Al recordar a Santa Juliana de Cornillon renovamos, también nosotros, la fe en la presencia de Cristo en la Eucaristía y asistimos en estos años a una renovación eucarística muy fuerte en todo el mundo. Lo ha reafirmado el Papa, que en la catequesis de la audiencia general presentó la vida y obra de esta santa del siglo XIII. Benedicto XVI recordó que el Papa Urbano IV instituyó la fiesta del Corpus Domini en 1264, el año siguiente al milagro de Bolsena. Benedicto XVI además observó que estamos frente a una primavera eucarística en la Iglesia. Son muchas las personas que descansan, silenciosas, frente al Tabernáculo, para entretenerse hablando con Jesucristo. Es consolador saber que no pocos grupos de jóvenes han redescubierto la belleza de orar en adoración frente a la Santísima Eucaristía. Rezo – dijo el Papa – para esta primavera eucarística se difunda cada vez más en todas las parroquias, en particular en Bélgica, la patria de Santa Juliana.
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