El enorme mérito de Monseñor Lefebvre es no haber inventado nada. No creó una nueva religión, ni secta, ya que no modificó ni una coma, de lo que siempre la Iglesia creyó ó hizo.
Lutero, Calvino, y un largo etc, si lo hicieron. Por eso, por modificar verdades de Fe son heresiarcas. Y los que los siguen se denominan luteranos, calvinistas y un largo etc. y son herejes.
Monseñor. Lefebvre siguió creyendo, enseñando y haciendo lo que la Iglesia Católica, Apostólica y Romana creyó, enseñó (con la fuerza del Magisterio) e hizo durante 1965 años. Por eso, quienes nos acercamos a la FSSPX, fraternidad sacerdotal por él fundada, somos católicos, apostólicos y romanos, y no partidistas de tal o de cual. Encontramos en él, y en su fraternidad sacerdotal un pastor que cuidaba de sus ovejas, con bimilenaria experiencia y sabiduría al manejar el cayado, pegándole al lobo bastante mejor que los que olvidaron como se usaba, y que creyeron (o "inocentes" o no tanto) que con el o los lobos se podía dialogar en paridad. Todavía se escuchan las carcajadas del lobo.
Y, para muestra sobra un botón: seminarios vacíos, contra seminarios pletóricos de jóvenes, en el de la Reja no queda ni una habitación libre y en Winona (USA) , desbordado por las vocaciones, hay dormitorios comunitarios.
Ni hablar de los otros movimientos tradicionalistas que, aprovechando la resistencia al cambio de la FSSPX , nacieron de sus escisiones, o se protegieron bajo su paraguas, y que crecen en el mundo entero. Cito sólo como ejemplos, no taxativos, a la Fraternidad S. San Pedro, al Instituto del Buen Pastor, y un un largo etc, entre ellos más de doscientas parroquias del clero diocesano de EEUU, y en todo el mundo, que no están bajo la autoridad de la FSSPX (Una Voce) y ni siquiera mencionan a Monseñor Lefebvre, (opción no ofrecida por los obispos argentinos a sus fieles).
"La" Iglesia no tiene dueños. Tiene Dueño. Su Sacrosanto Esposo y Señor Nuestor Señor Jesucristo. Y tiene un Vicario: Pedro.
Por eso los católicos, apostólicos y romanos (tradicionales) rezamos todos los días por las intenciones de nuestro Papa:
"Oremus pro Pontifice nostre Benedictus XVI, Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum facial eum in terra, et non tradat eum in animam inicoricum ejus."
Lutero, Calvino, y un largo etc, si lo hicieron. Por eso, por modificar verdades de Fe son heresiarcas. Y los que los siguen se denominan luteranos, calvinistas y un largo etc. y son herejes.
Monseñor. Lefebvre siguió creyendo, enseñando y haciendo lo que la Iglesia Católica, Apostólica y Romana creyó, enseñó (con la fuerza del Magisterio) e hizo durante 1965 años. Por eso, quienes nos acercamos a la FSSPX, fraternidad sacerdotal por él fundada, somos católicos, apostólicos y romanos, y no partidistas de tal o de cual. Encontramos en él, y en su fraternidad sacerdotal un pastor que cuidaba de sus ovejas, con bimilenaria experiencia y sabiduría al manejar el cayado, pegándole al lobo bastante mejor que los que olvidaron como se usaba, y que creyeron (o "inocentes" o no tanto) que con el o los lobos se podía dialogar en paridad. Todavía se escuchan las carcajadas del lobo.
Y, para muestra sobra un botón: seminarios vacíos, contra seminarios pletóricos de jóvenes, en el de la Reja no queda ni una habitación libre y en Winona (USA) , desbordado por las vocaciones, hay dormitorios comunitarios.
Ni hablar de los otros movimientos tradicionalistas que, aprovechando la resistencia al cambio de la FSSPX , nacieron de sus escisiones, o se protegieron bajo su paraguas, y que crecen en el mundo entero. Cito sólo como ejemplos, no taxativos, a la Fraternidad S. San Pedro, al Instituto del Buen Pastor, y un un largo etc, entre ellos más de doscientas parroquias del clero diocesano de EEUU, y en todo el mundo, que no están bajo la autoridad de la FSSPX (Una Voce) y ni siquiera mencionan a Monseñor Lefebvre, (opción no ofrecida por los obispos argentinos a sus fieles).
"La" Iglesia no tiene dueños. Tiene Dueño. Su Sacrosanto Esposo y Señor Nuestor Señor Jesucristo. Y tiene un Vicario: Pedro.
Por eso los católicos, apostólicos y romanos (tradicionales) rezamos todos los días por las intenciones de nuestro Papa:
"Oremus pro Pontifice nostre Benedictus XVI, Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum facial eum in terra, et non tradat eum in animam inicoricum ejus."
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