Faltan poco más de dos semanas para que Benedicto XVI inicie la primera visita de Estado de un Papa a Reino Unido. Un viaje que ha generado controversia en ese país y que podría ser uno de los más complejos de la historia para un Pontífice. De hecho, la polémica se desató ayer luego de que una serie de carteles aparecieron en pleno centro de Londres, adosados a 15 autobuses con la leyenda "Papa Benedicto: ¡Ordene mujeres ya!". Los mensajes fueron colocados por el grupo Ordenación de Mujeres Católicas (CWO), que señala que la jerarquía eclesiástica quiere silenciar cualquier debate sobre esta situación.
Los carteles, a la vista en los tradicionales buses londinenses de dos pisos, tuvieron un costo de US$ 23 mil y circularán durante cuatro semanas. Pat Brown, portavoz de CWO, dijo que hay sacerdotes católicos que respaldan su iniciativa, pero que no se atreven a hacer público su apoyo por temor a una represalia disciplinaria. "Se nos prohíbe discutir este asunto en público. Por ejemplo, no podemos celebrar debates en dependencias de las parroquias. Es por eso que nos vemos forzados a tomar medidas como los carteles", agregó Brown, católica de una parroquia de Leeds.
A comienzos de año, el Vaticano declaró la ordenación de mujeres como uno de los crímenes más graves de la Iglesia Católica. Andrew Faley, vicesecretario general de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, dijo que pese a la campaña de CWO, la "Iglesia siempre protegerá la naturaleza y la validez del sacramento de la santa orden sacerdotal". "El intento de ordenar a una mujer como diácono, sacerdote u obispo va en contra del entendimiento especial del ministerio en el seno de la Iglesia Católica y de las iglesias del Este", agregó Faley. Benedicto XVI llegará a Reino Unido el próximo 16 de septiembre, en una visita de cuatro días y en el primer viaje que hace un Pontífice a ese país desde la visita de Juan Pablo II en 1982, producto de la Guerra de las Malvinas. Sin embargo, en esa ocasión, el Papa fue en el marco de un viaje pastoral y no oficial, como ahora.
El viaje del Pontífice ha desatado suspicacias en Reino Unido, donde viven alrededor de seis millones de católicos. Ello, porque ocurre en medio de la controversia desencadenada a partir de fines de 2009, cuando salieron a la luz pública varios casos de abusos contra menores por parte de sacerdotes católicos en la vecina Irlanda. La tensión cobró nuevos matices con el rechazo del Vaticano a las dimisiones presentadas por dos obispos católicos irlandeses. Además, se han generado cuestionamientos a partir del anuncio de que los feligreses británicos deberán pagar por asistir a los oficios religiosos de Benedicto XVI. Si bien el Vaticano ha negado eventuales cobros, sí se pondrá a la venta la "mochila del peregrino", un paquete que, según la BBC, incluye, entre otras cosas, la autorización para entrar a los recintos donde estará el Papa y un CD con 12 canciones de Liam McNally, finalista del concurso de TV Britain's got talent.
Otros cuestionamientos tienen que ver con la beatificación del cardenal John Henry Newman (1801-1890), anglicano convertido al catolicismo, a realizarse el 19 de septiembre. También han surgido críticas con la publicación de una guía de comportamiento para los católicos que acompañen al Papa durante su visita.
Los carteles, a la vista en los tradicionales buses londinenses de dos pisos, tuvieron un costo de US$ 23 mil y circularán durante cuatro semanas. Pat Brown, portavoz de CWO, dijo que hay sacerdotes católicos que respaldan su iniciativa, pero que no se atreven a hacer público su apoyo por temor a una represalia disciplinaria. "Se nos prohíbe discutir este asunto en público. Por ejemplo, no podemos celebrar debates en dependencias de las parroquias. Es por eso que nos vemos forzados a tomar medidas como los carteles", agregó Brown, católica de una parroquia de Leeds.
A comienzos de año, el Vaticano declaró la ordenación de mujeres como uno de los crímenes más graves de la Iglesia Católica. Andrew Faley, vicesecretario general de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, dijo que pese a la campaña de CWO, la "Iglesia siempre protegerá la naturaleza y la validez del sacramento de la santa orden sacerdotal". "El intento de ordenar a una mujer como diácono, sacerdote u obispo va en contra del entendimiento especial del ministerio en el seno de la Iglesia Católica y de las iglesias del Este", agregó Faley. Benedicto XVI llegará a Reino Unido el próximo 16 de septiembre, en una visita de cuatro días y en el primer viaje que hace un Pontífice a ese país desde la visita de Juan Pablo II en 1982, producto de la Guerra de las Malvinas. Sin embargo, en esa ocasión, el Papa fue en el marco de un viaje pastoral y no oficial, como ahora.
El viaje del Pontífice ha desatado suspicacias en Reino Unido, donde viven alrededor de seis millones de católicos. Ello, porque ocurre en medio de la controversia desencadenada a partir de fines de 2009, cuando salieron a la luz pública varios casos de abusos contra menores por parte de sacerdotes católicos en la vecina Irlanda. La tensión cobró nuevos matices con el rechazo del Vaticano a las dimisiones presentadas por dos obispos católicos irlandeses. Además, se han generado cuestionamientos a partir del anuncio de que los feligreses británicos deberán pagar por asistir a los oficios religiosos de Benedicto XVI. Si bien el Vaticano ha negado eventuales cobros, sí se pondrá a la venta la "mochila del peregrino", un paquete que, según la BBC, incluye, entre otras cosas, la autorización para entrar a los recintos donde estará el Papa y un CD con 12 canciones de Liam McNally, finalista del concurso de TV Britain's got talent.
Otros cuestionamientos tienen que ver con la beatificación del cardenal John Henry Newman (1801-1890), anglicano convertido al catolicismo, a realizarse el 19 de septiembre. También han surgido críticas con la publicación de una guía de comportamiento para los católicos que acompañen al Papa durante su visita.
Hola,
ResponderEliminarEl tema de la ordenación de mujeres no ha sido hasta ahora visto como "anticatólico". En realidad, después de conocer mucha documentación al respecto, le diré que es la primera vez que alguien se pronuncia así. Es más, fue en filas católicas, a principios del siglo XX, cuando se empezó a tratar esta posibilidad.
Por otra parte, le invitaría a buscar todas aquellas mujeres católicas a quienes Dios les concedió esta vocación. Las hay, y muchas, y la mayoría lo llevan en silencio. Las puede encontrar entre mujeres seglares y religiosas, incluso en monasterios.
Estaría bien que, por una vez, hicieran el discernimiento, no sobre sus pensamientos sino sobre los hechos mismos que Dios les pone delante mismo de su nariz (si quieren mirar).
Fraternalmente, la Bisbessa