La creencia que los antepasados están dotados de poderes sobrenaturales se acerca a la idolatría” afirman los Obispos del África Austral, según informa la agencia Fides, del dicasterio misionero de la Santa Sede. “Constatamos, con una cierta preocupación, que diversos cristianos africanos, que viven momentos difíciles, se dirigen a las prácticas de su religión tradicional”, afirman los Obispos del África austral en una carta pastoral sobre la fe cristiana y el culto ancestral, recientemente publicada. Los Obispos se refieren en particular a las prácticas que prevén “la intervención de los espíritus de los antepasados, de espíritus medium, la consulta de adivinos, la magia y otras cosas”.
“Lo que es aún más preocupante -se afirma en el documento- es el hecho que algunos sacerdotes y religiosos (además de laicos profesionales: maestros, médicos, enfermeros…) buscan convertirse en adivinos y curanderos”.
Nos preguntamos que pensar de los “carismáticos” farsantes de la fe, que engañan a muchos con sus curanderismos…
El P. Miguel Santurio el “!cura! ndero” que fue sancionado por el Obispo de San Luis por decir que ¡curaba!
Por este motivo los Obispos decidieron redactar la carta pastoral para explicar una vez más las enseñanzas de la Iglesia católica y poner en evidencia los elementos culturales que contradicen el mensaje del Evangelio.
En primer lugar, el documento reafirma el significado del sacerdocio católico: “Los sacerdotes actúan en la persona de Cristo y no en las personas de los espíritus de sus antepasados. Ellos reciben autoridad y poder de la Iglesia y no a través de un ritual para convertirse en adivino-curandero. La afirmación de actuar a través de una doble fuente de poder y autoridad confunde a los cristianos y debilita la imagen del sacerdote porque una contradice a la otra”.
Son sobre todo las personas en dificultad, y en particular los enfermos, los que recurren a las prácticas de la religión ancestral. Por esto los Obispos señalan que “las creencias religiosas indígenas atribuyen un poder de curación a los espíritus de los antepasados. En este contexto, el sacramento de los enfermos empalidece hasta convertirse en algo insignificante a los ojos de los que sufren, porque la fe en Jesucristo no juega ningún papel”.
“Esta práctica y estas creencias contradicen las enseñanzas de la Iglesia sobre la curación”. Los Obispos recuerdan en cambio que “el Señor siempre mostró una gran atención y cuidado por el bienestar corporal y espiritual de los enfermos. Esto se evidencia en el Evangelio y sobre todo en el sacramento de la unción de los enfermos”.
Por lo que se refiere al culto de los antepasados, la carta pastoral de la Conferencia Episcopal del África Austral, recuerda que “la creencia en que los antepasados están dotados de poderes sobrenaturales se acerca a la idolatría. Es Dios y solamente Dios que es omnipotente. Los antepasados son sus creaturas. Ellos pueden ayudarnos solamente intercediendo por nosotros. Cuando nos dirigimos a los antepasados o Santos, debemos usar la frase ‘ruega por nosotros’ y no ‘haz esto por nosotros’. El primer mandamiento prohíbe honrar a otros dioses fuera del Señor, que se reveló a su pueblo”.
“Toda forma de adivinación debe ser rechazada -continúa el documento-. Consultar horóscopos, astrólogos, lectura de la mano, recurrir a los medium, son prácticas que esconden el deseo de poder sobre el tiempo, la historia y, por último, sobre los seres humanos. Un comportamiento correcto cristiano consiste, en cambio, en ponerse en las manos de la Providencia”.
Los Obispos se detienen asimismo en advertir a los fieles sobre la magia, la simonía y las medicinas mágicas, y concluyen su reflexión recordando el significado cristiano de la vida después de la muerte y la importancia de la oración por los propios difuntos que están aún en el Purgatorio.+
por Gustavo Maldocena. Tomado de: Radio Cristiandad.
“Lo que es aún más preocupante -se afirma en el documento- es el hecho que algunos sacerdotes y religiosos (además de laicos profesionales: maestros, médicos, enfermeros…) buscan convertirse en adivinos y curanderos”.
Nos preguntamos que pensar de los “carismáticos” farsantes de la fe, que engañan a muchos con sus curanderismos…
El P. Miguel Santurio el “!cura! ndero” que fue sancionado por el Obispo de San Luis por decir que ¡curaba!
Por este motivo los Obispos decidieron redactar la carta pastoral para explicar una vez más las enseñanzas de la Iglesia católica y poner en evidencia los elementos culturales que contradicen el mensaje del Evangelio.
En primer lugar, el documento reafirma el significado del sacerdocio católico: “Los sacerdotes actúan en la persona de Cristo y no en las personas de los espíritus de sus antepasados. Ellos reciben autoridad y poder de la Iglesia y no a través de un ritual para convertirse en adivino-curandero. La afirmación de actuar a través de una doble fuente de poder y autoridad confunde a los cristianos y debilita la imagen del sacerdote porque una contradice a la otra”.
Son sobre todo las personas en dificultad, y en particular los enfermos, los que recurren a las prácticas de la religión ancestral. Por esto los Obispos señalan que “las creencias religiosas indígenas atribuyen un poder de curación a los espíritus de los antepasados. En este contexto, el sacramento de los enfermos empalidece hasta convertirse en algo insignificante a los ojos de los que sufren, porque la fe en Jesucristo no juega ningún papel”.
“Esta práctica y estas creencias contradicen las enseñanzas de la Iglesia sobre la curación”. Los Obispos recuerdan en cambio que “el Señor siempre mostró una gran atención y cuidado por el bienestar corporal y espiritual de los enfermos. Esto se evidencia en el Evangelio y sobre todo en el sacramento de la unción de los enfermos”.
Por lo que se refiere al culto de los antepasados, la carta pastoral de la Conferencia Episcopal del África Austral, recuerda que “la creencia en que los antepasados están dotados de poderes sobrenaturales se acerca a la idolatría. Es Dios y solamente Dios que es omnipotente. Los antepasados son sus creaturas. Ellos pueden ayudarnos solamente intercediendo por nosotros. Cuando nos dirigimos a los antepasados o Santos, debemos usar la frase ‘ruega por nosotros’ y no ‘haz esto por nosotros’. El primer mandamiento prohíbe honrar a otros dioses fuera del Señor, que se reveló a su pueblo”.
“Toda forma de adivinación debe ser rechazada -continúa el documento-. Consultar horóscopos, astrólogos, lectura de la mano, recurrir a los medium, son prácticas que esconden el deseo de poder sobre el tiempo, la historia y, por último, sobre los seres humanos. Un comportamiento correcto cristiano consiste, en cambio, en ponerse en las manos de la Providencia”.
Los Obispos se detienen asimismo en advertir a los fieles sobre la magia, la simonía y las medicinas mágicas, y concluyen su reflexión recordando el significado cristiano de la vida después de la muerte y la importancia de la oración por los propios difuntos que están aún en el Purgatorio.+
por Gustavo Maldocena. Tomado de: Radio Cristiandad.
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