JERUSALÉN, jueves 7 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha rendido homenaje al testimonio de las mujeres católicas en un mensaje enviado a la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), que celebra este año la asamblea de su centenario en Jerusalén.
El Papa se ha hecho presente en el encuentro enviando una carta, a través del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, dirigida a la presidente de la institución, Karen Hurley, y a sus miembros.
Su Santidad da "gracias por las numerosas bendiciones que se han derramado sobre la Iglesia a través del testimonio de fidelidad de mujeres católicas que viven y trabajan en el mundo, transformándolo en su interior, y proclamando el Evangelio con la palabra y con los hechos".
El Santo Padre reconoce que en estos cien años de historia "los miembros de la UMOFC ha contribuido a la misión de la Iglesia a nivel local, nacional e internacional, enriqueciendo a la Iglesia con frutos de santidad femenina".
El Papa Benedicto XVI invoca "los dones del Espíritu sobre la UMOFC para que "siga promoviendo la contribución única de las mujeres a la vida y la misión de la Iglesia, tanto en la esfera pública como en el hogar".
La asamblea del centenario de la UMFOC se celebra del 5 al 11 de octubre de 2010, en el Instituto Pontificio Notre Dame, de Jerusalén, con el tema "Vosotros seréis mis testigos" (Hechos, 1, 8).
El objetivo de la UMOFC es promover la presencia, participación y corresponsabilidad de las mujeres católicas en la Iglesia y la sociedad para facilitarles el cumplimiento de su misión de fe, y para trabajar por el desarrollo humano y la paz en el mundo.
Esta Unión Mundial está integrada por casi cien organizaciones de mujeres católicas, que representan a más de cinco millones de mujeres que actúan en más de sesenta países y que han sido reconocidas por sus conferencias episcopales.
El Consejo Pontificio para los Laicos erigió a la UMOFC como asociación pública internacional de fieles.
El Papa se ha hecho presente en el encuentro enviando una carta, a través del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, dirigida a la presidente de la institución, Karen Hurley, y a sus miembros.
Su Santidad da "gracias por las numerosas bendiciones que se han derramado sobre la Iglesia a través del testimonio de fidelidad de mujeres católicas que viven y trabajan en el mundo, transformándolo en su interior, y proclamando el Evangelio con la palabra y con los hechos".
El Santo Padre reconoce que en estos cien años de historia "los miembros de la UMOFC ha contribuido a la misión de la Iglesia a nivel local, nacional e internacional, enriqueciendo a la Iglesia con frutos de santidad femenina".
El Papa Benedicto XVI invoca "los dones del Espíritu sobre la UMOFC para que "siga promoviendo la contribución única de las mujeres a la vida y la misión de la Iglesia, tanto en la esfera pública como en el hogar".
La asamblea del centenario de la UMFOC se celebra del 5 al 11 de octubre de 2010, en el Instituto Pontificio Notre Dame, de Jerusalén, con el tema "Vosotros seréis mis testigos" (Hechos, 1, 8).
El objetivo de la UMOFC es promover la presencia, participación y corresponsabilidad de las mujeres católicas en la Iglesia y la sociedad para facilitarles el cumplimiento de su misión de fe, y para trabajar por el desarrollo humano y la paz en el mundo.
Esta Unión Mundial está integrada por casi cien organizaciones de mujeres católicas, que representan a más de cinco millones de mujeres que actúan en más de sesenta países y que han sido reconocidas por sus conferencias episcopales.
El Consejo Pontificio para los Laicos erigió a la UMOFC como asociación pública internacional de fieles.
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