Nació el 9 de mayo de 1837 en Mornese, Italia. Siendo una sencilla campesina, pobre e ignorante, llegó a ser la Fundadora de la que es hoy la segunda Comunidad religiosa femenina en el mundo (en cuanto a número de sus religiosas), la Comunidad de hermanas Salesianas. Fundó en su pueblo un "Oratorio" o escuela de catecismo para la niñez femenina. Ella y sus amigas les enseñaban costura y otras artes caseras, mientras iban consiguiendo que las jovencitas aprendieran muy bien la religión, observaran excelente comportamiento en casa, fueran a misa y recibieran los sacramentos. Paralelamente, San Juan Bosco utilizaba en Turín una metodología similar, pero aplicada a los varones. El Padre Pestarino observó que en María Mazzarello y sus amigas había gran caridad para con los necesitados y un enorme amor a Dios, además de fuertes deseos de conseguir la santidad. Entonces las reunió en una Asociación Juvenil que se llamó "De María Inmaculada". El mismo las confesaba, les daba instrucción religiosa. En el transcurso de un viaje, el Padre Pestarino se encontró con San Juan Bosco, quien en ese momento se encontaba meditando acerca de la posibilidad de ampliar sus enseñanzas también a las niñas pobres. Pestarino, le contó la obra que realizaba junto con Santa María y lo invitó a conocerla personalmente. Así, el 7 de octubre de 1864, San Juan Bosco fue por primera vez a Mornese. Don Bosco constató que aquellas muchachas que dirigía el Padre Pestarino eran excelentes candidatas para ser religiosas, y con ellas fundó la Comunidad de Hijas de María Auxiliadora, o salesianas, que hoy en día son más de 16,000 en 75 países. El Papa Pío Nono aprobó la nueva congregación, el 5 de agosto de 1872. María Mazzarello fue superiora general hasta el día de su muerte, el 14 de mayo de 1881. Sus tres grandes amores fueron la Eucaristía, María Auxiliadora y la juventud pobre, a la que educó y salvó.
Madre Mazzarello Fundadora con Don Bosco de las FMA
Por: Sor Elvira Borrero, fma- CBN
Maria Dominga Mazzarello en su juventud era una líder natural en la línea del servicio en Mornés, el pequeño pueblo italiano donde vivía: se interesaba por las niñas, los enfermos, las madres de familia y compartía esta experiencia apostólica y espiritual, con un grupo de amigas que se llamaban Hijas de la Inmaculada.
Su personalidad era sincera, abierta, segura de si misma, con mucha capacidad de relación, muy inteligente, con una gran percepción de la cercanía de Dios y con un auténtico sentido del trabajo que en un primer momento consistía en ayudar a su padre en el cultivo de los viñedos donde superaba a los otros trabajadores en su rendimiento, pero al enfermarse de tifo, si bien se salvó, su salud quedó muy debilitada y no pudo volver al campo.
Un día cuando desalentada caminaba por el bosque tuvo lo que para ella fue una visión : Vio un grupo de niñas que jugaban en el patio de un colegio y oyó una voz que le decía :
“A ti te las confío… “
y entonces María se ocupó con un mayor compromiso de la educación cristiana de las niñas y adolescentes de Mornés, preparándolas para la vida, dio así a conocer sus grandes dotes de educadora.
Mientras tanto, en Turín, Don Bosco realizaba la misma labor educativa con los jóvenes pero en su corazón sentía la inspiración de hacer por las niñas lo mismo que ya hacía por los muchachos.
Por una feliz y providencial coincidencia Don Bosco llegó a Mornés en los habituales paseos que hacia en otoño con sus muchachos. Maria Dominga ahí mismo sintonizó espiritualmente con él a tal punto que exclamó :
“Don Bosco es un Santo y yo lo siento !!!”
Por otra parte el Padre Pestarino, excelente párroco de Mornés, que ya sabía las intenciones que tenía Don Bosco de entrar en la línea femenina de apostolado, le presentó, en esta ocasión, el grupo de María y sus amigas como las mejores candidatas para actuar este proyecto.
Y así empieza lo que hoy es el Instituto de las Hijas de Maria Auxiliadora, con el mismo carisma salesiano de vida sacramental, mariana, en un clima de familia, de alegría, de trabajo, de servicio, de compromiso con el Reino …
Santa Maria Mazzarello nació en Mornés (Italia) en 1837, murió en 1881 y fue canonizada en 1951. A su muerte ya eran 139 las religiosas de su Comunidad y ya algunas habían partido para América como misioneras. Hoy su número es 15.000 y están repartidas en todos los continentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario