San Lázaro, en el nombre de Dios, te pido San Lázaro bendito, que cuando angustiado te invoque, en mis horas de dolor y anhelo de caridad y protección. Oh!, San Lázaro escúchame por favor. Bendito San Lázaro de Bethania, amparo y sostén de María y Marta, a tí llamo, Oh! amado y siempre vivo espíritu de gracia, con la misma Fé y amor que Jesús llamó a la puerta del sepulcro, de donde salistes vivo y glorioso, después de haber estado por espacio de tres días consecutivos, tu cuerpo enterrado, sin haber dado la más leve señal de impurezas o imperfección. Así también, yo hoy llamo a la puerta de tú Divino Espíritu, para que con la misma Fé que Dios infundió en tí, me concedas lo que te pido (se hace la petición), invocando para ello el incomparable amor con que Dios te quiso premiar y resignación con que supistes soportar la vida material. Amén
jueves, 17 de diciembre de 2009
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