Su Santidad Benedicto XVI ha afirmado que cuidar el medio ambiente es un "imperativo", ya que Dios ha puesto la creación en manos del hombre, "no para que ejerza sobre ella un dominio arbitrario, sino para que la custodie" y ha asegurado que la naturaleza "gime por los daños causados por el egoísmo del hombre.
El Pontífice así lo ha manifestado en un mensaje enviado al arzobispo Geraldo Lyrio Rocha, de Mariana (Brasil), presidente de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos del Brasil, con motivo de la Campaña de Fraternidad que tiene lugar en ese país todos los años durante la Cuaresma, hecho público hoy por el Vaticano.
El lema de la Campaña es "La creación gime con dolores de parto" y según el Papa esos gemidos son "los daños causados en la creación por el egoísmo del ser humano".
Para Benedicto XVI el primer paso para una relación correcta con el mundo que nos rodea es el reconocimiento, por parte del ser humano, de su condición de criatura.
"El hombre no es Dios, sino su imagen y por eso debe tratar de ser más sensible a la presencia de Dios en lo que le rodea", escribió el Papa, que añade que el ser humano sólo será capaz de respetar a las criaturas si en su espíritu conserva un sentido pleno de la vida.
Si no es así, agregó, "llegará a despreciarse a sí mismo y lo que le rodea, y a no respetar el medio ambiente en el que vive, la creación".
Por eso, puntualizó el Pontífice, la primera ecología que hay que defender es la ecología humana. "Es decir, sin una clara defensa de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural, sin una defensa de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer,sin una verdadera defensa de los que son excluidos y marginados por la sociedad, sin olvidar a aquellos que lo perdieron todo, víctimas de desastres naturales, nunca se podrá hablar de una auténtica defensa del medio ambiente", aseguró.
El Obispo de Roma recordó a los prelados brasileños que los ciudadanos de ese país, que cuenta con uno de los llamados "pulmones de la tierra (la Amazona) deben cuidar "la gran herencia que Dios os ha dejado".
El Pontífice así lo ha manifestado en un mensaje enviado al arzobispo Geraldo Lyrio Rocha, de Mariana (Brasil), presidente de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos del Brasil, con motivo de la Campaña de Fraternidad que tiene lugar en ese país todos los años durante la Cuaresma, hecho público hoy por el Vaticano.
El lema de la Campaña es "La creación gime con dolores de parto" y según el Papa esos gemidos son "los daños causados en la creación por el egoísmo del ser humano".
Para Benedicto XVI el primer paso para una relación correcta con el mundo que nos rodea es el reconocimiento, por parte del ser humano, de su condición de criatura.
"El hombre no es Dios, sino su imagen y por eso debe tratar de ser más sensible a la presencia de Dios en lo que le rodea", escribió el Papa, que añade que el ser humano sólo será capaz de respetar a las criaturas si en su espíritu conserva un sentido pleno de la vida.
Si no es así, agregó, "llegará a despreciarse a sí mismo y lo que le rodea, y a no respetar el medio ambiente en el que vive, la creación".
Por eso, puntualizó el Pontífice, la primera ecología que hay que defender es la ecología humana. "Es decir, sin una clara defensa de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural, sin una defensa de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer,sin una verdadera defensa de los que son excluidos y marginados por la sociedad, sin olvidar a aquellos que lo perdieron todo, víctimas de desastres naturales, nunca se podrá hablar de una auténtica defensa del medio ambiente", aseguró.
El Obispo de Roma recordó a los prelados brasileños que los ciudadanos de ese país, que cuenta con uno de los llamados "pulmones de la tierra (la Amazona) deben cuidar "la gran herencia que Dios os ha dejado".
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