domingo, 10 de mayo de 2009
Oración que usaba San Juan de Ávila, compuesta por su devoción
Todopoderoso y sempiterno Dios,
yo protesto delante de vuestra divina majestad
que nada soy y nada valgo,
y que, si algo tengo,
Jesucristo, mi Señor me lo ganó.
Bendito seáis, Señor, que me disteis tal Hijo;
y bendito sea tal Hijo,
que me reconcilió con tal Padre.
Al arcángel San Miguel pido me alcance gracia
para conocer el tesoro que Jesucristo,
mi Señor, me ganó.
Amén
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