SS Benedicto XVI ha recordado a los cristianos que la Iglesia "es santa, no por las capacidades de sus miembros" sino porque "Dios mismo, con su Espíritu, la crea y santifica siempre", durante la misa celebrada en la Basílica de San Pedro por la solemnidad de Pentecostés.
Además, el Papa ha subrayado en su homilía que la Iglesia "no deriva de la voluntad humana, de la reflexión, de la habilidad del hombre o su capacidad organizativa" puesto que "si fuera así ya se habría extinguido desde hace tiempo, como pasa con cualquier cosa humana".
Ante miles de peregrinos congregados en la Basílica de San Pedro, el Pontífice ha recordado que la Iglesia "es el cuerpo de Cristo, vivificado por el Espíritu Santo" y ha precisado que "desde el principio, la Iglesia es una, católica y apostólica". Según ha destacado Benedicto XVI, esta es "la verdadera naturaleza" de la Iglesia y "como tal debe ser reconocida".
El día de Pentecostés, ha subrayado el Papa, muestra que la Iglesia "es católica desde el primer momento, que su universalidad no es fruto de la inclusión sucesiva de diferentes comunidades" porque "desde el primer momento, el Espíritu Santo la ha creado como la Iglesia de todos los pueblos".
Según ha destacado el Pontífice, la Iglesia "abraza el mundo entero, supera todas las fronteras de raza, clase o nación" y abate "todas las barreras" para unir "a todos los hombres en la profesión del Dios uno y trino".
Por otra parte, Benedicto XVI ha recordado que "para los cristianos, el mundo es fruto de un acto de amor de Dios, que ha hecho todas las cosas" y ha subrayado que "el Espíritu Santo es sobre todo espíritu creador" por lo que "la fiesta de Pentecostés es fiesta de la creación".
Así, el Papa ha destacado que "la fe en el espíritu creador y en la fe en el espíritu que Cristo resucitado ha donado a los apóstoles y a cada uno de nosotros, están unidas inseparablemente". Según ha afirmado Benedicto XVI, Dios "es razón, Dios es voluntad, Dios es amor, Dios es belleza" y no "algo innombrable y oscuro" porque "se revela, tiene un rostro".
Además, el Papa ha subrayado en su homilía que la Iglesia "no deriva de la voluntad humana, de la reflexión, de la habilidad del hombre o su capacidad organizativa" puesto que "si fuera así ya se habría extinguido desde hace tiempo, como pasa con cualquier cosa humana".
Ante miles de peregrinos congregados en la Basílica de San Pedro, el Pontífice ha recordado que la Iglesia "es el cuerpo de Cristo, vivificado por el Espíritu Santo" y ha precisado que "desde el principio, la Iglesia es una, católica y apostólica". Según ha destacado Benedicto XVI, esta es "la verdadera naturaleza" de la Iglesia y "como tal debe ser reconocida".
El día de Pentecostés, ha subrayado el Papa, muestra que la Iglesia "es católica desde el primer momento, que su universalidad no es fruto de la inclusión sucesiva de diferentes comunidades" porque "desde el primer momento, el Espíritu Santo la ha creado como la Iglesia de todos los pueblos".
Según ha destacado el Pontífice, la Iglesia "abraza el mundo entero, supera todas las fronteras de raza, clase o nación" y abate "todas las barreras" para unir "a todos los hombres en la profesión del Dios uno y trino".
Por otra parte, Benedicto XVI ha recordado que "para los cristianos, el mundo es fruto de un acto de amor de Dios, que ha hecho todas las cosas" y ha subrayado que "el Espíritu Santo es sobre todo espíritu creador" por lo que "la fiesta de Pentecostés es fiesta de la creación".
Así, el Papa ha destacado que "la fe en el espíritu creador y en la fe en el espíritu que Cristo resucitado ha donado a los apóstoles y a cada uno de nosotros, están unidas inseparablemente". Según ha afirmado Benedicto XVI, Dios "es razón, Dios es voluntad, Dios es amor, Dios es belleza" y no "algo innombrable y oscuro" porque "se revela, tiene un rostro".
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