jueves, 11 de marzo de 2010
Su Santidad condena la atroz violencia interreligiosa en Nigeria
El Papa Benedicto XVI condenó ayer la violencia "atroz y sangrienta" que ha embestido a Nigeria en los últimos días y que dejó al menos 500 personas muertas, la mayoría de ellas cristianas, por los ataques de fundamentalistas musulmanes.
"Mi más sentido pésame para las víctimas de la violencia atroz que ha bañado de sangre a Nigeria y no ha respetado ni siquiera a los niños indefensos", dijo ante más de nueve mil fieles al finalizar la audiencia general en el Aula Pablo VI del Vaticano.
El Papa insistió, "con ánimo conmovido", que la violencia no resuelve los conflictos sino, más bien, solamente acrecienta las "trágicas consecuencias".
Por ello lanzó un llamado a cuantos en Nigeria tienen responsabilidades civiles y religiosas, para que se empeñen por la seguridad y la pacífica convivencia de toda la población.
"Expreso, finalmente, mi cercanía a los pastores y a los fieles nigerianos y rezo para que, fuertes y firmes en la esperanza, sean auténticos testigos de reconciliación", agregó.
La madrugada del domingo unas 500 personas murieron asesinadas por un grupo de pastores islámicos "fulani", quienes atacaron con revólveres, fusiles, metralletas y machetes varias poblaciones cristianas ubicadas a las afueras de la ciudad de Jos.
Este día el líder máximo de la Iglesia católica expresó también su cercanía con las víctimas del sismo de seis grados en la escala de Richter que golpeó el domingo a Turquía, provocando al menos 51 muertos, decenas de heridos e incontables daños materiales.
"Soy profundamente cercano a las personas golpeadas por el reciente sismo en Turquía y a sus familias. A cada uno aseguro mi oración, mientras pido a la comunidad internacional contribuir con prontitud y generosidad a los socorros", afirmó. (Con información de Notimex/MVC)
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