Gloriosa Santa Juana de Arco a ti acudimos, llenos de confianza en tu intercesión. Nos sentimos atraídos a ti con una especial devoción y sabemos que nuestras súplicas serán más agradables a Dios nuestro Señor, si tu, que tan amada eres de Él, se las presentáis. Tu caridad, reflejo admirable de la de Dios, te inclina a socorrer toda miseria, a consolar toda pena y a complacer todo deseo y necesidad, si ello ha de ser en provecho de nuestra alma. Mira, pues, nuestras miserias y penas nuestros trabajos y necesidades, nuestros buenos deseos, y alcánzanos que cada día aseguremos más nuestra eterna salvación con la práctica de las buenas obras y la imitación de tus virtudes.
Amén
Siempre he admirado, el valor y la intrepidez de esta admirable santa. Poder de Dios y humildad conjugados en una sola persona. Bendito sea Dios por sus excelsas maravillas.
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