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jueves, 31 de enero de 2013

San Juan Bosco - 31 de enero


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jueves, 12 de julio de 2012

“Mientras conserves la alegría" - San Juan Bosco


“Mientras conserves la alegría, te alejarás del pecado.”

San Juan Bosco

martes, 31 de enero de 2012

San Juan Bosco - 31 de enero


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lunes, 31 de enero de 2011

En la fiesta de San Juan Bosco es feriado provincial en Santa Cruz, Argentina


Al conmemorarse el día de San Juan Bosco Patrono de la Patagonia, hoy 31 de enero figura entre las fiestas y feriados provinciales que rigen, para este mes, en toda Santa Cruz, por Decreto Provincial del año 1984.
La Municipalidad de El Calafate informó su adhesión por Decreto 021/2011, invitando a las distintas entidades a adherirse a tan importante fecha para todos los cristianos.
YCRT informó en el Portal Patagonia Nexo que es un día no laborable para los agentes de Río Turbio y Río Gallegos, a excepción de las guardias esenciales.
Por su parte, el municipio de Río Gallegos dio cuenta que a pesar del feriado provincial que rige hoy, el servicio de recolección de residuos se hará en forma normal.
San Juan Bosco, durante toda su vida, hizo un ejercicio amplio y continuo de obras de caridad, empleando todas sus energías en la educación de los jóvenes, en especial de los pobres, enseñándoles y atrayendo así multitud de jóvenes hacia la vida cristina, dejándoles plasmadas en sus memorias las recomendaciones que debieran seguir, haciendo honor a su última voluntad.
Esta era: “Propagad la devoción a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros. Ayudad mucho a los niños pobres, a los enfermos, a los ancianos y a la gente más necesitada, y conseguiréis enormes bendiciones y ayudas de Dios. Os espero a todos en el Paraíso”.
Nuestro sacerdote además fue un gran constructor de majestuosas iglesias, a las cuales soñaba con todos los detalles, entre ellas la Basílica de San Juan Evangelista, María Auxiliadora y la iglesia del Sagrado Corazón.

San Juan Bosco - 31 de enero


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martes, 24 de agosto de 2010

Sobre la necesidad de la oración a la Virgen María - San Juan Bosco



“La Iglesia nos da a conocer el poder y la benignidad de María con aquel himno que empieza: Si coeli quaeris ianuas, Mariae nomen invoca. (Si buscas las puertas del cielo, invoca el nombre de María). Si, para entrar en el cielo, basta invocar el nombre de María, preciso es decir también que Ella es poderosa. Su nombre es representado como puerta del cielo, y todos los que quieren entra en él deben encomendarse a María… La Iglesia, en efecto, dice en otro lugar que María, por sí sola, es terrible como un ejército ordenado para la batalla, que lucha contra los enemigos de nuestra alma. Aunque, en el sentido literal de la Sagrada Escritura, estas palabras se refieren a los enemigos de la Iglesia, sin embargo el espíritu de la Iglesia misma las refiere también a nuestros enemigos particulares en las cosas del alma.

Sólo al oír el nombre de María, se dan a la fuga los demonios. Por eso, es llamada Auxilium Christianorum, Auxilio de los Cristianos, lo mismo contra los enemigos exteriores que contra los enemigos interiores…
Si alguno de vosotros quiere que cese una obstinada tentación, vencer una pasión, verse libre de muchos peligros de esta vida, o alcanzar una gran virtud, no tiene más que hacer que invocar a María Auxiliadora. Estas y otras gracias espirituales son las que se obtienen en mayor cantidad, y que no se llegan a saber y hacen más provecho a las almas…
Si yo llego a saber que uno de vosotros ha rezado bien, pero en vano, escribiré inmediatamente una carta a San Bernardo diciéndole que se equivocó cuando dijo: “Acuérdate ¡oh! Madre Santa, que jamás se oyó decir que alguno te haya invocado sin tu auxilio recibir”… Pero, podéis estar seguros de que no ocurrirá que tenga que escribir una carta a san Bernardo.
Y yo os prometo que el demonio fracasará. ¿Sabéis qué quiere decir que el demonio fracasará? Quiere decir que no tendrá ningún poder sobre vosotros, no logrará nunca haceros cometer un pecado, y tendrá que batirse en retirada.”

Don Bosco a sus alumnos el 20 de mayo de 1877. San Juan Bosco.

Memorias Biográficas. Volumen 13

lunes, 24 de mayo de 2010

María Auxiliadora por San Juan Bosco


Palabras dadas por Don Bosco a sus alumnos el 20 de mayo de 1877*:

"Estamos en la fiesta de Pentecostés, en la novena de María Santísima Auxiliadora.

Durante este mes, se obtienen cada día muchas gracias de la Virgen.

Unas veces son personas que vienen aquí a esta nuestra iglesia a pedir favores o a agradecer los recibidos; otras, llegan cartas de lejos con relatos de sucesos admirables, atribuidos a la invocación de nuestra buena Madre, y que expresan la gratitud de los agraciados.

Pero las gracias más grandes son las que no se conocen.

¡Cuántas y cuántas personas hay que, por intercesión de María Santísima, pudieron ordenar los asuntos de su alma!

Y, sin ir más lejos, aquí en nuestra casa son innumerables las gracias obtenidas y que se van obteniendo por muchos jóvenes, que invocaron a María con el título de Auxilium Christianorum, y obtuvieron gracias espirituales.

Uno logró perder una mala costumbre, otro adquirió una virtud difícil de practicar…

Os recomiendo, pues, por cuanto sé y puedo, que invoquéis todos a María Santísima en esta novena.

Esta Madre piadosa concede fácilmente las gracias que necesitamos, y sobre todo las espirituales. Ella es poderosísima en el Cielo y cualquier gracia que pida a su Divino Hijo, le es concedida al instante.

La Iglesia nos da a conocer el poder y la benignidad de María con aquel himno que empieza: Si coeli quaeris ianuas, Mariae nomen invoca. (Si buscas las puertas del cielo, invoca el nombre de María).

Si, para entrar en el cielo, basta invocar el nombre de María, preciso es decir también que Ella es poderosa.

Su nombre es representado como puerta del cielo, y todos los que quieren entra en él deben encomendarse a María.

Recurramos nosotros a Ella, especialmente para que nos ayude en el momento de la muerte.

La Iglesia, en efecto, dice en otro lugar que María, por sí sola, es terrible como un ejército ordenado para la batalla, que lucha contra los enemigos de nuestra alma.

Aunque, en el sentido literal de la Sagrada Escritura, estas palabras se refieren a los enemigos de la Iglesia, sin embargo el espíritu de la Iglesia misma las refiere también a nuestros enemigos particulares en las cosas del alma.

Sólo al oír el nombre de María, se dan a la fuga los demonios.

Por eso, es llamada Auxilium Christianorum, Auxilio de los Cristianos, lo mismo contra los enemigos exteriores que contra los enemigos interiores.

Nosotros principalmente debemos encomendarnos a Ella, nosotros que celebramos su fiesta de manera particular como nuestra propia fiesta, aun cuando sea fiesta de la Iglesia universal.

Por este motivo os recomiendo cuanto sé y puedo, y deseo que mi consejo quede grabado en vuestra mente y en vuestro corazón; invocad siempre el nombre de María, especialmente con la jaculatoria: María Auxilium Christianorum, ora pro nobis.

Es una oración breve y muy eficaz, según lo dice la experiencia. La he aconsejado a muchos y todos, o casi todos, me dijeron que habían obtenido estupendos resultados.

Otros me aseguraron lo mismo, aunque nadie se lo había aconsejado, sino que habían adquirido el habito de rezarla por sí mismos.

Todos nosotros tenemos nuestras debilidades, y, por eso, todos necesitamos auxilio.

Por tanto, cuando querais obtener una gracia espiritual, tomad la costumbre de rezar, de vez en cuando, esta jaculatoria.

Es una gracia espiritual verse libre de tentaciones de aflicciones de espíritu, de falta de fervor, de vergüenza en la confesión, que haga demasiado pesada la manifestación de los pecados.

Si alguno de vosotros quiere que cese una obstinada tentación, vencer una pasión, verse libre de muchos peligros de esta vida, o alcanzar una gran virtud, no tiene más que hacer que invocar a María Auxiliadora.

Estas y otras gracias espirituales son las que se obtienen en mayor cantidad, y que no se llegan a saber y hacen más provecho a las almas.

No es del caso que os enumere los muchísimos que invocándola con esta jaculatoria, obtuvieron gracias especiales.
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He aconsejado la jaculatoria: María Auxilium Christianorum, ora pro nobis, a cientos, a millares, de casa y de fuera de ella, les recomendé que, si no habían sido escuchados rezando esta jaculatoria, vinieran a decírmelo.

Y, hasta ahora, no ha venido ninguno a decirme que no había obtenido la gracia.

Digo mal, he de corregir mi error, hubo alguno, como hoy mismo, que vino a quejarse de no haber sido escuchado.

¿Pero, sabéis por qué? Habiéndole preguntado, confesó que sí había tenido la intención de invocar a María, pero que después no la había invocado.

En este caso no es la Virgen María la que falla, somos nosotros los que fallamos, no rezándole; no es que María no nos escucha, somos nosotros los que no queremos que nos escuche.

La oración debe hacerse con insistencia, con perseverancia, con fe, con verdadero deseo de ser escuchados.

Quiero que hagáis todos esta prueba y que animéis a que la hagan también todos vuestros parientes y amigos.

En esta próxima fiesta de María Auxiliadora, si viniesen a veros y, si no vienen, escribiéndoles una carta, o dándoles recado en familia, decidles de mi parte: -Don Bosco os asegura que si queréis obtener alguna gracia espiritual, recéis a la Virgen con esta jaculatoria: María Auxilium Christianorum, ora pro nobis, y seréis escuchados.

Se entiende que se rece con las condiciones que ha de tener toda oración.

Si no sois escuchados, haréis un favor a don Bosco escribiéndole.

Si yo llego a saber que uno de vosotros ha rezado bien, pero en vano, escribiré inmediatamente una carta a San Bernardo diciéndole que se equivocó cuando dijo: “Acuérdate oh Madre Santa, que jamás se oyó decir que alguno te haya invocado sin tu auxilio recibir”..

Pero, podéis estar seguros de que no ocurrirá que tenga que escribir una carta a san Bernardo.

Y, si tal me ocurriese, entonces el santo Doctor sabrá encontrar en seguida algún defecto en la oración del suplicante.

Os reís por lo de enviar una carta a san Bernardo.

¿Es que no sabemos dónde se encuentra san Bernardo? ¿Acaso no está en el cielo?

-Hay dificultad en correos, se oyó exclamar a don Miguel Rúa; no saben cómo hacer llegar a destino la tal carta.

-Ciertamente, contestó don Bosco, que para llegar hasta la morada de san Bernardo, haría falta una ambulancia de correos, que corriese muy aprisa y quién sabe cuánto tiempo.

No bastaría el telégrafo y, aunque la corriente eléctrica recorra en un relámpago grandísima distancia, sin embargo, en este caso, faltarían los hilos. Pero, para escribir a los santos, nosotros tenemos un medio más veloz que los coches, el tren o el telégrafo, y no temáis que los santos no reciban nuestras cartas en seguida, aun cuando el cartero llegara con retraso.

En efecto, ahora mismo, mientras os hablo, con mi pensamiento, más veloz que el rayo, me levanto a los espacios del cielo, subo arriba, arriba, por encima de las estrellas, recorro distancias inconmensurables, y llego al sitial de san Bernardo, que es uno de los más grandes santos del paraíso.

Haced, pues, la prueba que os he dicho y si no sois escuchados no encontraremos dificultad en enviar una carta a san Bernardo.

Bromas aparte, os repetiré que al fin de esta novena que todavía está en curso, grabéis en vuestro corazón estas palabras: María, Auxilium Christianorum, ora pro me, y las recéis en todo peligro, en toda tentación, en toda necesidad y siempre; y que pidáis también a María Auxiliadora la gracia de poder invocarla.

Y yo os prometo que el demonio fracasará.

¿Sabéis qué quiere decir que el demonio fracasará? Quiere decir que no tendrá ningún poder sobre vosotros, no logrará nunca haceros cometer un pecado, y tendrá que batirse en retirada. Mientras tanto, en el santo sacrificio y en los otros ejercicios piadosos, yo os recomendaré a todos al Señor para que os ayude, os bendiga, os proteja y os conceda sus gracias por medio de María Santísima.
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*Memorias Biográficas. Volumen 13.

domingo, 31 de enero de 2010

El sueño de las dos columnas - San Juan Bosco


El 26 de mayo, Don Bosco había prometido a los jóvenes de contarles algo interesante el último y el penúltimo día del mes. En efecto, el 30 de mayo por la noche les explicó una especie de parábola o semejanza, como él quiso llamarla.
Quiero explicaros un sueño. Es cierto que quien sueña no razona; a pesar de ello yo que, a vosotros os contaría hasta mis propios pecados si no fuera por el miedo de que os escaparais todos corriendo al ver que se os caía la casa encima, a vosotros os lo voy a contar para vuestro provecho espiritual. El sueño lo tuve hace pocos días.
Imaginaros que estáis conmigo en la playa, o mejor, sobre un arrecife aislado, desde donde no se ve otro pedazo de tierra que la que tenéis bajo vuestros pies. En toda aquella vasta superficie de agua se adivina un conjunto innumerable de naves dispuestas en orden de batalla, cuyas proas tienen en su parte final un espolón de hierro en punta, como de flecha, capaz de dañar y traspasar cualquier cosa. Los navíos van armados con cañones, cargas de fusil y de armamento de todo tipo, de material incendiario y también de libros, que avanzan contra otra nave mucho mayor y más alta que todas las demás, tratando de chocar por la parte delantera, de incendiarla o causarle el mayor destrozo posible.
A esta nave majestuosa adornada por todas partes la escoltan muchas embarcaciones pequeñas que reciben de la primera las señales de mando y ejecutan diversas evoluciones para defenderse de las flotas contrarias. El viento les es contrario y el mar embravecido parece favorecer a los enemigos.
En medio de la inmensidad del mar se levantan, entre las olas, dos robustas columnas, muy altas, a poca distancia la una de la otra. Encima de una de ellas se ve la estatua de María Inmaculada de cuyos pies cuelga un largo cartel que dice: Auxilium Christianorum. Sobre la otra, mucho más grande y alta, hay una Hostia de proporciones semejantes a la de la columna, y debajo otro cartel con las palabras: Salus Credentium. El comandante supremo de la nave mayor, que es el Romano Pontífice, viendo el furor del enemigo y la delicada situación en la que se encuentran los suyos, intenta convocar a los pilotos de las otras naves secundarias para celebrar un consejo y decidir qué hacer. Todos los pilotos suben a bordo y se reúnen con el Papa. Celebran el consejo pero, debido al viento que sopla cada vez con más fuerza y a la tempestad, se les manda a comandar las naves respectivas. Conseguida la bonanza, el Papa reúne, por segunda vez en torno a él a los pilotos mientras la nave capitana sigue su rumbo. Pero vuelve la borrasca aterradora.
El Papa toma el timón y todos sus esfuerzos se centran en conducir la nave hacia las dos columnas, de cuya parte superior, y rodeándola, cuelgan muchas áncoras y gruesos ganchos atados a las cadenas. Las naves enemigas pretenden todas asaltarla y hacen todo lo posible para pararla y hundirla. Unas con los escritos, los libros, con materias incendiarias que tienen en abundancia y que tratan de lanzar a bordo; las otras con cañones, con fusiles y con el espolón: el combate se vuelve cada vez más encarnizado. Las proas enemigas embisten con violencia pero sus esfuerzos y su ímpetu resultan inútiles. Vuelven a intentarlo pero malgastan esfuerzos y municiones: la nave mayor avanza segura y decidida en su camino. Sucede que, dañada por los fortísimos golpes que recibe, se le abren en los lados anchas y profundas brechas que, apenas producidas, sopla un viento de las dos columnas que vuelve a cerrar grietas y aberturas.
Resuenan, entre tanto, los cañones de los asaltantes, se quiebran los fusiles, las armas y el espolón; y las naves fuertemente sacudidas se hunden en el mar. Entonces los enemigos, furibundos, se lanzan a combatir al arma corta: con las manos, los puños, blasfemando y maldiciendo.
Y he aquí que el Papa, gravemente herido, cae . En seguida, los que le rodean corren en su ayuda y lo levantan. El Papa es herido de nuevo, cae y muere. Un grito de victoria y de alegría sale del bando enemigo; un sus naves se produce un indecible alborozo. Pero, muerto el Pontífice, otro Papa ocupará su puesto. Los pilotos reunidos lo han elegido tan rápidamente que la noticia de la muerte del Papa llega con la noticia de la elección del sucesor. Los enemigos comienzan a perder fuerza. El nuevo Papa, desbaratando y superando los obstáculos, conduce la nave hasta las dos columnas y colocada en medio de ellas, la ata con una pequeña cadena que colgaba de la proa a una áncora de la columna donde se posaba la Hostia y con otra cadenita que colgaba de la popa la ata por la parte opuesta a otra áncora suspendida de la columna sobre la cual se encontraba la Virgen Inmaculada.
En este momento se produce un gran cambio. Todas las naves que hasta entonces habían combatido contra la del Papa, se dan a la fuga, se dispersan, chocan unas contra otras y se hunden, tratando de hundir a las otras. Algunas pequeñas embarcaciones que habían combatido valerosamente con el Papa vienen también a atarse a las dos columnas. Muchas otras que se habían situado a distancia por temor de la batalla observan prudentemente desde lejos hasta que, desaparecidos en los remolinos del agua los restos de las naves destrozadas, bogan a toda prisa hacia las dos columnas amarrando a los ganchos que cuelgan de las mismas y allí se sienten tranquilas y seguras junto a la nave principal en la que está el Papa. En el mar reina una gran calma.
Llegados a este punto Don Bosco preguntó a Don Rua: Qué piensas de lo que os acabo de contar?

Don Rua respondió: Me parece que la nave del Papa es la Iglesia de la que El es la cabeza. Las naves son los hombres y el mar, este mundo. Los que defienden la nave principal son los buenos unidos a la Santa Sede; los otros son los enemigos que, con toda suerte de armas, intentan destruirla. Las dos columnas de salvación creo que son la devoción a María Santísima y al Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Don Rua no habló del Papa caído y muerto y tampoco lo hizo Don Bosco. Tan solo añadió: Has dicho bien. Sólo habría que corregir una expresión. Las naves del enemigo son las persecuciones. Se preparan situaciones gravísimas para la Iglesia. Lo visto hasta ahora es casi nada comparado con lo que vendrá. Sus enemigos son representados por las naves que intentan hundir, si lo consiguen, la nave principal. Sólo hay dos medios para salvarse de tanta confusión: Devoción a María y frecuencia de la Comunión, utilizando todos los medios y haciendo lo posible para practicarlos y hacerlos practicar por doquier y por todos. Buenas noches.
Las interpretaciones que los jóvenes hicieron de este sueño fueron variadísimas, de manera especial en lo que se refiere al Papa. Pero Don Bosco no añadió más explicaciones.
Entre tanto los clérigos Boggero, Rufino, Merlone y el Señor Chiala Cesare escribieron este sueño y nos quedan sus manuscritos. Dos fueron compilados al día siguiente de la narración del sueño y los otros dos, más tarde: pero todos están perfectamente de acuerdo y tan solo varía algún detalle, que unos cuentan y otros omiten.

Memorias Biográficas de San Juan Bosco, Vol. VII, Capítulo 18, pp. 169-172

San Juan Bosco - 31 de enero

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sábado, 31 de enero de 2009

San Juan Bosco - 31 de enero


Tomado de http://www.donboscobaires.com.ar/


1815-NAPOLEON BONAPARTE , Emperador de los franceses, que con tanta jactancia había llevado a sus ejércitos victoriosos, haciendo temblar toda Europa, obcecado por el orgullo, quiso someter también a la Iglesia y se atrevió a llevar prisionero a Fontanebleau al Papa Pío VII. Este le envió la excomunión. El Emperador se rió y dijo: Tal vez la excomunión del Papa podrá hacer caer los fusiles de mano de mis soldados siempre victoriosos!! .... En la campaña militar de Rusia sufrió la tremenda derrota en Waterloo justo porque por el frío les caían los fusiles de las manos congeladas... El astro napoleónico ya se eclipsó... "Dios depone a los poderosos de sus tronos y exalta a los humildes" (Magnificat)
..
En el mismo año 1815 apareció un nuevo astro destinado a irradiar una luz benéfica para toda la humanidad: JUANITO BOSCO!!!
Nació de una familia humilde el 16 de Agosto de 1815 en un pueblito "Y Becchi... en Castelnuovo d'Asti (ahora Castelnuovo Don Bosco). Su santa madre "mamá Margarita" fue educándolo a la fe protegiéndolo de la prepotencia de su hermano mayor Antonio, que no quería que él estudiara...El niño quedó huérfano por la muerte del padre, pero bajo el cuidado de la madre, fue creciendo en edad y en gracia como el niño Jesús, lleno de ansia de santidad y de apostolado.
Pequeñito ejercía la tarea de catequista en medio de los compañeritos, que reunía frente a la Iglesia transmitiéndoles lo que le enseñaba la mamá o lo que aprendía en los sermones del Párroco, y también divirtiéndolos con sus capacidades de pequeño saltimbanqui y de mago. Dotado de grande inteligencia, fue creciendo en el estudio: siendo pobre, fue alternando el estudio con el trabajo, para costearse los libros. Fue empleado en distintas actividades.
Tiene grande importancia el Sueño-Visión a los 9 años... Vio un campo lleno de animales feroces, que al rato se transformaron en corderitos. Vio un campo lleno de niños y muchachos, que peleaban, blasfemaban... Indignado Juanito empezó a darles patadas y golpes a derecha y a izquierda. Pero el personaje que apareció lo paró de inmediato diciéndole:.." Juanito, no con golpes, sino con la bondad y la mansedumbre puedes transformar a estos niños y jóvenes en corderitos...". Juanito lloró, no sabiendo cómo hacer. El Personaje le dijo: "...Juanito, yo te daré la la guía y la maestra"...En el momento le apareció la Virgen vestida de blanco y de azul... Terminó el sueño: Juanito comprendió la misión a la cual lo destinaba Dios: salvar a la juventud... La Virgen Auxiliadora fue acompañándolo en la adolescencia hasta entrar al seminario de Chieri, hasta el sacerdocio (año 1840).
8 de Diciembre de 1841: se preparaba Don Bosco a rezar la Misa en la Iglesia de San Francisco de Asís. Un chico de 14 años (Bartolomé Garelli) estaba a la puerta de la sacristía mirando. El sacristán lo invitó a ayudar la santa Misa...El chico se excusa por no saber... el sacristán indignado fue a golpearlo con la caña de encender las velas y aquél se escapó. Don Bosco, que vio todo esto se entristeció y dijo.: "Qué has hecho!! es mi amigo...llámalo".... El niño lleno de miedo, regresó y Don Bosco lo trató con mucho cariño y le hizo muchas preguntas. Las respuestas fueron todas negativas: Era un pobre huérfano, no tenía casa, dormía detrás de la puerta de alguna iglesia o bajo los pórticos de Turín, y no sabía nada de religión... Don Bosco lo invitó a rezar con él una Ave María y lo invitó a volver con muchos otros compañeros. En ese momento nació la Obra del Oratorio.
Don Bosco no tenía lugar para el Oratorio y fue juntando a los chicos en cualquier terreno baldío de las afueras de Turín... Cada domingo era un problema por las protestas de los vecinos, que acudían a la policía. Pero un día se le presentó un enviado del Sr. Pirando, que le propuso la venta a buen precio de un tinglado.... Don Bosco lo compró en cuotas. Fue así la "Casa Pinardi"el primer oratorio estable, que fue creciendo de manera milagrosa hasta ser la casa madre de los salesianos con un complejo de grandes construcciones.
La Basílica de María Auxiliadora en Turín fue el monumento material de la gratitud de Don Bosco a la Virgen que "lo había hecho todo..." La construcción de ese maravilloso templo fue milagrosa. Cuando el constructor suspendió los trabajos por falta de pago, Don Bosco quiso pagarle: "Abra las manos...."....Don Bosco arrojó en las manos todo el dinero del monedero (0,40 centavos de aquellos). El constructor se puso pálido...."Esto, " dijo el santo "es lo que puede pagar el pobre Don Bosco, pero pronto lo hará la Virgen y mandará dinero no sólo para la construcción del templo, sino también mandará dinero para la construcción de un gran edificio, para niños pobres"..... y comenzaron los milagros.

Don Bosco quiso agradecer a la Virgen también con un monumento de piedras vivas, fundando con Santa María Dominga Mazzarello el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, la rama femenina de la Obra de Don Bosco.
Don Bosco fue un predestinado, figura de primer plano en la historia de la Iglesia y de la humanidad. Supo realizar una obra religiosa social de gran envergadura y con visión de futuro y sigue creciendo como árbol gigantesco, cuyas ramas se extienden en 124 países de los 5 continentes.
" Dotado de extraordinario talento y fina distinción, pudo ser un gran orador, un gran historiador, un gran estadista:... pudo ser... lo que se hubiera propuesto. Pero se quedó en ser...lo que Dios quiso que fuera:...el hombre que supo amar a todos y hacerse amar por todos...."(Mons. M. Olaechea s.d.b. - Arzobispo de Valencia)
"Don Bosco es un hombre providencial. En toda su obra se descubre la mano de Dios"(Papa León XIII)
"...un gigante de enormes brazos que ha logrado abrazar al mundo entero..."(Cardenal Nina a León XIII)
"Don Bosco es un gigante de santidad. Conviví algunos días con él en los ya lejanos días de mi juventud, desde entonces supe que era Santo..."(Pio XI)
"Cuando pienso en la obra de Don Bosco, pienso en la multiplicación milagrosa de los panes y peces"(Mons. Fulton Scheen)
"!San Juan Bosco, su nombre es todo un poema de gracia y de apostolado. Desde una aldea de Piamonte ha llevado la gloria y los triunfos de la caridad de Cristo hasta los más lejanos confines de la tierra..."(Beato Juan XXIII)
"Don Bosco es un hombre de leyenda..."(Víctor Hugo)
Fue dotado de grandes dones naturales y sobrenaturales, como los grandes santos. Tuvo el don de profecía, el don de milagros. Se adelantó 100 años al Concilio Vaticano II y eso por su espíritu evangélico.

Don Bosco fue un soñador. A los 9 años Dios le manifestó su misión. Durante toda su vida soñó Oratorios, Colegios, Escuelas Primarias, Secundarias, Escuelas de capacitación laboral, Bachilleratos comerciales, Pedagógicos, Técnicos y Agrícolas, Industriales, Electrónicos, Residencias Universitarias, casas de Retiros Espirituales, Parroquias, Iglesias, Capellanías, Editoriales, Centros de Comunicación Social y misiones para los más desheredados en todas las naciones del mundo....
Soñó la Primera Misión Salesiana en la Patagonia.... Envió la primera expedición de misioneros, que llegaron a Buenos Aires el 14 de diciembre de 1875 al frente del P. Juan Cagliero, (luego obispo y primer cardenal salesiano)

Nuestra Iglesia "Mater Misericordiae", fue la primera sede y el trampolín para la Patagonia, para nuestro país y para los países de América Latina.
¡¡¡ GLORIA A DON BOSCO SANTO !!!
R.P. Francisco Daparo s.d.b.Junio de 2001
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