lunes, 5 de octubre de 2009
¿Salvación por la Fe o por las Obras?
INTRODUCCIÓN: Martín Lutero (1483-1546), enseñaba que solamente se consigue la salvación por la “fe en Jesucristo”. No obstante, tuvieron que pasar más de 450 años antes de que se hiciera una Declaración Conjunta sobre el tema de la Justificación por la Fe, firmada el 31 de octubre de 1999 en la ciudad de Ausburgo (Alemania), en la que “luteranos y católicos han llegado al acuerdo que la Obras son fruto de la Fe en Cristo”. Ahora bien, si el padre de la Reforma Protestante, hubiera estudiado con profundidad las Sagradas Escrituras, se hubiera dado cuenta que existen catorce fórmulas bíblicas para alcanzar la vida eterna.
I. LA FE:
- “El justo por la fe vivirá” (Romanos 1,17).
- “Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe” (Efesios 2,8).
II. LAS OBRAS:
- “Porque el Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles, entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho” (Mateo 16,27; 25, 31-40).
- “-Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo” (Mateo 19,21).
- “Pero tú, como eres terco y nos has querido volverte a Dios, estás amontonando castigo sobre ti mismo para el día del castigo, cuando Dios se manifestará para dictar su justa sentencia y pagar a cada uno conforme a lo que hay hecho. Dará vida eterna a quienes, buscando gloria, honor e inmortalidad, perseveraron en hacer lo bueno” (Romanos 2,5-7).
- “Pues los que no han tenido compasión de otros, sin compasión serán también juzgados, pero los que han tenido compasión saldrán victoriosos en la hora del juicio” (Santiago 2,13).
- “Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono; y fueron abiertos los libros, y también otro libro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados de acuerdo con sus hechos y con lo que estaba escrito en aquellos libros” (Apocalipsis 20,12; 22,12).
III. EL BAUTISMO:
- “Jesús le contestó: -Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3,5).
- “El que crea y sea bautizado, será salvo” (Marcos 16,16).
IV. LA EUCARISTÍA:
- “El que come mi cuerpo y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último” (Juan 6,54).
V. EL CONOCIMIENTO DE DIOS Y DE SU HIJO JESUCRISTO:
- “Y la vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste” (Juan 17,3).
VI. LA CREENCIA EN JESUCRISTO:
- “El que cree en el Hijo, tiene vida eterna” (Juan 3,36).
- “Porque la voluntad de mi Padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en él, tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día último” (Juan 6,40).
- “Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación” (Romanos 10,9).
VII. INVOCAR EL NOMBRE DE JESÚS:
- “Pero todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación” (Hechos 2,21).
VIII. DAR LA VIDA POR JESÚS:
- “Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras. Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo” (Mateo 5,11-12)
- “Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, será salvo” (Mateo 10,22; 24,13).
IX. DEJAR TODO POR JESÚS:
- “Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío, les aseguró que tendrá su premio” (Mateo 10,42).
- “Y todos los que por causa mía hayan dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida eterna” (Mateo 19,29).
X. OBEDECER LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS:
- “No todos aquellos que me dicen: Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos; sino aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, éste entrará en el reino de los cielos” (Mateo 7,21).
- “Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos” (Mateo 19,17; 5,17-19).
XI. SER POBRES DE ESPÍRITU:
- “Dichosos los que reconocen su necesidad espiritual, pues el reino de Dios les pertenece” (Mateo 5,3).
XII. SER DE CORAZÓN LIMPIO:
- “Dichosos los de corazón limpio, pues ellos verán a Dios” (Mateo 5,8).
XIII. LOS QUE SON COMO NIÑOS Y LOS NIÑOS:
- “El más importante en el reino de Dios es el que se humilla y se vuelve como este niño” (Mateo 18,4).
- “-Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos” (Mateo 19,14).
XIV. LOS PECADORES ARREPENTIDOS:
- “-Les aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de Dios. Porque Juan el Bautista vino a enseñarles cómo deben vivir, y ustedes no le creyeron; en cambio, esos cobradores de impuestos y esas prostitutas sí le creyeron” (Mateo 21,31-32).
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