Evangelio según San Mateo 5,43-48. Martes de la XI Semana del Tiempo Ordinario
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Comentario:
"Yo os digo: amad a vuestros enemigos" - San Francisco de Asís
Nosotros, todos los hermanos, consideremos atentamente lo que dice el Señor:
"Amad a vuestros enemigos, haced el bien a aquellos que os odian". Nuestro Señor Jesucristo, del que debemos seguir sus huellas (1P 2,21), dio el nombre de amigo a aquel que le traicionó (Mt 26,50), y se ofreció voluntariamente a los que lo iban a crucificar. Así pues, son nuestros amigos, todos los que nos causan injustamente tribulaciones y angustias, afrentas e injurias, dolores y sufrimientos, martirio y muerte. Debemos amarlos mucho, ya que los golpes que nos dan nos merecerán la vida eterna.
San Francisco de Asís (1182-1226), fundador de los Hermanos menores
Regla primera, §22
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Comentario:
"Yo os digo: amad a vuestros enemigos" - San Francisco de Asís
Nosotros, todos los hermanos, consideremos atentamente lo que dice el Señor:
"Amad a vuestros enemigos, haced el bien a aquellos que os odian". Nuestro Señor Jesucristo, del que debemos seguir sus huellas (1P 2,21), dio el nombre de amigo a aquel que le traicionó (Mt 26,50), y se ofreció voluntariamente a los que lo iban a crucificar. Así pues, son nuestros amigos, todos los que nos causan injustamente tribulaciones y angustias, afrentas e injurias, dolores y sufrimientos, martirio y muerte. Debemos amarlos mucho, ya que los golpes que nos dan nos merecerán la vida eterna.
San Francisco de Asís (1182-1226), fundador de los Hermanos menores
Regla primera, §22
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