¿Por Qué Tenía que Morir Jesús?

Muchas personas preguntan: ¿Por qué tenia que morir Jesús? Desde luego sabemos que morir es la suerte comun de todo ser humano. A pesar de compartir aquella suerte con todos los animales, para nosotros la experiencia es diferente porque podemos ver la venida de la muerte y nos causa preocupación, aun angustia. Como cristianos siempre hemos creido que la amargura de la muerte resulta del pecado original, es decir, la rebelión del hombre contra Dios. Vivimos en un estado de desorden: alejados de la Fuente de nuestro ser, somos incapaces de poner orden sobre nuestras pasiones. La historia humana (y el periodico diaro) da testimonio triste a ese estado desordenado de nuestros asuntos.

Rebelion (desobediencia) nos puso en contra de Dios – y sigue haciendolo. Poner las cosas en orden requiere un acto perfecto de obediencia. La película La Pasion de Cristo tiene una escena fuerte que ilustra esta verdad. En su camino al Calvario, Jesús cae sobre el peso de la cruz y la Virgen se le acerca. Con cara llena de sangre, le dice, “Mira, Madre, renuevo todas las cosas.” La obediencia de Jesús es la nueva creación.

Amor require sacrificio. Me acuerdo cuando era seminarista y necesitaba un carro para ir a una reunion. Mi papá acabó de comprar un carro nuevo. Era su orgullo y alegria. Le pregunté, “Pa, ¿puedes prestarme le carro?” Podia ver su mirada de angustia. El podía haber mencionado el acidente que tuve con uno de sus carros, pero no lo hizo. En cambio me dijo, “Está bien, aquí hay las llaves?” Era un gran acto de amor porque requería un sacrificio significante.

La muerte de Jesus en la cruz era el acto mayor de amor, no porque necesariamente era el sufrimiento peor que un ser humano ha aguantado (pero es dificil imaginar dolor fisico mas horrible) sino porque implicó el mayor sacrificio. Como Dios, Jesús tomó sobre si mismo toda ofensa humana. Al hacerlo, cumplio la profecia de Isaias. Fue “aplastado por nuestros pecados.”


Los cristianos de este país tenemos muchas fallas, pero al menos hemos aceptado el mensaje que Jesús murió por nuestros pecados. Uno de las cosas más importantes que uno puede hacer es aceptar responsabilidad por sus propias acciones. Algunos dijeron que la película sobre La Pasión iba a promover anti-Semitismo, que los cristianos iban a salir de los cinemas echando la culpa a los judíos. No sucedió. La mayoría de los cristianos salieron en silencio. Muchos confesaron sus pecados interiormente y luego recibieron el Sacramento de Reconciliación. Los periódicos reportaron que unos aun fueron a la policía para confesar crímenes de robar y matar. Un neo-Nazi noruego llamado Johnny Olsen, después de ver La Pasión, admitió haber puesto bombas en un centro juvenil en los años noventa. Ud. y yo quizás no hemos hecho cosas tan notarios, pero sabemos la verdad. Nuestros pecados han puesto a Jesús sobre la cruz.

Al venerar la cruz esta noche, reconocemos nuestros pecados. Agradecemos a Jesús por cargar nuestra culpabilidad. Podemos llevar nuestros dolores, angustias y resentimientos a la cruz. La cruz nos muestra cual batalla realmente importa – y quien tiene la victoria final.