El Papa Benedicto XVI dio un paso importante para enderezar con sincera penitencia los escándalos por los abusos sexuales de sacerdotes a menores en varias partes del mundo al afirmar en el vuelo que lo llevaba de Roma a Lisboa, Portugal, en un viaje de cuatro días, que la Iglesia debe admitir la "terrible verdad" de que el peor sufrimiento lo vive "por sus propios pecados".
SS Benedicto XVI reafirmó ante el grupo de periodistas que lo acompañaban que la Iglesia no tolerará más la difusión del fenómeno, que será castigado además por la justicia ordinaria.
El Papa enumeró varias respuestas "que la Iglesia debe dar". Mencionó "la penitencia, la oración, la aceptación" y también la necesidad de justicia "porque el perdón no reemplaza a la justicia".
Sus comentarios públicos fueron los más amplios desde que hace tres meses comenzó la última oleada de escándalos tras la carta del Papa Joseph Ratzinger a los católicos irlandeses, atribulados por los muchos abusos cometidos durante décadas por clérigos y religiosos en las instituciones católicas, y el estallido de varios casos en Alemania. También en Estados Unidos hubo directas acusaciones al pontífice de cubrir en el pasado, cuando era el "ministro" de Juan Pablo II para la defensa de ortodoxia y la disciplina, a varios curas pedófilos, entre ellos uno que violó a más de 200 niños sordomudos en la ciudad de Milwaukee, estado de Wisconsin.
El Papa dijo que era "un peregrino de Fátima". El objetivo central de su viaje es rendir homenaje a la Virgen de ese santuario, uno de los más populares del catolicismo en Europa y el mundo. Mañana y pasado Benedicto XVI estará en Fátima y se espera que acudan entre 300 y 500 mil fieles a las ceremonias religiosas que presidirá.
El pontífice recordó que "en el mensaje de Fátima" a los tres pastorcitos que la vieron en sus apariciones hacia el final de la Primera Guerra Mundial, "hay indicaciones sobre la realidad del futuro de la Iglesia".
"Además de los momentos indicados en las visiones se habla de la realidad de la pasión en la Iglesia". El Papa recordó que "hay sufrimientos de la Iglesia que se anuncian: el señor dijo que la Iglesia sufrirá hasta el fin del mundo, y hoy esto lo vemos en forma particular".
SS Benedicto XVI, un notable teólogo católico, afirmó que los actuales sufrimientos de la Iglesia y el Papa como consecuencia de los abusos a menores cometidos por sacerdotes, forman parte de los "sufrimientos anunciados en el tercer secreto de Fátima".
"La Iglesia tiene una profunda necesidad de aprender la penitencia, aceptar la purificación, aprender el perdón y la necesidad de justicia", aunque, reiteró, "el perdón no reemplaza a la justicia".
El Tercer Secreto de Fátima fue revelado por el entonces cardenal Ratzinger, quién le dio la interpretación teológica durante el viaje de Juan Pablo II a Fátima para beatificar a los pastorcitos Francisco y Jacinta, en el año 2000. Es "un mensaje que vale para todos los tiempos, para todos los sufrimientos de la Iglesia y para todos los Papas". La Iglesia "sufrirá siempre, aunque de diferentes maneras, hasta el final de los tiempos".
SS Benedicto XVI insistió ante los periodistas que lo acompañaban que el mensaje de Fátima "es un llamamiento a la conversión, la penintencia y la plegaria".
Con la intervención durante el vuelo y el vínculo que estableció con los escándalos de pedofilia que sacuden a la Iglesia y el Tercer Secreto de Fátima, el Papa teólogo evocó también el sufrimiento del Papa Juan Pablo II por el atentado que sufrió en mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, precisamente en el aniversario de la celebración de las apariciones de la Virgen a los tres pastorcitos.
Pero "aunque el mal ataca, el bien siempre está presente. Cristo es más fuerte que el mal y la Virgen es la garantía materna, la bondad de Dios tiene la última palabra en la historia", concluyó Benedicto XVI.
SS Benedicto XVI reafirmó ante el grupo de periodistas que lo acompañaban que la Iglesia no tolerará más la difusión del fenómeno, que será castigado además por la justicia ordinaria.
El Papa enumeró varias respuestas "que la Iglesia debe dar". Mencionó "la penitencia, la oración, la aceptación" y también la necesidad de justicia "porque el perdón no reemplaza a la justicia".
Sus comentarios públicos fueron los más amplios desde que hace tres meses comenzó la última oleada de escándalos tras la carta del Papa Joseph Ratzinger a los católicos irlandeses, atribulados por los muchos abusos cometidos durante décadas por clérigos y religiosos en las instituciones católicas, y el estallido de varios casos en Alemania. También en Estados Unidos hubo directas acusaciones al pontífice de cubrir en el pasado, cuando era el "ministro" de Juan Pablo II para la defensa de ortodoxia y la disciplina, a varios curas pedófilos, entre ellos uno que violó a más de 200 niños sordomudos en la ciudad de Milwaukee, estado de Wisconsin.
El Papa dijo que era "un peregrino de Fátima". El objetivo central de su viaje es rendir homenaje a la Virgen de ese santuario, uno de los más populares del catolicismo en Europa y el mundo. Mañana y pasado Benedicto XVI estará en Fátima y se espera que acudan entre 300 y 500 mil fieles a las ceremonias religiosas que presidirá.
El pontífice recordó que "en el mensaje de Fátima" a los tres pastorcitos que la vieron en sus apariciones hacia el final de la Primera Guerra Mundial, "hay indicaciones sobre la realidad del futuro de la Iglesia".
"Además de los momentos indicados en las visiones se habla de la realidad de la pasión en la Iglesia". El Papa recordó que "hay sufrimientos de la Iglesia que se anuncian: el señor dijo que la Iglesia sufrirá hasta el fin del mundo, y hoy esto lo vemos en forma particular".
SS Benedicto XVI, un notable teólogo católico, afirmó que los actuales sufrimientos de la Iglesia y el Papa como consecuencia de los abusos a menores cometidos por sacerdotes, forman parte de los "sufrimientos anunciados en el tercer secreto de Fátima".
"La Iglesia tiene una profunda necesidad de aprender la penitencia, aceptar la purificación, aprender el perdón y la necesidad de justicia", aunque, reiteró, "el perdón no reemplaza a la justicia".
El Tercer Secreto de Fátima fue revelado por el entonces cardenal Ratzinger, quién le dio la interpretación teológica durante el viaje de Juan Pablo II a Fátima para beatificar a los pastorcitos Francisco y Jacinta, en el año 2000. Es "un mensaje que vale para todos los tiempos, para todos los sufrimientos de la Iglesia y para todos los Papas". La Iglesia "sufrirá siempre, aunque de diferentes maneras, hasta el final de los tiempos".
SS Benedicto XVI insistió ante los periodistas que lo acompañaban que el mensaje de Fátima "es un llamamiento a la conversión, la penintencia y la plegaria".
Con la intervención durante el vuelo y el vínculo que estableció con los escándalos de pedofilia que sacuden a la Iglesia y el Tercer Secreto de Fátima, el Papa teólogo evocó también el sufrimiento del Papa Juan Pablo II por el atentado que sufrió en mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, precisamente en el aniversario de la celebración de las apariciones de la Virgen a los tres pastorcitos.
Pero "aunque el mal ataca, el bien siempre está presente. Cristo es más fuerte que el mal y la Virgen es la garantía materna, la bondad de Dios tiene la última palabra en la historia", concluyó Benedicto XVI.
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