario:



“Quien coma de este pan, vivirá eternamente” - Santa Faustina Kowalska



Oh Jesús, deleite de mi alma, Pan de los ángeles, (Sal. 77,25),
Todo mi ser se sumerge en Ti
Y vivo de Tu vida divina, como los elegidos en el cielo,
Y la autenticidad de esta vida no cesará aunque descanse en la tumba.

Oh Jesús, Eucaristía, Dios inmortal,
Que permaneces continuamente en mi corazón,
Y cuando estás conmigo, ni siquiera la muerte puede dañarme.
El amor me dice que Te veré al final de la vida.

Rebosada de Tu vida divina,
Miro tranquila hacia los cielos abiertos para mí,
Y la muerte avergonzada se irá con nada,
Porque Tu vida divina está encerrada en mi alma.

Y aunque por tu santa voluntad, oh Señor,
La muerte ha de tocar mi cuerpo,
Deseo que esta separación suceda cuanto antes,
Ya que con ella entraré en la vida eterna.

Oh Jesús, Eucaristía, vida de mi alma,
Tú me has elevado a las esferas eternas,
Por la Pasión y la agonía entre atroces tormentos.


Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa. Diario, nº 1393 (Editorial Padres Marianos, 4ª edic. autorizada Stockbridge, Massachussets 2001)

domingo, 27 de mayo de 2012

“Oh, no temo nada" - Santa Faustina Kowalska


“Oh, no temo nada; si manda al alma grandes tribulaciones, la sostiene con una gracia aún mayor, aunque no la notamos para nada. Un solo acto de confianza en tal momento da más gloria a Dios que muchas horas pasadas en el gozo de consolaciones durante la oración.”

Santa Faustina Kowalska
Diario 7

martes, 22 de mayo de 2012

“El verdadero amor a Dios" - Santa Faustina Kowalska


“El verdadero amor a Dios consiste en cumplir la voluntad de Dios. Para demostrar a Dios el amor en la práctica, es necesario que todas nuestras acciones, aún las más pequeñas, deriven del amor hacia Dios.”


Santa Faustina Kowalska
(Diario 279)

lunes, 23 de abril de 2012

Evangelio del día 23 de abril de 2012


Evangelio según San Juan 6,22-29. Lunes de la tercera semana de Pascua

Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos.
Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias.
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste?".

Jesús les respondió: "Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.
Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello".
Ellos le preguntaron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?".
Jesús les respondió: "La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado".


Comentario:



«La voluntad de Dios, es que creáis en aquel que ha enviado» - Santa Faustina Kowalska


Me inclino delante de ti, Pan de ángeles (Sal. 78,25),
Con fe profunda, esperanza, amor,
y desde lo más profundo de mi alma, te adoro
aunque yo no sea nada.
Me inclino delante de ti, Dios escondido,
Y de todo corazón, te amo.
el velo del misterio no me molesta;
te quiero como los elegidos del cielo.
Me inclino delante de ti, Cordero de Dios,
que borras los pecados de mi alma,
al que recibo en mi corazón, cada mañana,
y me ayudas en mi salvación.


Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa. Pequeño Diario, § 1323

miércoles, 18 de abril de 2012

La influencia de la gracia - Santa Faustina Kowalska


“Cuando un alma ama sinceramente a Dios, no debe temer nada en su vida espiritual. Que se someta a la influencia de la gracia y que no ponga límites a la unión con el Señor.”


Santa Faustina Kowalska

viernes, 11 de noviembre de 2011

Evangelio del día 11 de noviembre de 2011


Evangelio según San Lucas 17,26-37. Viernes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario


En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos.
Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos.
Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada".

Entonces le preguntaron: "¿Dónde sucederá esto, Señor?". Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres".


Comentario:


«Quien pierda su vida, la salvará» - Santa Faustina Kowalska



Oh día eterno, día deseado,
te espero con anhelo e impaciencia,
ya dentro de poco el amor soltará el velo,
y tú te volverás mi salvación.

Oh día espléndido, momento incomparable,
en que veré por primera vez a mi Dios,
Esposo de mi alma y Señor de los señores,
siento que el temor no abrazará mi alma.

Oh día solemnísimo, día resplandeciente,
en que el alma conocerá a Dios en su poder,
y se sumergirá entera en nuestro amor,
y conocerá que han pasado las miserias del destierro.

Oh día feliz, día bendito,
en que mi corazón se incendiará de amor eterno hacia Ti,
porque ya ahora Te siento, aunque a través del velo,
tú, Oh Jesús, en la vida y en la muerte eres mi éxtasis y encanto.

Oh día que espero durante toda mi vida.
Y te espero a Ti, oh Dios,
ya que deseo solamente a Ti,
sólo Tú estas en mi corazón y lo demás es nada.

Oh día de delicias, de eternas dulzuras,
Oh Dios de gran Majestad, Esposo mío,
Tú sabes que nadie satisface el corazón de una virgen,
apoyo mi sien sobre tu dulce Corazón.


Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa. Diario, § 1230

jueves, 20 de octubre de 2011

Evangelio del día 20 de octubre de 2011


Evangelio según San Lucas 12,49-53. Jueves de la XXIX Semana del Tiempo Ordinario


Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.
De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres:
el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".




Comentario:

«Prender fuego en la tierra»: el don del Espíritu Santo (Hch. 2,3)- Santa Faustina Kowalska



Oh Espíritu de Dios, Espíritu de verdad y de luz,
vive en mi alma constantemente con Tu gracia divina.
Que Tu soplo disipe las tinieblas,
y que las buenas obras se multipliquen en tu luz.

Espíritu de Dios, Espíritu de amor y de misericordia,
que infundes en mi corazón el bálsamo de confianza,
tu gracia afirma mi alma en el bien,
dándole la fuerza irresistible, la perseverancia.

Oh Espíritu de Dios, Espíritu de paz y de alegría,
que confortas mi corazón sediento
Y viertes en él la fuente viva del amor de Dios,
y lo haces impávido para la batalla.

Oh Espíritu de Dios, huésped amabilísimo de mi alma,
por mi parte deseo ser fiel a Ti.
Tanto en los días de alegría como en los tormentos,
deseo siempre vivir en Tu presencia, oh Espíritu de Dios.

Oh Espíritu de Dios que penetras mi ser en su totalidad,
y me das a conocer Tu vida divina, trina,
y me confías los secretos de Tu esencia divina,
y unida a Ti de este modo, viviré por la eternidad.


Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa. Diario, Segundo Cuaderno, 1411

miércoles, 5 de octubre de 2011

Santa Faustina Kowalska - 5 de octubre


Para conocer su hagiografía clickear sobre la imagen.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Oración de acción de gracias - Santa Faustina Kowalska


Oh Jesús, Dios eterno,
te doy gracias
por tus innumerable
gracias y bendiciones.
Que cada latido de mi corazón
sea un himno nuevo de agradecimiento a ti,
OH Dios.
Que cada gota de mi sangre
circule para ti, Señor.
Mi alma es todo un himno
de adoración a tu misericordia.
Te amo, Dios, por ti mismo.


Santa Faustina Kowalska (1794)

miércoles, 6 de octubre de 2010

Santa Faustina Kowalska y la Eucaristía



En diversas partes de su Diario, Santa Faustina aborda el tema de la Santa Eucaristía.

En su diaria comunión ella encontró fortaleza, inspiración y conocimiento de las cosas del cielo, así como una “fuerza transformadora” que la conduciría a la santidad. En sus propias palabras: “Todo lo bueno que hay en mí es gracias a la Santa Comunión, le debo todo”, asimismo declararía la Santa Comunión como “el momento más solemne de mi vida”.

Resulta aleccionador (y enternecedor a la vez) apreciar la bellísima humildad de la Santa ante la Eucaristía:

“Hoy mi alma se prepara para la Santa Comunión como para un banquete de bodas en que todos los participantes lucen una belleza inexpresable. Y yo también estoy invitada a este banquete, pero no veo en mí esta belleza, sino un abismo de miseria. Y aunque no me siento digna de sentarme a la mesa, sin embargo me deslizaré por debajo de la mesa, y a los pies de Jesús mendigaré al menos las migas que caigan debajo de la mesa. Conociendo Tu misericordia me acerco a Ti, Jesús, porque antes faltará mi miseria que se agote la piedad de Tu Corazón”.

Resulta asimismo de extrema importancia el llamado de Jesús:

“Quiero decirte, sin embargo, que la vida eterna debe iniciarse ya aquí en la tierra a través de la Santa Comunión. Cada Santa Comunión te hace más capaz para la comunión con Dios por toda la eternidad”.

Los momentos más solemnes de su vida:


1804 El momento más solemne de mi vida es cuando recibo la Santa Comunión. Anhelo cada Santa Comunión y agradezco a la Santísima Trinidad por cada Santa Comunión.

Si los ángeles pudieran envidiar, nos envidiarían dos cosas: primero, la Santa Comunión y segundo, el sufrimiento.


Su fuente de santidad, fortaleza, y conocimiento celestial:

1392 Todo lo bueno que hay en mí es gracias a la Santa Comunión, le debo todo. Siento que este sagrado fuego me ha transformado totalmente. Oh, cuánto me alegro de ser Tu morada, oh Señor; mi corazón es un templo en que permaneces continuamente...

1404 Oh Jesús oculto, en Ti está toda mi fuerza. Ya en los años más tempranos, Jesús en el Santísimo Sacramento me ha atraído hacia Sí. A los siete años, cuando estaba en las vísperas y el Señor Jesús estaba expuesto en la custodia, entonces, por primera vez se me comunicó el amor de Dios y llenó mi pequeño corazón y el Señor me hizo comprender las cosas divinas; a partir de aquel día hasta hoy mi amor al Dios oculto ha crecido hasta alcanzar la más estrecha intimidad. Todo el poder de mi alma procede del Santísimo Sacramento. Todos los momentos libres los paso conversando con Él; Él es mi Maestro.

1819 Al recibir la Santa Comunión, tuve un conocimiento más profundo del Padre celestial y de su paternidad para con las almas.

Hoy vivo de la adoración de la Santísima Trinidad. Agradezco a Dios por haberse dignado adoptarnos, por medio de la gracia, como a sus hijos.

840 23 de diciembre de 1936. Vivo este tiempo con la Santísima Virgen y me preparo a este solemne momento de la venida de Jesús. La Santísima Virgen me enseña sobre la vida interior del alma con Jesús, especialmente en la Santa Comunión. Solamente en la eternidad conoceremos qué gran misterio realiza en nosotros la Santa Comunión. ¡Oh los momentos más preciosos de mi vida!

1037 Me veo tan débil que si no tuviera la Santa Comunión, caería continuamente; una sola cosa me sostiene y es la Santa Comunión. De ella tomo fuerza, en ella está mi fortaleza. Temo la vida si algún día no recibo la Santa Comunión. Tengo miedo de mí misma. Jesús oculto en la Hostia es todo para mí. Del tabernáculo tomo fuerza, poder, valor, luz; es aquí donde busco alivio en los momentos de tormento. No sabría como glorificar a Dios si no tuviera la Eucaristía en mi corazón.

1826 (...) Cuando mis fuerzas empiecen a disminuir, entonces la Santa Comunión me sostendrá y fortalecerá. De verdad, temo el día en que no reciba la Santa Comunión. Mi alma recibe una fuerza admirable de la Santa Comunión.

¡Oh Hostia viva, luz de mi alma!

223 Oh Hostia Viva, mi única Fortaleza, Fuente de Amor y de Misericordia, abraza al mundo entero, fortifica a las almas débiles. Oh, bendito sea el instante y el momento en que Jesús nos dejó su misericordiosísimo Corazón.

814 Hoy he estado solamente en la Santa Comunión y un poco más en la Santa Misa. Toda mi fuerza está en Ti, Pan vivo. Me sería difícil vivir un día sin recibir la Santa Comunión. Él es mi escudo; sin Ti, Jesús, no sé vivir.

1233 Oh Hostia santa, fuente de la dulzura divina,

Tu das fortaleza a mi alma,

Tú que eres omnipotente y Te encarnaste de la Virgen

Vienes oculto a mi corazón

Y no Te alcanza el poder de mis sentidos.


Su perseverancia en la recepción de la Santa Comunión:

105 Sin embargo, en todos estos sufrimientos y combates no abandoné la Santa Comunión. Cuando me parecía que no debía recibirla, entonces iba a ver a la Maestra y le decía que no podía ir a la Santa Comunión, que me parecía que no debía recibirla. Sin embargo ella no me permitía abandonar la Santa Comunión; y yo iba a recibirla, y me daba cuenta de que sólo la obediencia me había salvado. ...

La ocasión en que la Santa Comunión le fue impartida por un ángel:


1675 – 1676 (...) Por la noche vino la hermana que me iba a asistir. “Mañana usted, hermana, no tendrá al Señor Jesús porque está muy cansada y luego veremos como será”. Eso me dolió muchísimo, pero contesté con gran calma: “Está bien”. Abandonándome completamente al Señor traté de dormir. Por la mañana hice la meditación y me preparé para la Santa Comunión, aunque no iba a recibir al Señor Jesús. Cuando mi anhelo y mi amor llegaron al punto culminante, de repente, junto a mi cama vi a un Serafín que me dio la Santa Comunión diciendo estas palabras: "He aquí el Señor de los ángeles". Cuando recibí al Señor, mi espíritu se sumergió en el amor de Dios y en el asombro. Eso se repitió durante 13 días, sin tener yo la certeza de que al día siguiente me la trajera, pero abandonándome a Dios, tenía confianza en su bondad; sin embargo ni siquiera me atrevía pensar si al día siguiente recibiría la Santa Comunión de este modo. (...) El cáliz era de cristal, cubierto de un velo transparente. Apenas me dio al Señor, desapareció.


Jesús Sacramentado como su Patrono anual:

360 A Jesús le agrada participar en los más pequeños detalles de nuestra vida y a veces cumple mis deseos secretos, aquellos que más de una vez le oculto a Él mismo, aunque sé que para Él no puede haber nada secreto.

El día de Año Nuevo hay entre nosotras la costumbre de sacar por suerte el patrono particular para todo el año. Por la mañana, durante la meditación, se despertó en mí uno de estos deseos secretos: aquél que Jesús Eucarístico fuera mi patrono particular también para ese año, como anteriormente. Sin embargo, ocultando a mi Dilecto ese deseo, hablé con Él de todo excepto de aquello que deseaba tenerlo como patrono. Al venir al refectorio a desayunar, después de hacer la señal de la cruz, empezó el sorteo de los patronos, tomé una, sin reflexionar, sin leer enseguida; quise mortificarme algunos minutos. De repente oí una voz en el alma: "Soy tu patrono, lee". En aquel mismo momento miré la inscripción y leí: “Patrono para el año 1935, la Santísima Eucaristía”. Mi corazón se estremeció de alegría y me alejé secretamente del grupo de las hermanas y fui delante del Santísimo Sacramento, al menos por un breve instante y allí me desahogué de los sentimientos de mi corazón. Sin embargo, Jesús me llamó dulcemente la atención de que estuviera en aquel momento junto con otras hermanas; fui inmediatamente, ateniéndome a la regla.


Su humildad ante la Sagrada Eucaristía:


1827 Hoy mi alma se prepara para la Santa Comunión como para un banquete de bodas en que todos los participantes lucen una belleza inexpresable. Y yo también estoy invitada a este banquete, pero no veo en mí esta belleza, sino un abismo de miseria. Y aunque no me siento digna de sentarme a la mesa, sin embargo me deslizaré por debajo de la mesa, y a los pies de Jesús mendigaré al menos las migas que caigan debajo de la mesa. Conociendo Tu misericordia me acerco a Ti, Jesús, porque antes faltará mi miseria que se agote la piedad de Tu Corazón.

martes, 5 de octubre de 2010

La Oración según Santa Faustina Kowalska



"A través de la oración el alma se arma para enfrentar cualquier batalla. En cualquier condición en que se encuentre un alma, debe orar. Tiene que rezar el alma pura y bella, porque de lo contrario perdería su belleza; tiene que implorar el alma que tiende a la pureza, porque de lo contrario no la alcanzaría; tiene que suplicar el alma recién convertida, porque de lo contrario caería nuevamente; tiene que orar el alma pecadora, sumergida en los pecados, para poder levantarse y no hay alma que no tenga el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración" (Diario, 146).

"... El alma debe ser fiel a la oración, a pesar de las tribulaciones y la aridez y las tentaciones, porque de tal plegaria en gran medida depende a veces la realización de los grandes proyectos de Dios; y si no perseveramos en tal plegaria, ponemos impedimentos a lo que Dios quiere hacer a través de nosotros o en nosotros. Que cada alma recuerde estas palabras: Y encontrándose en una situación difícil, rogaba más tiempo" . (Diario, 872).

"La paciencia, la oración y el silencio refuerzan al alma. Hay momentos en los cuales el alma debe callar y no conviene que hable con las criaturas; aquellos son los momentos de insatisfacción de sí misma (...) En tales momentos vivo exclusivamente de la fe..." (Diario, 944).

"El silencio es una espada en la lucha espiritual; (...) El alma silenciosa es capaz de la más profunda unión con Dios; vive casi siempre bajo la inspiración del Espíritu Santo. En el alma silenciosa Dios obra sin obstáculos" (Diario, 477).

"Debemos rogar frecuentemente al Espíritu Santo por la gracia de la prudencia. La prudencia se compone de: la reflexión, la consideración razonable y el propósito firme. La decisión final siempre nos pertenece a nosotros" (Diario, 1106).

"El Señor Mismo me impulsa a escribir oraciones e himnos sobre su misericordia..." (Diario, 1593).

"Deseo que conozcas más profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas y tú comprenderás esto cuando medites Mi Pasión. Apela a Mi misericordia para los pecadores, deseo su salvación. Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión. Esta oración es la siguiente: Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesúscomo una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío" (Diario, 187).

Ser razonable y el propósito firme. La decisión final siempre nos pertenece a nosotros" (Diario, 1106)

Santa Faustina Kowalska - 5 de octubre



Santa Faustina nació en Polonia el 25 de agosto de 1905. Su nombre de bautismo era Elena Kowalska. Sus padres la criaron con mucha disciplina y fueron gran ejemplo de vida espiritual. A la edad de siete años la pequeña Helena escuchó la llamada del Señor en su alma invitándola a una vida más perfecta. Cuando recibió su primera Comunión, a los nueve años de edad, experimentó una fusión intima con Jesús Eucarístico. Desde entonces, fueron los momentos más solemnes los que pasaba en adoración y cuando recibía la Santa Comunión.

La educación que tuvo Santa Faustina fue corta, menos de dos años escolares. Sin embargo toda su vida fue profundamente influenciada por visiones y locuciones internas de Jesucristo. Desde muy joven sintió la llamada a la vocación religiosa, pero al tener la oposición de sus padres empezó a llevar una vida secular, tratando de acomodarse a las cosas del mundo. A la edad de dieciocho años tuvo una experiencia que marcó su vida. Fue invitada a una fiesta junto con su hermana Josefina. Mientras bailaba tuvo una visión de Jesús quién, cubierto de heridas y con sus vestiduras rasgadas, se dirigió a ella con estas palabras: "¿Cuánto tiempo hace que te estoy esperando y tu siempre me pones a un lado?". Al oír estas palabras no pudo seguir bailando y lo disimuló con un dolor de cabeza. Se dirigió a la Iglesia de San Stanislau Kostka a postrarse ante el altar. Estando en oración escuchó estas palabras: "Ve a Varsovia, allí entrarás en el convento". Al día siguiente se despidió de sus tíos, con quienes vivía en ese entonces, y con mucha determinación se dirigió a Varsovia dejando todo atrás, únicamente llevaba lo que tenía puesto. Pidió a la Santísima Virgen que la guiara y le dejara saber donde dirigirse. Así llegó a la Iglesia de Santiago en las afueras de Varsovia y, al finalizar las misas, habló con un sacerdote que la envió donde la Sra. Lipzye, una señora muy católica, y se hospedó con ella. Durante su estadía con la familia Lipzye visitó varios conventos pero todas las puertas le fueron cerradas. Pidiéndole al Señor que no la dejara sola, buscaba una respuesta a su oración, pero el Señor quería enseñarle que El siempre responde a nuestras oraciones solo en su tiempo, no en el nuestro.

Santa Faustina se dirigió a las puertas del convento de Las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, donde la Madre general la interrogó. Madre Micaela le dijo que fuera a preguntarle al Señor de la casa si El la aceptaba. Santa Faustina se dirigió a la Capilla y le preguntó al Señor si la aceptaba y escuchó en su corazón: "Yo te acepto; tu estas en mi Corazón". Ella se dirigió donde la Madre General y le dijo lo que había oído, la Madre repuso , "si el Señor te acepta yo también te acepto, esta es tu casa".



Alma Víctima

Durante su tercer año de noviciado le fue revelado lo que era ser Alma Víctima. Anota ella en su diario: "El sufrir es una gracia grande; a través del sufrimiento el alma se hace como la del Salvador; en el sufrimiento el amor se cristaliza, mientras más grande el sufrimiento más puro el amor". (57)

Durante una hora particular de adoración, Dios le reveló a Santa Faustina todo lo que ella tendría que sufrir: falsas acusaciones, la pérdida del buen nombre, y mucho más. Cuando la visión terminó, un sudor frío baño su frente. Jesús le hizo saber que aun cuando ella no diere su consentimiento a esto, ella se salvaría y El no disminuiría Sus gracias y seguiría manteniendo una relación íntima con ella. La generosidad de Dios no disminuiría para nada. Consciente que todo el misterio dependía de ella, consintió libremente al sacrificio en completo uso de sus facultades. Luego escribió lo siguiente en su diario: "De repente, cuando había consentido hacer el sacrificio con todo mi corazón y todo mi entendimiento; la presencia de Dios me cubrió, me parecía que me moría de amor a la vista de su mirada."

Durante la Cuaresma de ese mismo año, 1933, experimentó en su propio cuerpo y corazón la Pasión del Señor, recibiendo invisiblemente las estigmas. Únicamente su confesor lo conoció. Ella lo narra así: "Un día durante la oración, vi una gran luz y de esta luz salían rayos que me envolvían completamente. De pronto sentí un dolor muy agudo en mis manos, en mis pies, y en mi costado, y sentí el dolor de la corona de espinas, pero esto fue sólo por un tiempo bien corto"

Tiempo mas tarde, cuando Santa Faustina se enfermó de Tuberculosis experimentó nuevamente los sufrimientos de la Pasión del Señor repitiéndose todos los Viernes y algunas veces cuando se encontraba con un alma que no estaba en estado de gracia. Aunque esto no era muy frecuente; los sufrimientos duraban poco, pero eran dolorosos, y no los hubiera soportado sin una gracia especial de Dios.

Después de haber pasado por la escuela del sufrimiento durante gran parte de su vida, y de su larga enfermedad de tuberculosis, murió el cinco de octubre de 1938, su funeral tuvo lugar dos días mas tarde, en la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario que aquel año fue primer viernes de mes.



Apóstol de la Misericordia

En la biografía de Santa Faustina se cuenta, que el Señor le recordaba frecuentemente Su deseo que se establezca la Fiesta de la Divina Misericordia. Ella ofreció una novena por esta intención y el 23 de marzo de 1937, martes de Semana Santa, el séptimo día de la novena Santa Faustina tuvo la siguiente visión: "De pronto la presencia de Dios me invadió e inmediatamente me vi en Roma, en la capilla del Santo Padre y al mismo tiempo estaba en nuestra capilla...Yo tomé parte en la solemne celebración, simultáneamente aquí y en Roma...Vi al Señor Jesús en nuestra capilla, expuesto en el Sacramento de la Eucaristía en el altar mayor. La capilla estaba adornada como para una fiesta, y ese día todo el que quisiera, podía entrar. La multitud era tan grande que la vista no podía alcanzarla toda. Todos estaban participando en las celebraciones con gran júbilo, y muchos de ellos obtuvieron lo que deseaban. La misma celebración tuvo lugar en Roma, en una hermosa Iglesia, y el Santo Padre, con todo el clero, estaban celebrando esta Fiesta, y entonces súbitamente yo vi a San Pedro, que estaba de pie entre el altar y el Santo Padre...Entonces de repente vi como los dos rayos, como están pintados en la imagen, brotaron de la hostia y se extendieron sobre todo el mundo. Esto duró sólo un momento, pero pareció como si hubiese durado todo el día, y nuestra capilla estuvo repleta todo el día, y todo el día abundó en júbilo. Luego, vi en nuestro altar, al Señor Jesús vivo, tal como luce en la imagen. Luego, en un instante me encontré de pie cerca de Jesús, y me paré en el altar junto al Señor Jesús, y mi espíritu estuvo lleno de una felicidad tan grande...Jesús se inclinó hacia mí y dijo con gran bondad, ‘¿Cuál es tu deseo Hija mía’ Y yo contesté, ‘Deseo que toda adoración y gloria sean dadas a Tu Misericordia’. ‘Yo ya estoy recibiendo adoración y gloria por la congregación y la celebración de esta Fiesta: ¿Qué más deseas?’ Entonces yo miré a la inmensa multitud que adoraba la Divina Misericordia y le dije a Jesús, ‘Jesús, bendice a todos aquellos que están reunidos para darte gloria y venerar Tu infinita misericordia’. Jesús hizo la señal de la cruz con su mano y esta bendición fue reflejada en las almas como un rayo de luz"(1044-1049). Muchos ven esta visión en respecto a la canonización de Santa Faustina. Jesús le mostraba a su apóstol los frutos de su trabajos y sufrimientos.

En 1997 el Papa Juan Pablo II hizo una peregrinación a la tumba de la Beata Santa Faustina en Polonia, le llamó "Gran apóstol de la Misericordia en nuestros días". El Papa dijo en su tumba "El mensaje de la Divina Misericordia siempre ha estado cerca de mi como algo muy querido..., en cierto sentido forma una imagen de mi Pontificado."

Santa Faustina fue canonizada el 30 de abril del 2000, siendo la primera canonización del año jubilar.



Del Diario de Santa Faustina

En el momento en que el obispo me puso el anillo, Dios penetró todo mi ser...Desde los votos perpetuos mi relación con Dios se hizo mas estrecha que nunca. Siento que amo a Dios y siento también que El me ama. Mi alma, habiendo conocido a Dios, no sabría vivir sin El. -Diario 254

Oh Jesús mío, Tu sabes que desde los años mas tempranos deseaba ser una gran santa, es decir, deseaba amarte con un amor tan grande como ninguna alma Te amó hasta ahora -Diario 1372

Ni gracias, ni revelaciones, ni éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hace perfecta, sino la comunión interior de mi alma con Dios. Estos dones son solamente un adorno del alma, pero no constituyen ni la sustancia ni la perfección. -Diario 1107

viernes, 13 de agosto de 2010

Ayúdame, Señor - Santa Faustina Kowalska


Deseo transformarme toda entera en tu misericordia y ser así un reflejo de ti, oh Señor; que el más grande de tus atributos divinos, tu insondable misericordia, pase a través de mi alma y mi corazón hasta el prójimo.Ayúdame, Señor, a fin que mis ojos sean misericordiosos, para que no sospeche jamás ni juzgue según las apariencias exteriores, sino que sepa ver la belleza en el alma de mi prójimo y le ayude. Ayúdame, Señor, a que mis oídos sean misericordiosos y me interese por las necesidades de mi prójimo y no me quede indiferente ante sus dolores y sus quejas. Ayúdame, Señor, para que mi lengua sea misericordiosa a fin que jamás diga mal de mi prójimo, sino que tenga para cada uno una palabra de consuelo y de perdón. Ayúdame, Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas acciones para que sepa hacer el bien a mi prójimo y sepa escoger para mí los trabajos más pesados y más desagradables. Ayúdame, Señor, para que mis pies sean misericordiosos, para que me apresure a socorrer a mi prójimo dominando mi propia fatiga y mi pereza. Que mi verdadero descanso sea servir a mi prójimo. Ayúdame, Señor, a que micorazón sea misericordioso y así sienta en mí todos los sufrimientos de mi prójimo. Mi corazón no rechazará a nadie. Iré frecuentemente a encontrar a los que, incluso sé que van a abusar de mi bondad, y yo me encerraré en el Corazón misericordioso de Jesús. Callaré mis propios sufrimientos. Que tu misericordia descanse en mí, Señor mío. Tú me ordenas que me ejercite en los tres grados de la misericordia; el primero, el acto misericordioso, cualquiera que sea; el segundo, lapalabra misericordiosa –si no puedo ayudar con actos, ayudaré con la palabra; el tercero, la oración. Si no puedo ser testimonio de la misericordia ni con actos ni con palabras, siempre podré hacerlo con la oración. Envío mi oración incluso allá donde no puedo ir físicamente.Oh Jesús mío, transfórmame en ti, tú que todo lo puedes.

Diario íntimo, § 163« ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?»
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