Treinta y tres obispos católicos de EE.UU., de ascendencia hispana, reclamaron una "reforma migratoria justa, humana y eficaz" y aseguraron a los inmigrantes indocumentados que "no están solos ni olvidados" en una carta difundida hoy con motivo de la festividad de la Virgen de Guadalupe.
La carta fue leída por José Gómez, arzobispo de Los Ángeles, al finalizar la misa de celebración de las "mañanitas" a la Virgen de Guadalupe en la catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles.
"Cualquier inmigrante, en cualquier lugar del mundo, al moverse de un país a otro pasa por periodos de sufrimiento, que en parte es igual al sufrimiento que tuvo nuestro señor Jesucristo al dar su vida por cada uno de nosotros", dijo a Efe Gómez.
"En cierto sentido Jesús es un inmigrante que vino a la tierra para estar con nosotros, para darnos la oportunidad de ser felices, de la misma manera en que los inmigrantes vienen a contribuir positivamente a este país y al mismo tiempo buscar el bienestar de su familia", aseguró.
Gómez dijo que los obispos católicos defienden la necesidad de "una reforma migratoria con la que los inmigrantes indocumentados puedan obtener documentos para que con plenos derechos puedan participar activamente en la vida del país".
"Los obispos latinos hemos creado la carta de apoyo, porque creemos que debemos de acompañar a los inmigrantes en la travesía y porque están pasando por momentos difíciles por causa de que no ha habido una reforma migratoria justa e integral", indicó.
Entre los obispos firmantes de la carta se encuentran representantes de diversas arquidiócesis estadounidenses como James A. Tamayo, obispo de Laredo; Octavio Cisneros, de Brooklyn; Jaime Soto, de Sacramento; Arturo Cepeda, de Detroit; Alberto Rojas, de Chicago; Josu Iriondo, de Nueva York; Eduardo Nevares, de Phoenix; Eusebio Elizondo, de Seattle; Gabino Zavala, de Los Ángeles.
"Les hacemos saber a las personas que se encuentran en nuestro país sin papeles que no están solos, ni olvidados", aseguran.
"Reconocemos que todo ser humano, documentado o no es imagen de Dios y por lo tanto tiene un valor infinito", expresa la misiva en la que indica que la Iglesia Católica no va a esperar a que todos los inmigrantes tengan documentos legales para abrirles las puertas y hacerlos sentir bienvenidos en los templos.
"Les abrimos nuestros brazos y nuestro corazón y los recibimos como miembros de nuestra familia católica y como pastores les dirigimos estas palabras desde los más profundo de nuestro corazón", remarcaron.
El arzobispo Gómez destacó que el grupo de obispos decidió dar a conocer esta carta en el día de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y de América Latina, porque ella es la madre espiritual que intercede por los católicos.
El prelado señaló además que la Iglesia Católica tiene conversaciones con dirigentes políticos con el fin de convencerlos de que reformen las leyes migratorias para cesar el sufrimiento de los aproximadamente 11 millones de trabajadores indocumentados que hay en el país.
"La mayoría en este país, ya sean católicos o no, compartimos los valores cristianos y el humanismo, por eso creo que las personas que profesan otras religiones deben de apoyar esta causa justa también", expresó Gómez.
"Sentimos que nuestros hermanos inmigrantes indocumentados necesitan nuestro apoyo y por eso le exigimos a nuestros gobernantes que busquen la solución a la realidad de la inmigración en EE.UU.", sostuvo.
En la carta también se destacan los aportes de los trabajadores indocumentados y su contribución a la economía nacional, además de las contribuciones en las áreas espirituales y culturales
"Lamentablemente algunos aprovechan el ambiente de incertidumbre (económica) para despreciar al migrante y aún culparlo de la crisis", dice en la carta pastoral que compara el sufrimiento de los inmigrantes indocumentados con el de Jesucristo.
El arzobispo angelino explicó que debido a que en los templos católicos se congregan inmigrantes sin documentos los pastores al escuchar sus penurias sufren con ellos.
"Por ello, con la carta, nosotros los obispos, le exigimos al presidente Barack Obama que resuelva la crisis migratoria que tenemos en Estados Unidos", finalizó.
La carta fue leída por José Gómez, arzobispo de Los Ángeles, al finalizar la misa de celebración de las "mañanitas" a la Virgen de Guadalupe en la catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles.
"Cualquier inmigrante, en cualquier lugar del mundo, al moverse de un país a otro pasa por periodos de sufrimiento, que en parte es igual al sufrimiento que tuvo nuestro señor Jesucristo al dar su vida por cada uno de nosotros", dijo a Efe Gómez.
"En cierto sentido Jesús es un inmigrante que vino a la tierra para estar con nosotros, para darnos la oportunidad de ser felices, de la misma manera en que los inmigrantes vienen a contribuir positivamente a este país y al mismo tiempo buscar el bienestar de su familia", aseguró.
Gómez dijo que los obispos católicos defienden la necesidad de "una reforma migratoria con la que los inmigrantes indocumentados puedan obtener documentos para que con plenos derechos puedan participar activamente en la vida del país".
"Los obispos latinos hemos creado la carta de apoyo, porque creemos que debemos de acompañar a los inmigrantes en la travesía y porque están pasando por momentos difíciles por causa de que no ha habido una reforma migratoria justa e integral", indicó.
Entre los obispos firmantes de la carta se encuentran representantes de diversas arquidiócesis estadounidenses como James A. Tamayo, obispo de Laredo; Octavio Cisneros, de Brooklyn; Jaime Soto, de Sacramento; Arturo Cepeda, de Detroit; Alberto Rojas, de Chicago; Josu Iriondo, de Nueva York; Eduardo Nevares, de Phoenix; Eusebio Elizondo, de Seattle; Gabino Zavala, de Los Ángeles.
"Les hacemos saber a las personas que se encuentran en nuestro país sin papeles que no están solos, ni olvidados", aseguran.
"Reconocemos que todo ser humano, documentado o no es imagen de Dios y por lo tanto tiene un valor infinito", expresa la misiva en la que indica que la Iglesia Católica no va a esperar a que todos los inmigrantes tengan documentos legales para abrirles las puertas y hacerlos sentir bienvenidos en los templos.
"Les abrimos nuestros brazos y nuestro corazón y los recibimos como miembros de nuestra familia católica y como pastores les dirigimos estas palabras desde los más profundo de nuestro corazón", remarcaron.
El arzobispo Gómez destacó que el grupo de obispos decidió dar a conocer esta carta en el día de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y de América Latina, porque ella es la madre espiritual que intercede por los católicos.
El prelado señaló además que la Iglesia Católica tiene conversaciones con dirigentes políticos con el fin de convencerlos de que reformen las leyes migratorias para cesar el sufrimiento de los aproximadamente 11 millones de trabajadores indocumentados que hay en el país.
"La mayoría en este país, ya sean católicos o no, compartimos los valores cristianos y el humanismo, por eso creo que las personas que profesan otras religiones deben de apoyar esta causa justa también", expresó Gómez.
"Sentimos que nuestros hermanos inmigrantes indocumentados necesitan nuestro apoyo y por eso le exigimos a nuestros gobernantes que busquen la solución a la realidad de la inmigración en EE.UU.", sostuvo.
En la carta también se destacan los aportes de los trabajadores indocumentados y su contribución a la economía nacional, además de las contribuciones en las áreas espirituales y culturales
"Lamentablemente algunos aprovechan el ambiente de incertidumbre (económica) para despreciar al migrante y aún culparlo de la crisis", dice en la carta pastoral que compara el sufrimiento de los inmigrantes indocumentados con el de Jesucristo.
El arzobispo angelino explicó que debido a que en los templos católicos se congregan inmigrantes sin documentos los pastores al escuchar sus penurias sufren con ellos.
"Por ello, con la carta, nosotros los obispos, le exigimos al presidente Barack Obama que resuelva la crisis migratoria que tenemos en Estados Unidos", finalizó.
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