martes, 6 de enero de 2009
Modo de orar el latín con la pronunciación romana
Para obtener la uniformidad y para que se entiendan los que son de distintas naciones, el Papa Pio X recomendó mucho que el latín se pronunciara en todas partes como en Roma.
El latín se lee del mismo modo que el español, con las siguientes excepciones.
Nunca se acentúa la última sílaba de las palabras, en las palabras de dos sílabas, pues, el acento recae siempre sobre la primera.
Generalmente las palabras de más de dos sílabas tienen escrito el acento en la sílaba correspondiente.
Ae, oe, se lee e. Ejemplos: vitae, moeror, se lee vite, meror.
Aë, oë (con diéresis), se lee ae, oe, como poëta, aër.
ae, oe (sin diéresis), se suelen escribir formando una sola letra: æ œ.
Ce, cae, coe, se lee che; ci, se lee chi. Ejemplos: Cecilia, coelum, se lee Chechilia, chelum.
Ch, se lee k. Ejemplo: Chérubim, se lee kérubim.
Ge, gi, y una sola s entre dos vocales, no tienen pronunciación adecuada en castellano; se lee como en francés, italiano y catalán. Ejemplo: Geaogia, musa.
Ghe, ghi, se lee gue, gui.
Gue, gui, se lee güe, güi. Ejemplos: inguen, saguis, se lee ingüen, sangüis.
Gn, se lee Ñ. ejemplo: agnus, se lee añus.
H, se lee k en mihi, nihil y sus derivados: se lee mikim nikil.
J, se lee i. Ejemplo: jejunium, se lee ieiunium.
ll, se lee l-l. Ejemplo: ille, se lee il-le.
Ph, se lee f. Ejemplo: philosophia, se lee filosofía.
La t, en medio de dicción, seguida de i y de otra vocal, se lee como la s castellana. Ejemplos: cognitio, gratia, initium, se lee coñisio, grasia, inínium.
Conserva el sonido t:
1º Si se tiene, antes de ella, la s o la x. Ejemplos: quoestio, mixtio.
2º Si después de la t está la h: como Pythia.
3º En las palabras Antíopa, Antíochus y sus derivados.
La u, precedida de q, se pronuncia siempre, pero suavemente, sin cargarle el acento. Ejemplo: qua, que, quem,quaenam, qui, quosque, quum, se lee cuá, cué, cuém, cuénam, cuí, cuóscue, cúum.
Cui, se pronuncia con acento sobre la u: se lee cúi, cúilibet.
La z, al principio de dicción, se pronuncia ds. Ejemplo: Zea, se lee dsea.
En medio de dicción la z se lee ts. Ejemplo: Gaza, se lee gatsa.
La b y la v deben pronunciarse con los sonidos propios de cada una.
La m, al final de las palabras, debe pronunciarse m y no n: tantum no debe leerse tantun.
La s, seguida de consonante al principio de dicción, se pronuncia sin la e. Ejemplo: spíritus, stábilis.
“Instrucción Religiosa, El Cristianismo: sus Dogmas, oraciones, mandamientos y Sacramentos. Con arreglo al Derecho Canónigo y a las últimas prescripciones de la Santa Sede”. Buenos Aires, 3 de septiembre de 1941. Editorial Don Bosco.
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