Con una gran convocatoria se desarrolló ayer la caminata denominada "La Alegría de ser católico". La marcha logró congregar a cerca de 40 mil personas, según los organizadores y la Intendencia Metropolitana de Santiago de Chile.
Familias y jóvenes ligadas a parroquias, pastorales y movimientos católicos, además de personas en forma independiente, se dieron cita al mediodía en los alrededores de Plaza Italia.
En un escenario, en la esquina de Providencia con Ramón Carnicer, los asistentes comenzaron su peregrinaje. Desde allí, se desplazaron por la calzada sur de la Alameda, en dirección hacia el poniente, hasta el escenario principal, instalado frente a la iglesia de San Francisco, en el centro de Santiago.
Los asistentes -la mayoría vestido de blanco- avanzaron agitando banderas y afiches con mensajes positivos. "Con la intención de compartir la felicidad que nos produce nuestra fe", dijo Marta Ruiz (74), una de las fieles, quien hizo el recorrido junto a la gente del club del adulto mayor de su parroquia.
Manuel Ordenes, organizador de la actividad, calificó la convocatoria como todo un éxito. Respecto de las razones de este evento, señaló: "No queremos reivindicar nada ni acallar ningún caso, sólo estamos agradeciendo y compartiendo nuestra alegría". "Queremos que se valore la diversidad de la Iglesia: aquí hay gente más conservadora, progresista, laicos, religiosos, jóvenes y familias", añadió.
En la iglesia de San Francisco, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien fue acompañado por el cardenal Francisco Javier Errázuriz y el obispo auxiliar Cristián Contreras, destacó que "este encuentro manifiesta lo que hay en el corazón de cada católico: la alegría de sentir que Jesús está con nosotros". Ezatti entregó un saludo de Benedicto XVI, enviado desde el Vaticano.
Una banda, junto a grupos de bailes nortinos, batucadas y zancos llenaron de música y color la actividad. Así siguió la fiesta, hasta las 14.30, con cánticos y expresiones de alegría.
Familias y jóvenes ligadas a parroquias, pastorales y movimientos católicos, además de personas en forma independiente, se dieron cita al mediodía en los alrededores de Plaza Italia.
En un escenario, en la esquina de Providencia con Ramón Carnicer, los asistentes comenzaron su peregrinaje. Desde allí, se desplazaron por la calzada sur de la Alameda, en dirección hacia el poniente, hasta el escenario principal, instalado frente a la iglesia de San Francisco, en el centro de Santiago.
Los asistentes -la mayoría vestido de blanco- avanzaron agitando banderas y afiches con mensajes positivos. "Con la intención de compartir la felicidad que nos produce nuestra fe", dijo Marta Ruiz (74), una de las fieles, quien hizo el recorrido junto a la gente del club del adulto mayor de su parroquia.
Manuel Ordenes, organizador de la actividad, calificó la convocatoria como todo un éxito. Respecto de las razones de este evento, señaló: "No queremos reivindicar nada ni acallar ningún caso, sólo estamos agradeciendo y compartiendo nuestra alegría". "Queremos que se valore la diversidad de la Iglesia: aquí hay gente más conservadora, progresista, laicos, religiosos, jóvenes y familias", añadió.
En la iglesia de San Francisco, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien fue acompañado por el cardenal Francisco Javier Errázuriz y el obispo auxiliar Cristián Contreras, destacó que "este encuentro manifiesta lo que hay en el corazón de cada católico: la alegría de sentir que Jesús está con nosotros". Ezatti entregó un saludo de Benedicto XVI, enviado desde el Vaticano.
Una banda, junto a grupos de bailes nortinos, batucadas y zancos llenaron de música y color la actividad. Así siguió la fiesta, hasta las 14.30, con cánticos y expresiones de alegría.
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