Siguiendo una tradición de los últimos papas, Benedicto XVI recibió el lunes 7 de enero a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, ante quienes pronunció su discurso anual en el que abordó magistralmente las principales cuestiones que inquietan actualmente a la humanidad.
Así, en un pantallazo panorámico el Papa se refirió a temas de gran actualidad, como la libertad religiosa, la objeción de conciencia, los fanatismos religiosos, las agresiones a la vida humana, que debe ser respetada desde su concepción hasta la muerte natural, la defensa de los derechos humanos, la caridad con la que la Iglesia acompaña a los que sufren construyendo así la paz en el mundo.
En el discurso no faltaron referencias a Tierra Santa, Siria o Nigeria, donde dominan el dolor y aun el horror; al mundo occidental donde el olvido de Dios trae como consecuencia el olvido del hombre; a América Latina para la que pidió inversiones en educación, y concluyó con palabras que Pablo VI pronunció al término del Concilio Vaticano II: “A ustedes les corresponde ser sobre la tierra los promotores del orden y de la paz entre los hombres. Pero no lo olviden: es Dios el gran artesano del orden y la paz sobre la tierra”.
Extractos del discurso
Así, en un pantallazo panorámico el Papa se refirió a temas de gran actualidad, como la libertad religiosa, la objeción de conciencia, los fanatismos religiosos, las agresiones a la vida humana, que debe ser respetada desde su concepción hasta la muerte natural, la defensa de los derechos humanos, la caridad con la que la Iglesia acompaña a los que sufren construyendo así la paz en el mundo.
En el discurso no faltaron referencias a Tierra Santa, Siria o Nigeria, donde dominan el dolor y aun el horror; al mundo occidental donde el olvido de Dios trae como consecuencia el olvido del hombre; a América Latina para la que pidió inversiones en educación, y concluyó con palabras que Pablo VI pronunció al término del Concilio Vaticano II: “A ustedes les corresponde ser sobre la tierra los promotores del orden y de la paz entre los hombres. Pero no lo olviden: es Dios el gran artesano del orden y la paz sobre la tierra”.
Extractos del discurso
Siguen amplios extractos del discurso del Santo Padre Benedicto XVI, preparados por el Vatican Information Service (VIS).
"Compete ante todo a las autoridades civiles y políticas la grave responsabilidad de trabajar por la paz. Ellas son las primeras que tienen la obligación de resolver los numerosos conflictos que siguen ensangrentando a la humanidad, empezando por esta Región privilegiada en el designio de Dios que es Oriente Medio. Pienso ante todo en Siria, desgarrada por incesantes masacres y teatro de espantosos sufrimientos entre la población civil. Renuevo mi llamamiento para que se depongan las armas y prevalezca cuanto antes un diálogo constructivo que ponga fin a un conflicto que, de continuar, no conocerá vencedores sino sólo vencidos, dejando atrás solo ruinas. Permítanme, señoras y señores embajadores, que les pida que sigan sensibilizando a sus gobiernos para que se faciliten urgentemente las ayudas indispensables para afrontar la grave situación humanitaria”.
Mirada al Medio Oriente
“Miro además con especial atención a Tierra Santa. Después del reconocimiento de Palestina como Estado Observador no Miembro de las Naciones Unidas, renuevo el deseo de que israelíes y palestinos, con el apoyo de la comunidad internacional, se comprometan en una convivencia pacífica dentro del marco de dos estados soberanos, en el que se preserven y garanticen el respeto de la justicia y las aspiraciones legítimas de los dos pueblos. Jerusalén, que seas lo que tu nombre significa. Ciudad de la paz y no de la división; profecía del Reino de Dios y no mensaje de inestabilidad y oposición."
"Dirigiendo mi atención a la querida población iraquí, deseo que pueda recorrer el camino de la reconciliación, para llegar a la estabilidad deseada. En el Líbano, donde en el pasado septiembre me encontré con sus diversas realidades constitutivas, que todos cultiven la pluralidad de tradiciones religiosas como una verdadera riqueza para el país, así como para toda la región, y que los cristianos den un testimonio eficaz para la construcción de un futuro de paz con todos los hombres de buena voluntad."
Plaga de la guerra en África
"La colaboración de todos los miembros de la sociedad es también prioritaria en África del Norte y, a cada uno de ellos se le ha de garantizar la plena ciudadanía, la libertad de profesar públicamente su religión y la posibilidad de contribuir al bien común. Aseguro mi cercanía y oración a todos los egipcios, en este período en que se ponen en marcha nuevas instituciones."
"Dirigiendo la mirada a África subsahariana, aliento los esfuerzos para construir la paz, sobre todo allí donde permanece abierta la plaga de la guerra, con graves consecuencias humanitarias. Pienso particularmente en la región del Cuerno de África, como también en la del este de la República democrática del Congo, donde las violencias se han reavivado, obligando a numerosas personas a abandonar sus casas, sus familias y sus ambientes. Al mismo tiempo, no puedo dejar de mencionar otras amenazas que se perfilan en el horizonte.
“A intervalos regulares, Nigeria es el teatro de atentados terroristas que provocan víctimas, sobre todo entre los fieles cristianos reunidos en oración, como si el odio quisiera transformar los templos de oración y de paz en centros de miedo y división. He sentido una gran tristeza al saber que, precisamente en los días en que celebrábamos la Navidad, unos cristianos fueron asesinados de modo bárbaro. Malí está también desgarrada por la violencia y marcada por una profunda crisis institucional y social, que exige una atención eficaz por parte de la Comunidad internacional. Espero que las negociaciones anunciadas para los próximos días en la República Centroafricana devuelvan la estabilidad y eviten que la población reviva los horrores de la guerra civil."
Respeto por la vida humana
"La construcción de la paz pasa siempre por la protección del hombre y de sus derechos fundamentales. Esta tarea, incluso cuando se lleva a cabo con diversa modalidad e intensidad, interpela a todos los países y debe estar constantemente inspirada por la dignidad trascendente de la persona humana y por los principios inscritos en su naturaleza. Entre estos figura en primer lugar el respeto de la vida humana, en todas sus fases. A este propósito, me alegra que una Resolución de la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, en enero del año pasado, haya solicitado la prohibición de la eutanasia, entendida como la muerte voluntaria, por acto o por omisión, de un ser humano en estado de dependencia.
“Al mismo tiempo, compruebo con tristeza como en diversos países de tradición cristiana se pretenden introducir o ampliar legislaciones que despenalizan o liberalizan el aborto. El aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es gravemente contrario a la ley moral. Cuando afirma esto, la Iglesia no deja de tener comprensión y benevolencia, también hacia la madre. Se trata, más bien, de velar para que la ley no llegue a alterar injustamente el equilibrio entre el derecho a la vida de la madre y la del niño no nacido, que pertenece a ambos por igual. En este ámbito, es una fuente de preocupación el reciente fallo de la Corte interamericana de derechos del hombre, relativo a la fecundación in vitro, que redefine arbitrariamente el momento de la concepción y debilita la defensa de la vida prenatal."
Europa necesita enderezar su economía
"La Unión Europea necesita también de representantes clarividentes y cualificados que tomen las difíciles decisiones que se necesitan para enderezar su economía y poner las bases sólidas de su desarrollo. Es posible que algunos países pueden ir más rápido solos, pero todos, juntos, irán ciertamente más lejos. Si el índice diferencial entre los tipos financieros constituye una preocupación, las crecientes diferencias entre un pequeño número, cada vez más rico, y un gran número, irremediablemente más pobre, debería despertar preocupación. Se trata, en una palabra, de no resignarse al "Spread de bienestar social", mientras se combate el financiero."
Invertir en educación
"Invertir en la educación en los países en vías de desarrollo de África, Asía y América Latina, significa ayudarles a vencer la pobreza y las enfermedades, así como a establecer sistemas de derechos equitativos y respetuosos de la dignidad humana. Es cierto que, para establecer la justicia, no basta con buenos modelos económicos, aunque sean necesarios. La justicia solamente se realiza si hay personas justas. Construir la paz significa, por consiguiente, educar a los individuos a combatir la corrupción, la criminalidad, la producción y el tráfico de drogas, así como a evitar divisiones y tensiones, que amenazan con debilitar la sociedad, obstaculizando el desarrollo y la convivencia pacífica."
Atentados contra la libertad religiosa
"Continuando nuestra conversación, quisiera añadir que la paz social esta amenazada también por ciertos atentados contra la libertad religiosa: en ocasiones se trata de la marginación de la religión en la vida social; en otros casos, de intolerancia o incluso de violencia contra personas, símbolos de identidad e instituciones religiosas. Se llega también al extremo de impedir a los creyentes, especialmente a los cristianos, contribuir al bien común a través de sus instituciones educativas y asistenciales.
“Para salvaguardar efectivamente el ejercicio de la libertad religiosa es esencial además respetar el derecho a la objeción de conciencia. Esta ‘frontera’ de la libertad toca principios de gran importancia, de carácter ético y religioso, enraizados en la dignidad misma de la persona humana. Son como ‘los muros de carga’ de toda sociedad que desea ser verdaderamente libre y democrática. Por consiguiente, prohibir, en nombre de la libertad y el pluralismo, la objeción de conciencia individual e institucional, abriría por el contrario las puertas a la intolerancia y a la nivelación forzada."
Importancia del diálogo entre las religiones
"Por otra parte, en un mundo de fronteras cada vez más abiertas, construir la paz a través del diálogo no es una opción sino una necesidad. En esta perspectiva, la Declaración conjunta entre el presidente de la Conferencia episcopal polaca y el Patriarca de Moscú, firmada en el pasado mes de agosto, es un signo fuerte ofrecido por los creyentes para favorecer las relaciones entre el Pueblo ruso y el polaco. Deseo igualmente mencionar el acuerdo de paz concluido recientemente en Filipinas y subrayar la importancia del diálogo entre las religiones para una convivencia pacífica en la región de Mindanao."
La caridad de la Iglesia
Benedicto XVI terminó afirmando que la paz es "una palabra vacía de sentido" sin la caridad, y la caridad "es el corazón de la acción diplomática de la Santa Sede y, ante todo, de la solicitud del Sucesor de Pedro y de toda la Iglesia católica. La caridad no sustituye a la justicia negada, ni por otra parte, la justicia suple a la caridad rechazada. La Iglesia vive cotidianamente la caridad en sus obras de asistencia, como los hospitales y dispensarios, en sus obras educativas, como los orfanatos, escuelas, colegios, universidades, así como a través de la asistencia a las poblaciones en dificultad, especialmente durante y después de los conflictos. En nombre de la caridad, la Iglesia quiere también estar cerca de todos los que sufren a causa de las catástrofes naturales. Pienso en las víctimas de las inundaciones en el sur de Asia y del huracán que se abatió sobre la costa oriental de los Estados Unidos de América. Pienso también a los que han sufrido un fuerte temblor de tierra, que devastó algunas regiones de Italia septentrional.
“Como ustedes saben, he querido acercarme personalmente a estos lugares, donde he constatado el deseo ardiente con el que se quiere reconstruir lo que se ha destruido. Deseo que, en este momento de su historia, este espíritu de tenacidad y de compromiso compartido anime a toda la amada nación italiana."
Dios es el gran artesano de la paz
"Al concluir nuestro encuentro, deseo recordar que el siervo de Dios, papa Pablo VI, al final del Concilio Vaticano II, que comenzó hace cincuenta años, dirigió algunos mensajes que son todavía actuales, uno de los cuales destinado a todos los gobernantes. Les exhortaba en estos términos, que hoy hago míos: “A ustedes les corresponde ser sobre la tierra los promotores del orden y de la paz entre los hombres. Pero no lo olviden: es Dios el gran artesano del orden y la paz sobre la tierra”.
Actualmente la Santa Sede tiene relaciones diplomáticas plenas con 179 países, a los que hay que añadir la Unión Europea y la Soberana Orden Militar de Malta y una misión con carácter especial: la Oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Por lo que se refiere a las Organizaciones Internacionales, la Santa Sede está presente en la ONU en calidad de "Estado observador" y es además miembro de 7 Organizaciones o Agencias del Sistema ONU, observador en otras 8 y miembro u observador en 5 Organizaciones regionales.
Tomado de Aica.org
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