Arqueólogos y restauradores de arte usando una nueva tecnología láser descubrieron lo que ellos creen son las pinturas más antiguas de los rostros de los apóstoles de Jesucristo.
Las imágenes halladas en una parte de las catacumbas de San Tecla cerca de la Basílica de San Pablo (justo afuera de las paredes de la parte antigua de Roma), fueron pintadas al final del siglo IV o a comienzos del siglo V.
Arqueólogos creen que estas imágenes pueden haber estado entre las que más influenciaron a los artistas en sus representaciones posteriores sobre los seguidores más cercanos de Cristo.
"Estas son las primeras imágenes que conocemos sobre los rostros de estos cuatro apóstoles", dijo el profesor Fabrizio Bisconti, jefe de arqueología para las numerosas catacumbas de Roma, que son propiedad del Vaticano, que las mantiene.
Los frescos ya eran conocidos pero sus detalles salieron a la luz durante un proyecto de restauración que comenzó hace dos años.
Las figuras de cara completa incluyen los rostros de San Pedro, San Andrés y San Juan, quienes estaban entre los 12 apóstoles originales de Jesús, y San Pablo, que se convirtió en apóstol después de la muerte de Cristo.
Las pinturas tienen las mismas características que imágenes posteriores, como la arrugada y prominente frente de San Pablo, con su cabeza calva y la puntiaguda barba, indicando que pueden haber sido los que marcaron el estándar.
Los cuatro círculos, de casi 50 centímetros de diámetro, están en el techo de una tumba correspondiente a una mujer noble que se cree se hizo cristiana al término del mismo siglo cuando el emperador Constantino lo hizo legal.
Bisconti explicó que pinturas más antiguas de los apóstoles los muestran en grupo, con rostros más pequeños donde los detalles son difíciles de distinguir.
"Este es un descubrimiento muy importante en la historia de las primeras comunidades cristianas en Roma", dijo Bisconti./latercera.cl
Las imágenes halladas en una parte de las catacumbas de San Tecla cerca de la Basílica de San Pablo (justo afuera de las paredes de la parte antigua de Roma), fueron pintadas al final del siglo IV o a comienzos del siglo V.
Arqueólogos creen que estas imágenes pueden haber estado entre las que más influenciaron a los artistas en sus representaciones posteriores sobre los seguidores más cercanos de Cristo.
"Estas son las primeras imágenes que conocemos sobre los rostros de estos cuatro apóstoles", dijo el profesor Fabrizio Bisconti, jefe de arqueología para las numerosas catacumbas de Roma, que son propiedad del Vaticano, que las mantiene.
Los frescos ya eran conocidos pero sus detalles salieron a la luz durante un proyecto de restauración que comenzó hace dos años.
Las figuras de cara completa incluyen los rostros de San Pedro, San Andrés y San Juan, quienes estaban entre los 12 apóstoles originales de Jesús, y San Pablo, que se convirtió en apóstol después de la muerte de Cristo.
Las pinturas tienen las mismas características que imágenes posteriores, como la arrugada y prominente frente de San Pablo, con su cabeza calva y la puntiaguda barba, indicando que pueden haber sido los que marcaron el estándar.
Los cuatro círculos, de casi 50 centímetros de diámetro, están en el techo de una tumba correspondiente a una mujer noble que se cree se hizo cristiana al término del mismo siglo cuando el emperador Constantino lo hizo legal.
Bisconti explicó que pinturas más antiguas de los apóstoles los muestran en grupo, con rostros más pequeños donde los detalles son difíciles de distinguir.
"Este es un descubrimiento muy importante en la historia de las primeras comunidades cristianas en Roma", dijo Bisconti./latercera.cl
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