Evangelio según San Lucas 10,1-9. San Lucas Evangelista - Fiesta
Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.
¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.
No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'.
Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.
Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.
En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan;
curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'.
Comentario:
"La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos” Lc 10, 1-9 - Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
“El Señor designó a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir”.
Jesús envío ahora un nuevo conjunto de nuevos enviados, además de sus doce mas íntimos, ellos van con la misma finalidad evangélica, con esto el Señor nos quiere enseñar que la misión de evangelizar no es exclusiva de la Jerarquía sino de todo el que se dice discípulo de Jesucristo. Este fragmento del evangelio, nos motiva a muchos de los que deseamos extender, más y más en el mundo, el mensaje y la vida que el Hijo Dios vino a entregarnos como el más apreciable tesoro para toda la humanidad.
Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.
No hay tiempo que perder y Jesús esta muy interesado en que comprendamos esto, y nos advierte como la cosecha es abundante, y eso nosotros lo sabemos, son muchos los que necesitan evangelización, son muchos los que no conocen a Dios, por todas partes hay hermanos que ignoran el propósito y el plan de Dios, que son planes de salvación, son muchos los hijos que viven alejados de la casa del Padre.
“La mies es mucha, pero los obreros pocos” La mies, es el cereal maduro y la cosecha se refiere al conjunto de frutos que se recogen de la tierra cuando están maduros, y es el producto que se obtiene de estos frutos mediante un tratamiento adecuado, especialmente en el tiempo durante el que se recogen estos frutos, por eso se habla que en la cosecha hay mucho trabajo para los obreros y es buena cuando el conjunto de lo que obtiene como resultado del propio esfuerzo, se recoge en abundancia y con aprovechamiento.
Así es, al igual que a un campo donde hay mucho que cosechar, así esta el mundo, pero los obreros no son tantos como los que se necesitan, entonces hay que organizar el trabajo apostólico del modo más eficaz y hay que rezar para que haya muchos trabajadores, porque es cierto que la tarea excede a la capacidad de los que dedican a esto, como así mismo no todos los que se dedican tienen el mismo talento para el trabajo que se requiere, pero debemos estar dispuesto a llevarlo a cabo con la fuerza que Dios nos da: con su Gracia. Nuestro Padre Dios oye a los que oran y da ayuda a sus hijos que, que con sencillez y confiados, le suplican.
Pero para llevar adelante esta tarea, y para que no quepa la mas mínima duda de que necesitamos la fuerza que Dios nos da, insiste Jesucristo en su advertencia, haciéndonos ver que no lo tendremos fácil. La imagen es muy gráfica: ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. Esta es una experiencia, no ausente de sacrificios.
“No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.”
Lo único verdaderamente necesario e imprescindible es el auxilio divino, no podemos avanzar si la ayuda de Dios, y el nos la quiere dar. En efecto, nos damos cuenta que a pesar de la ciencia, los avances tecnológico que están a nuestra vista, la modernidad del mundo de hoy, no nos convence de los contrario, esto es, que nadie nos calmará de nuestras angustias como la hace Dios. Es así, como hoy más que nunca se necesitan apóstoles que nos hablen en nombre de Dios, porque el mundo necesita que le mostremos el camino de verdad.
Se necesitan mas obreros para recoger la mies, mas hombres que no piensen en si mismo y que se entreguen a esta tarea, entregar el mensaje del Evangelio, sin buscar sus personales conveniencias, pero si, en la búsqueda del bien espiritual de su prójimo, hombres dispuesto a sacrificarse por Cristo como el lo hizo por nosotros.
“Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que descienda la paz sobre esta casa!" Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes”
El discípulo es un caminante que prepara el lugar por donde su Señor ha de pasar, el anuncio de estos caminantes es la paz, Jesucristo es la paz.
“Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; sanen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes".
El Reino de Dios, se aproxima con la misión de sus discípulos, a todo debemos anunciarles la Buena Noticia, “El Reino de Dios está cerca”, no es algo lejano y no es algo que no nos pertenezca, en otras palabras esta mas cerca de lo que imaginamos, esta dentro de nosotros mismos y es el verdaderamente debe reinar, es el amor, el amor a Dios y el amor al prójimo, nuestra razón de ser y el móvil de todas nuestras acciones.
El Reino de Dios, es establecer en nuestro corazón una unión vital con Dios, que abarque toda nuestra vida, proyectada a toda la vida y a cualquier circunstancia de ella. Esta vida de Dios en nosotros y ese vivir nuestro de Dios que no es algo fácil, pero es nuestro ideal para llegar a compenetrarnos en El.
Por comprender todo esto, Gracias Señor.
Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.
¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.
No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'.
Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.
Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.
En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan;
curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'.
Comentario:
"La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos” Lc 10, 1-9 - Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
“El Señor designó a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir”.
Jesús envío ahora un nuevo conjunto de nuevos enviados, además de sus doce mas íntimos, ellos van con la misma finalidad evangélica, con esto el Señor nos quiere enseñar que la misión de evangelizar no es exclusiva de la Jerarquía sino de todo el que se dice discípulo de Jesucristo. Este fragmento del evangelio, nos motiva a muchos de los que deseamos extender, más y más en el mundo, el mensaje y la vida que el Hijo Dios vino a entregarnos como el más apreciable tesoro para toda la humanidad.
Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.
No hay tiempo que perder y Jesús esta muy interesado en que comprendamos esto, y nos advierte como la cosecha es abundante, y eso nosotros lo sabemos, son muchos los que necesitan evangelización, son muchos los que no conocen a Dios, por todas partes hay hermanos que ignoran el propósito y el plan de Dios, que son planes de salvación, son muchos los hijos que viven alejados de la casa del Padre.
“La mies es mucha, pero los obreros pocos” La mies, es el cereal maduro y la cosecha se refiere al conjunto de frutos que se recogen de la tierra cuando están maduros, y es el producto que se obtiene de estos frutos mediante un tratamiento adecuado, especialmente en el tiempo durante el que se recogen estos frutos, por eso se habla que en la cosecha hay mucho trabajo para los obreros y es buena cuando el conjunto de lo que obtiene como resultado del propio esfuerzo, se recoge en abundancia y con aprovechamiento.
Así es, al igual que a un campo donde hay mucho que cosechar, así esta el mundo, pero los obreros no son tantos como los que se necesitan, entonces hay que organizar el trabajo apostólico del modo más eficaz y hay que rezar para que haya muchos trabajadores, porque es cierto que la tarea excede a la capacidad de los que dedican a esto, como así mismo no todos los que se dedican tienen el mismo talento para el trabajo que se requiere, pero debemos estar dispuesto a llevarlo a cabo con la fuerza que Dios nos da: con su Gracia. Nuestro Padre Dios oye a los que oran y da ayuda a sus hijos que, que con sencillez y confiados, le suplican.
Pero para llevar adelante esta tarea, y para que no quepa la mas mínima duda de que necesitamos la fuerza que Dios nos da, insiste Jesucristo en su advertencia, haciéndonos ver que no lo tendremos fácil. La imagen es muy gráfica: ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. Esta es una experiencia, no ausente de sacrificios.
“No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.”
Lo único verdaderamente necesario e imprescindible es el auxilio divino, no podemos avanzar si la ayuda de Dios, y el nos la quiere dar. En efecto, nos damos cuenta que a pesar de la ciencia, los avances tecnológico que están a nuestra vista, la modernidad del mundo de hoy, no nos convence de los contrario, esto es, que nadie nos calmará de nuestras angustias como la hace Dios. Es así, como hoy más que nunca se necesitan apóstoles que nos hablen en nombre de Dios, porque el mundo necesita que le mostremos el camino de verdad.
Se necesitan mas obreros para recoger la mies, mas hombres que no piensen en si mismo y que se entreguen a esta tarea, entregar el mensaje del Evangelio, sin buscar sus personales conveniencias, pero si, en la búsqueda del bien espiritual de su prójimo, hombres dispuesto a sacrificarse por Cristo como el lo hizo por nosotros.
“Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que descienda la paz sobre esta casa!" Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes”
El discípulo es un caminante que prepara el lugar por donde su Señor ha de pasar, el anuncio de estos caminantes es la paz, Jesucristo es la paz.
“Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; sanen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes".
El Reino de Dios, se aproxima con la misión de sus discípulos, a todo debemos anunciarles la Buena Noticia, “El Reino de Dios está cerca”, no es algo lejano y no es algo que no nos pertenezca, en otras palabras esta mas cerca de lo que imaginamos, esta dentro de nosotros mismos y es el verdaderamente debe reinar, es el amor, el amor a Dios y el amor al prójimo, nuestra razón de ser y el móvil de todas nuestras acciones.
El Reino de Dios, es establecer en nuestro corazón una unión vital con Dios, que abarque toda nuestra vida, proyectada a toda la vida y a cualquier circunstancia de ella. Esta vida de Dios en nosotros y ese vivir nuestro de Dios que no es algo fácil, pero es nuestro ideal para llegar a compenetrarnos en El.
Por comprender todo esto, Gracias Señor.
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