viernes, 12 de junio de 2009

Súplica a la Virgen para ser buen cristiano - San Efrén


Santísima Señora, Madre de Dios;
tú eres la más pura de alma y cuerpo,
que vives más allá de toda pureza,
de toda castidad, de toda virginidad;
la única morada de toda la gracia del Espíritu Santo; q
ue sobrepasas incomparablemente
a las potencias espirituales en pureza,
en santidad de alma y cuerpo;
mírame culpable, impuro,
manchado en el alma y en el cuerpo por los vicios
de mi vida impura y llena de pecado;
purifica mi espíritu de sus pasiones;
santifica y encamina mis pensamientos errantes y ciegos;
regula y dirige mis sentidos;
líbrame de la detestable e infame tiranía de las inclinaciones
y pasiones impuras; anula en mí el imperio de mi pecado;
da la sabiduría y el discernimiento a mi espíritu en tinieblas,
miserable, para que me corrija de mis faltas y de mis caídas,
y así, libre de las tinieblas del pecado,
sea hallado digno de glorificarte, de cantarte libremente,
verdadera madre de la verdadera Luz, Cristo Dios nuestro.
Pues sólo con Él y por Él eres bendita y glorificada
por toda criatura, invisible y visible, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.

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