Evangelio según San Mateo 9,1-8. Jueves de la XIII Semana del Tiempo Ordinario
Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad.
Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados".
Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema".
Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal?
¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'?
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
El se levantó y se fue a su casa.
Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres.
Comentario:
"Levántate y anda" (cf Mt 9,6)- San Agustín
«Si el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos hará revivir vuestros cuerpos mortales...» (Rm 8,11) Ahora es un cuerpo humano, natural; luego será un cuerpo espiritual. «Adán, el primer hombre, fue creado como un ser con vida. El nuevo Adán, en cambio, es espíritu que da vida.» (1Cor 15,45)Por esto «hará revivir vuestros cuerpos mortales por medio de ese Espíritu suyo que habita en vosotros.» (Rm 8,11)
¡Oh que aleluya tan glorioso cantaremos entonces, qué seguridad! Ya no más adversarios, ya no más enemigos, ya no perderemos a ningún amigo. Aquí abajo cantamos las alabanzas de Dios en medio de nuestras preocupaciones. En el cielo las cantaremos con total paz y tranquilidad. Aquí las cantamos destinados a morir; en el cielo en una vida sin fin. Aquí, en la esperanza, allá en la realidad. Aquí, somos viajeros, allá estaremos en nuestra patria. Cantemos pues, ya desde ahora, hermanos, no para saborear ya el reposo, sino para aligerar nuestras penas. Cantemos como lo hacen los viajeros. Canta, pero no dejes de caminar; canta para animarte en medio de las fatigas... ¡Canta y camina!
¿Qué quiere decir, camina? Ve adelante, haz progresos en el bien obrar...Camina hacia el bien, avanza en la fe y en la pureza de las costumbres. ¡Canta y camina! ¡No te desvíes, no te eches atrás, no te quedes parado! ¡Volvámonos hacia el Señor!
San Agustín (354-430) obispo de Hipona, doctor de la Iglesia Sermón 256, para la fiesta de Pascua
Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad.
Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados".
Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema".
Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal?
¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'?
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
El se levantó y se fue a su casa.
Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres.
Comentario:
"Levántate y anda" (cf Mt 9,6)- San Agustín
«Si el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos hará revivir vuestros cuerpos mortales...» (Rm 8,11) Ahora es un cuerpo humano, natural; luego será un cuerpo espiritual. «Adán, el primer hombre, fue creado como un ser con vida. El nuevo Adán, en cambio, es espíritu que da vida.» (1Cor 15,45)Por esto «hará revivir vuestros cuerpos mortales por medio de ese Espíritu suyo que habita en vosotros.» (Rm 8,11)
¡Oh que aleluya tan glorioso cantaremos entonces, qué seguridad! Ya no más adversarios, ya no más enemigos, ya no perderemos a ningún amigo. Aquí abajo cantamos las alabanzas de Dios en medio de nuestras preocupaciones. En el cielo las cantaremos con total paz y tranquilidad. Aquí las cantamos destinados a morir; en el cielo en una vida sin fin. Aquí, en la esperanza, allá en la realidad. Aquí, somos viajeros, allá estaremos en nuestra patria. Cantemos pues, ya desde ahora, hermanos, no para saborear ya el reposo, sino para aligerar nuestras penas. Cantemos como lo hacen los viajeros. Canta, pero no dejes de caminar; canta para animarte en medio de las fatigas... ¡Canta y camina!
¿Qué quiere decir, camina? Ve adelante, haz progresos en el bien obrar...Camina hacia el bien, avanza en la fe y en la pureza de las costumbres. ¡Canta y camina! ¡No te desvíes, no te eches atrás, no te quedes parado! ¡Volvámonos hacia el Señor!
San Agustín (354-430) obispo de Hipona, doctor de la Iglesia Sermón 256, para la fiesta de Pascua
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