viernes, 3 de julio de 2009
35 años de San Josemaría Escrivá de Balaguer en Luján
“Que sembréis la paz y la alegría por todos lados; que no digáis ninguna palabra molesta para nadie; que sepáis ir del brazo de los que no piensan como vosotros. Que no os maltratéis jamás; que seáis hermanos de todas las criaturas, sembradores de paz y alegría, y que les deis esta inquietud de acción de gracias que tú me has dado con tus palabras. Porque me has conmovido, y me haces decir otra vez al Señor: Gratias Tibi, Deus, gracias Tibi!”
“Cuando me vaya, me quedaré a los pies de Santa María de Luján; ahí dejo mi corazón… Hijos míos, gracias, gracias a Dios, gracias a vosotros, y gracias a Santa María de Luján: porque he venido, y porque me iré, pero volveré; y además, me quedaré.”
San Josemaría en Luján, Argentina, 12.VI.1974
Este viernes 12 de junio se celebró a las 16 hs. en la Basílica de Luján la Santa Misa con ocasión de la bendición y entronización de una imagen de San Josemaría en la Basílica. Presidió la ceremonia el Arzobispo de la diócesis, Mons. Agustín Radrizzani.
El mismo día, pero en 1974, San Josemaría acudió a la Basílica para rezar a la Virgen. En esa ocasión se reunió con muchas personas de numerosas ciudades de Argentina, Uruguay y Paraguay. Recogemos algunas palabras suyas pronunciadas durante su estadía en nuestro país, desde el 7 al 28 de junio.
El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, presidió una celebración eucarística en la basílica de Nuestra Señora de Luján, al término de la cual bendijo una imagen de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, la que quedó entronizada en uno de los altares laterales santuario dedicado a la patrona de Argentina.
El prelado recordó que “a punto de partir, el 26 de junio de 1974 -un año antes de su tránsito al Cielo-, conmovido y lleno de agradecimiento a Dios y a la Virgen, se despedía de miles de personas que lo escuchaban emocionados, diciendo: ‘Yo tengo hambre de quedarme con vosotros. Y cuando me vaya me quedaré a los pies de Santa María de Luján; ahí dejo mi corazón. Hijos míos, gracias, gracias a Dios, gracias a vosotros, y gracias a Santa María de Luján: porque he venido, y porque me iré, pero volveré; y, además, me quedaré’”.
“Hoy, al recibir y bendecir la imagen de San Josemaría que se queda junto a nuestra Madre, de algún modo se cumplen estas palabras llenas de amor: vino, se fue, y volvió para quedarse. Podremos así contar con su intercesión unida a la omnipotencia suplicante de la Virgen de Luján cada vez que vengamos a verla, y les pediremos que nos ayuden a los que aquí estamos, a nuestras familias y a todos los peregrinos que pasen por el Santuario, a ser felices en la tierra santificando nuestra vida cotidiana y sirviendo a los demás -en especial a los más necesitados-, y a alcanzar el Cielo”, subrayó.
Un templo mariano colmado de fieles fue el marco adecuado para esta celebración eucarística, en la que se recordó el paso del santo por esta basílica, hace 35 años. El 12 de junio de 1974 Josemaría realizó una peregrinación a este santuario, donde rezó a la patrona de Argentina.
Monseñor Radrizzani hizo un repaso del legado de San Josemaría para la Iglesia, destacó el especial amor del fundador del Opus Dei por los sacerdotes, y compartió su emoción al visitar cerca de Luján, en la casa de Retiros La Chacra, de Bella Vista, la habitación en la que vivió durante su estadía en la Argentina.
La imagen, entronizada en una capilla cercana al altar central de la Basílica, fue esculpida por el artista italiano Orio Dal Porto. Está esculpida en un bloque de mármol de Carrara y tiene una altura total de 1,05 metros.
De esta manera, quedará un recuerdo habitual del paso de San Josemaría por Luján, uno de los pocos santos reconocidos por la Iglesia que ha visitado la Basílica, junto con el Beato Pío IX y San Luis Orione.
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