La Congregación para la Doctrina de la Fe anunció la aprobación de la asociación Opus Sanctorum Angelorum (Obra de los Santos Ángeles), 30 años después de iniciar una investigación sobre el grupo y superar la controversia sobre sus enseñanzas originales.
Al informar sobre la aprobación, el Vaticano también advirtió que algunos de los ex miembros del grupo difunden visiones erradas sobre los ángeles que distan del catolicismo.
En una carta enviada a los obispos del mundo y difundida el pasado 4 de noviembre, la Congregación explica que la asociación fundada por la austriaca Gabriele Bitterlich fue finalmente aprobada a nivel pontificio.
La Santa Sede comenzó sus investigaciones sobre el grupo en 1978, poco después de la muerte de Bitterlich, cuando algunos de sus seguidores, incluyendo sacerdotes y religiosas, comenzaron a circular teorías sensacionalistas sobre una "guerra espiritual" entre ángeles y demonios basadas en las visiones de la fundadora.
Un funcionario del Vaticano, que conoce la situación del Opus Angelorum y que pidió no ser identificado, señaló a ACI Prensa que los problemas que persisten sobre el grupo tienen que ver con algunos ex miembros, incluyendo algunos ex sacerdotes, que siguen las controvertidas prácticas originales de Bitterlich, quien se refería a los ángeles con nombres que supuestamente le fueron revelados o recibir la comunión muchas veces en un solo día.
En la carta del 4 de noviembre, la CDF alerta a los obispos sobre estos ex miembros y su peligrosa difusión, "que se encuentra fuera del control eclesiástico" haciéndose "de modo sumamente discreto y como si estuviera en plena comunión con la Iglesia Católica. Por lo tanto, la Congregación para la Doctrina de la Fe invita a los ordinarios (obispos) a vigilar tales actividades nocivas para la comunión eclesial, y a prohibirlas en caso de que tengan lugar en sus diócesis".
Los miembros del Opus Angelorum que no aceptaron las disposiciones de la Santa Sede fueron expulsados de la asociación. De esa forma, explica la fuente, los problemas fueron "totalmente eliminados" y las incongruencias con la enseñanza de la Iglesia dejaron de darse.
Por su parte el sacerdote Paul Haffner, teólogo de la Universidad Regina Apostolorum de Roma y que ha estudiado al Opus Angelorum, explicó que no tiene nada de malo venerar a los ángeles. Los problemas se dan cuando esta veneración pasa a la adoración.
"La adoración debe tener siempre por sujeto a Cristo, mientras que la devoción a los ángeles debe limitarse a la reverencia", explica. La Iglesia, añade, ve como algo "muy positivo venerar a los ángeles" pero no aprueba el uso de nombres distintos a los que aparecen específicamente nombrados en la Biblia.
La carta de la CDF precisa finalmente que en la actualidad, el Opus Angelorum, en comunión con la Iglesia, "difunde entre los fieles la devoción a los santos ángeles, exhorta a rezar por los sacerdotes y promueve el amor por la Pasión de Cristo y su unión a ella. No existe por tanto ningún obstáculo de orden doctrinal o disciplinar que impida a los ordinarios locales acoger en sus diócesis tal asociación y favorecer su crecimiento".
Al informar sobre la aprobación, el Vaticano también advirtió que algunos de los ex miembros del grupo difunden visiones erradas sobre los ángeles que distan del catolicismo.
En una carta enviada a los obispos del mundo y difundida el pasado 4 de noviembre, la Congregación explica que la asociación fundada por la austriaca Gabriele Bitterlich fue finalmente aprobada a nivel pontificio.
La Santa Sede comenzó sus investigaciones sobre el grupo en 1978, poco después de la muerte de Bitterlich, cuando algunos de sus seguidores, incluyendo sacerdotes y religiosas, comenzaron a circular teorías sensacionalistas sobre una "guerra espiritual" entre ángeles y demonios basadas en las visiones de la fundadora.
Un funcionario del Vaticano, que conoce la situación del Opus Angelorum y que pidió no ser identificado, señaló a ACI Prensa que los problemas que persisten sobre el grupo tienen que ver con algunos ex miembros, incluyendo algunos ex sacerdotes, que siguen las controvertidas prácticas originales de Bitterlich, quien se refería a los ángeles con nombres que supuestamente le fueron revelados o recibir la comunión muchas veces en un solo día.
En la carta del 4 de noviembre, la CDF alerta a los obispos sobre estos ex miembros y su peligrosa difusión, "que se encuentra fuera del control eclesiástico" haciéndose "de modo sumamente discreto y como si estuviera en plena comunión con la Iglesia Católica. Por lo tanto, la Congregación para la Doctrina de la Fe invita a los ordinarios (obispos) a vigilar tales actividades nocivas para la comunión eclesial, y a prohibirlas en caso de que tengan lugar en sus diócesis".
Los miembros del Opus Angelorum que no aceptaron las disposiciones de la Santa Sede fueron expulsados de la asociación. De esa forma, explica la fuente, los problemas fueron "totalmente eliminados" y las incongruencias con la enseñanza de la Iglesia dejaron de darse.
Por su parte el sacerdote Paul Haffner, teólogo de la Universidad Regina Apostolorum de Roma y que ha estudiado al Opus Angelorum, explicó que no tiene nada de malo venerar a los ángeles. Los problemas se dan cuando esta veneración pasa a la adoración.
"La adoración debe tener siempre por sujeto a Cristo, mientras que la devoción a los ángeles debe limitarse a la reverencia", explica. La Iglesia, añade, ve como algo "muy positivo venerar a los ángeles" pero no aprueba el uso de nombres distintos a los que aparecen específicamente nombrados en la Biblia.
La carta de la CDF precisa finalmente que en la actualidad, el Opus Angelorum, en comunión con la Iglesia, "difunde entre los fieles la devoción a los santos ángeles, exhorta a rezar por los sacerdotes y promueve el amor por la Pasión de Cristo y su unión a ella. No existe por tanto ningún obstáculo de orden doctrinal o disciplinar que impida a los ordinarios locales acoger en sus diócesis tal asociación y favorecer su crecimiento".
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