Castel Gandolfo (Italia), 8 ago 2010.- El Papa Benedicto XVI llamó este viernes a los cristianos a evitar el uso egoísta de las cosas y a aprovechar el tiempo de vacaciones para agradecer a Dios por las bendiciones recibidas, siendo fieles en la oración y en la caridad.
Así lo dijo, en italiano, durante la bendición dominical con el Angelus, ante varias miles de personas en la residencia estiva del Vaticano ubicada en la localidad de Castelgandolfo, a unos 25 kilómetros al sur de Roma.
El pontífice recordó que en el evangelio de este día, leído en todas las iglesias católicas del mundo, Jesús invitó a vender todas las propias posesiones y darlas en limosna, para acumular 'un tesoro seguro en los cielos, donde el ladrón no llega y la termita no consume'.
'Es una invitación a usar las cosas sin egoísmo, sed de posesión o de dominio, sino según la lógica de Dios, la lógica de la atención por el otro, la lógica del amor. En la forma de una relación: a partir de Dios, en vista de Dios', apuntó.
Más adelante, en inglés, pidió recordar que a quien Dios le dio mucho, mucho le pedirá.
'Estos días tranquilos de verano nos dejan agradecer al señor por las muchas bendiciones que hemos recibido y nos invitan a estar más cerca de él en la oración, en la fidelidad a su mandamiento de amor, y en comunión con su Cuerpo, la Iglesia', añadió.
Desde el pasado 7 de julio Benedicto XVI permanece en Castelgandolfo, una localidad más fresca que El Vaticano, lo cual le ha permitido afrontar el caluroso verano italiano. El viernes pasado el líder católico interrumpió su descanso para cumplir una excursión.
Según informó el vocero de la Sede Apostólica, Federico Lombardi, el 6 de agosto Joseph Ratzinger se dirigió a un santuario de montaña intitulado a la 'Virgen de los necesitados', situado entre las regiones de Lazio y Abruzzo.
Posteriormente almorzó en una comunidad de religiosas del pueblo de Carsoli mientras, por la tarde, visitó la iglesia de San Leucio en la estación de Rocca di Mezzo, donde rezó por las personas afectadas por el terremoto que golpeó en 2009 a L'Aquila, ubicada a pocos kilómetros.
Por otra parte el último número de la revista 'Italia Oggi' publicó revelaciones del actual bibliotecario del Vaticano, Raffaele Farina, sobre el deseo de Benedicto XVI de ocupar justamente el puesto de bibliotecario después de su jubilación.
De acuerdo al purpurado, en 1997 Ratzinger (entonces de 70 años) se mostró muy interesado en dejar la Congregación para la Doctrina de la Fe y trasladarse a la Biblioteca de la Santa Iglesia Romana.
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