martes, 31 de enero de 2012

SS Benedicto XVI: “Escuchar la voz de Dios en nuestro corazón”


En el rezo del Ángelus de este domingo, ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre invitó a “escuchar la voz de Dios y a no endurecer el corazón”. En este sentido, recordó que con Jesús “sacaremos fuerzas para afrontar las dificultades de la vida y servir con sencillez a los que nos rodean, sobre todo a quienes pasan por pruebas diversas”.

Se refirió al Evangelio del día, de San Marcos, en el que Jesús predica en la sinagoga de Cafarnaún, la pequeña ciudad en el lago de Galilea en donde vivían Pedro y su hermano Andrés, y donde un hombre “poseído por un espíritu inmundo” reconoce en Cristo al Santo de Dios y Mesías que lo libera de la posesión y en poco tiempo, “su fama se difunde en toda la región, que Él recorre anunciando el Reino de Dios y sanando todo tipo de enfermo: de palabra y de acción. .

El Papa afirmó que “la palabra que Jesús dirige a los hombres abre inmediatamente el acceso a la voluntad del Padre y a la verdad de sí mismos”.

“No así, en cambio, sucedía a los escribas, que tenían que esforzarse en interpretar las Sagradas escrituras con numerosas reflexiones. Además, a la eficacia de la palabra, Jesús unía aquella de los signos de la liberación del mal”.

San Atanasio, prosigue el Santo Padre, “observa que ‘ordenar a los demonios y expulsarlos nos es una obra humana sino divina’, de hecho, el Señor ‘alejaba de los hombres toda clase de enfermedades. ¿Quién, viendo su poder… habría aún dudado que Él sea el Hijo, la Sabiduría y la Potencia de Dios?’”.

La autoridad divina, explicó Benedicto XVI, “no es una fuerza de la naturaleza. Es el poder del amor de Dios que crea el universo y encarnándose en el Hijo Unigénito, bajando en nuestra humanidad, sana al mundo corrupto por el pecado”.

“A menudo para el hombre la autoridad significa afán de posesión, poder, dominio, suceso. Para Dios, en cambio, la autoridad significa servicio, humildad, amor; significa entrar en la lógica de Jesús que se inclina para lavar los pies a los discípulos, que busca el verdadero bien del hombre, que mira las heridas, que es capaz de un amor tan grande de dar la vida, porque es el Amor”.

El Papa recordó que el jueves 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor en el templo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.

También exhortó a invocar la paz para toda la familia humana, recordando la Jornada mundial de los enfermos de lepra, -que se celebraba ayer-, la lucha contra la pobreza y la marginación, y la beatificación, en Viena, de Hildegarda Burjan, fundadora de la Sociedad de las Hermanas de la Caritas socialis.

Después del rezo, el Papa se refirió a la nueva beata, laica, madre de familia, y cuyo lema era “la caridad de Cristo nos apremia”. El Santo Padre invitó a alabar al Señor por este bellísimo testimonio del Evangelio.

Además, pidió que se rezase por la paz en Tierra Santa: “Recuerdo asimismo la Jornada internacional de intercesión por la paz en Tierra Santa. En profunda comunión con el Patriarca Latino de Jerusalén y el Custodio de Tierra Santa, invoquemos el don de la paz para esa Tierra bendecida por Dios”.

Como es tradicional, el último domingo de enero, una niña y un niño acompañaban al Santo Padre, después del rezo del Ángelus, y soltaron dos palomas, símbolo de paz.+

Mi salvación es un negocio todo mío - Sierva de Dios María Benita Arias


"Mi salvación es un negocio todo mío. Si yo no pienso en él, ¿quién pensará por mí? En este negocio, se interesa todo cuanto soy: mi alma, mi cuerpo... Si yo no lo aseguro, ¿quién lo asegurará por mí?"...

Sierva de Dios María Benita Arias

Evangelio del día 31 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 5,21-43. Martes de la cuarta semana del tiempo ordinario


Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar.
Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, vrogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva". Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados.
Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: "Con sólo tocar su manto quedaré curada". Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba curada de su mal.
Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?". Sus discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?". Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido.
Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad".
Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?". Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que creas".
Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago,
fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme". Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba.
La tomó de la mano y le dijo: "Talitá kum", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate". En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que le dieran de comer.



San Juan Bosco - 31 de enero


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lunes, 30 de enero de 2012

"La caridad es la fuente de todo bien" - San Fulgencio de Ruspe


"La caridad es la fuente de todo bien, la mejor defensa, el camino que lleva al cielo. El que camina en la caridad no puede errar ni temer, porque ella es guía, protección, camino seguro. Por esto, hermanos, ya que Cristo ha colocado la escalera de la caridad, por la que todo cristiano puede subir al cielo, aferráos a esta pura caridad, practicadla unos con otros y subid por ella cada vez mas arriba"


San Fulgencio de Ruspe

Evangelio del día 30 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 5,1-20. Lunes de la cuarta semana del tiempo ordinario

Llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro. El habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarlo. Día y noche, vagaba entre los sepulcros y por la montaña, dando alaridos e hiriéndose con piedras.
Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él, gritando con fuerza: "¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!". Porque Jesús le había dicho: "¡Sal de este hombre, espíritu impuro!".
Después le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?". El respondió: "Mi nombre es Legión, porque somos muchos". Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región. Había allí una gran piara de cerdos que estaba paciendo en la montaña.
Los espíritus impuros suplicaron a Jesús: "Envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos". El se lo permitió. Entonces los espíritus impuros salieron de aquel hombre, entraron en los cerdos, y desde lo alto del acantilado, toda la piara -unos dos mil animales- se precipitó al mar y se ahogó. Los cuidadores huyeron y difundieron la noticia en la ciudad y en los poblados. La gente fue a ver qué había sucedido.
Cuando llegaron adonde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su sano juicio, al que había estado poseído por aquella Legión, y se llenaron de temor. Los testigos del hecho les contaron lo que había sucedido con el endemoniado y con los cerdos. Entonces empezaron a pedir a Jesús que se alejara de su territorio.
En el momento de embarcarse, el hombre que había estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con él. Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con tu familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de ti". El hombre se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho por él, y todos quedaban admirados.


Comentario:


«Cuando Jesús subió a la barca, el poseído le suplicó poder seguirle, pero no lo consintió» - Beato Carlos de Foucauld




La verdadera, la única perfección, no es llevar tal o tal género de vida, es hacer la voluntad de Dios; es llevar el género de vida que Dios quiere, donde quiere, y de llevarlo como él mismo lo habría llevado.
Cuando nos deja la elección a nosotros mismos, entonces sí, procuremos seguirlo paso a paso, lo más exactamente posible, compartir su vida tal como fue, como lo hicieron sus apóstoles durante su vida y después de su muerte: el amor nos empuja a esta imitación. Si Dios nos deja esta elección, esta libertad, precisamente es porque quiere que despleguemos nuestras velas al viento del amor puro y que, empujados por él, " corramos tras el olor de sus perfumes" (Ct 1,4 LXX) en un exacto seguimiento, como san Pedro y san Pablo...
Y si un día Dios quiere apartarnos, por un tiempo o para siempre, de este camino, por muy bello y muy perfecto que sea, no nos turbemos ni nos asombremos. Sus intenciones son impenetrables: él puede hacer por nosotros, en medio o al fin de la carrera, lo que hizo por el Geraseno al principio. Obedezcamos, hagamos su voluntad..., vayamos donde quiera, llevemos el género de vida que su voluntad nos designe. Acerquémonos siempre a él con todas nuestras fuerzas y estemos en todos los estados, en todas las condiciones, como él mismo habría estado allí, como él se habría comportado allí, si la voluntad de su Padre le hubiera puesto allí, como nos pone allí.


Beato Carlos de Foucauld (1858-1916), ermitaño y misionero en el Sahara. Meditación sobre los evangelios, n°194

San Fulgencio de Ruspe, obispo - 30 de Enero


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domingo, 29 de enero de 2012

Libre Interpretación de la Biblia: un Error Cardinal

Fuente: extracto de la obra "¿Dónde dice la Biblia que...?" del padre Miguel Fuentes, disponible en este enlace.


Según la doctrina del protestantismo en general y también de las sectas derivadas de él, no es la Iglesia ni ninguna otra autoridad externa, sino cada individuo, el que tiene que interpretar la Biblia. Esto se denomina “libre examen”: cada uno interpreta privadamente la Escritura con la ayuda del Espíritu Santo.

En la Declaración de Fe bautista se lee: “Cada ser humano tiene el derecho de estudiarla (a la Biblia) para sí y está en el deber de seguir sus sacrosantas enseñanzas”. “El protestantismo —leemos en otro escrito protestante— es un testimonio histórico en favor del derecho de libre examen y libre interpretación de las Sagradas Escrituras”. “Solamente el libre examen debe interpretar la Biblia”, escribía un Pastor protestante.

Debido a este principio, las Biblias protestantes se publican sin notas, dejando al lector la interpretación de lo que lee.


Es el Espíritu Santo –dicen— el que tiene que enseñar al que la lee lo que dice la Biblia. En vez de la autoridad de la Iglesia, la inspiración privada. Sin embargo, este principio es falso e insostenible por varios motivos muy fuertes.

En primer lugar, no es bíblico. ¿Dónde dice la Biblia que cada uno debe interpretar la Biblia por sí solo sin ayuda de ningún magisterio? En ninguna parte; y si –basados en el principio de la “sola Escritura”– los protestantes sólo aceptan lo que dice la Biblia, entonces deberían rechazar este principio porque no se encuentra formulado en ningún lugar. Por el contrario, hay que decir que el principio es antibíblico, puesto que si vamos a lo que dice la Biblia vemos que en ella no se dice que cada uno lea la Biblia y la interprete por sí solo, sino que les sea predicado y explicado lo que ella contiene. Es lo que hace Jesús con los discípulos de Emaús (cf. Lc 24,13 y ss). Más aún, en este episodio Jesús critica a sus discípulos por no entender lo que dicen las Escrituras: ¡Oh, insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! (Lc 24,25). O sea, que los discípulos, habiendo leído (u oído en la Sinagoga) la Palabra de Dios, no les había bastado con su sola interpretación para entender la verdad. A los apóstoles se les manda, antes de la ascensión de Cristo a los cielos, que vayan y prediquen la Buena Nueva –el Evangelio– a todas las gentes, diciéndoles que quienes les crean se salvarán (cf. Mc 16,16); quienes crean la predicación de los apóstoles; no se les manda escribir Biblias y repartirlas y dejar a cada fiel a solas con el Espíritu Santo.


Este principio es también antibíblico porque contradice lo que señala San Pedro en su segunda carta hablando de las cartas de Pablo: “en las cuales [epístolas] hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos y poco asentados tuercen, lo mismo que las demás escrituras, para su propia perdición” (2Pe 3,16). Pedro reconoce explícitamente que los poco preparados (“amatheis” en griego significa estúpidos, rústicos, groseros; y “astêriktoi” inestables y mal afirmados; la Neo Vulgata traduce “indocti et instabiles”) la tuercen y mal interpretan; por tanto la libre interpretación que hacían estos tales de los escritos paulinos no provenía del Espíritu Santo sino del diablo, puesto que desembocaba en “su propia perdición” (“tên idían autôn apôleian”). San Pedro califica estos escritos paulinos como “dusnoêtos”, es decir, difíciles. “Dus” en griego es un prefijo peyorativo indicando que no son fáciles de entender.

También es testimonio de Pedro el que toda profecía de la Escritura no se hace por propia interpretación (2Pe 1,20). Pedro desconfía de los autodidactas incompetentes que entienden y comentan los textos a su manera (¿pero cómo podría tacharse así a cualquier persona si el Espíritu Santo realmente guiase a cada cual en la interpretación personal de la Biblia?). El término “epilusis”, usado por Pedro quiere decir “solución de un enigma, interpretación” (cf. su uso en Gn 40,8; 41,16), “respuesta a una investigación” (cf. Hch 19,39). Por este motivo Jesús explicaba las parábolas a sus discípulos (cf. Mc 4,34) y no los dejaba a solas con el Espíritu Santo (como hubiera hecho si se hubiese guiado por los principios protestantes). Este versículo de Pedro como señala Spicq en su comentario a las cartas petrinas (1), opone “Escritura” a “interpretación personal”, y recuerda que “idios” (= propia; el texto griego dice “ídias epilúseos”) puede significar “por su propia cuenta”, “por sí mismo”; es la acusación que Clemente hace a Simón el Mago, a saber: que quiso “alegorizar las palabras de la Ley a su propia manera (“idia prolépsei”)(2); esta acepción está confirmada por el verbo con un genitivo: “ginesthai tinos” (= convertirse en propiedad de alguien, apropiarse de algo) de tal modo que la traducción literal del versículo sería: “ninguna profecía puede ser interpretada como algo propio de cada uno”. San Pedro no va más allá indicando quién debe interpretar las palabras de Dios con autoridad, pero el texto es suficiente para manifestar que proclamar un principio de interpretación privada (o libre examen, que es igual) es contrario a su pensamiento. Pensar que el Espíritu Santo inspira acertada y autoritativamente a todo el que lee por su cuenta la Escritura, es responsabilizar al Espíritu Santo de toda fantasía personal y ¡va contra lo que dice el mismo texto bíblico! Todo esto dicho de modo positivo equivale a postular la necesidad de una interpretación oficial (de la cual no se habla en el texto de Pedro).

Este principio, además, destruye la unidad de la Iglesia porque produce anarquía doctrinal y caos teológico, puesto que cada fiel puede interpretar como “el Espíritu le inspire”, pero de hecho, muchos cristianos –de buena fe, pensamos– se creen inspirados con interpretaciones diversas y contradictorias, como se ve por el permanente desmembramiento de las iglesias protestantes en nuevas sectas y movimientos. “Resulta que, dice el P. Colom, al leer un mismo pasaje de la Biblia, unos entienden una cosa, y otros otra, aunque sea contradictoria de la primera. Leyendo la misma Biblia, unos dicen que hay un solo Dios, y otros, que hay varios dioses; unos creen que Jesucristo es Dios, y otros lo niegan; unos dicen que hay infierno, y otros que no lo hay; unos entienden que hay que bautizar a los niños, y otros que sólo a los adultos; y así en tantas cosas en que difieren entre ellas los centenares de sectas protestantes. Ahora bien, ¿puede el Espíritu Santo, que es Dios, inspirar cosas contradictorias? ¿Puede decirle a uno que hay un solo Dios y a otro que hay varios dioses? ¿A uno, que Jesucristo es Dios, y a otro, que no lo es? El Espíritu Santo no puede mentir, ni puede decir la Biblia —palabra de Dios— cosas contradictorias. Entonces, el principio del libre examen, defendido por las sectas como norma inmediata de fe, que les señala lo que han de creer, es falso, y falsa también, por consiguiente, la religión que lo enseña”.

Incluso vemos que importantes autores han dado, en el curso de su vida, interpretaciones diversas de algunos pasajes de la Biblia. Si el Espíritu Santo inspira a quien la lee, ¿es que el Espíritu Santo se ha desmentido de sus anteriores inspiraciones?


Igualmente, este principio es falso porque puede ser mal usado (y de hecho ha sido mal usado) por nuestras pasiones desordenadas que, en muchos casos, tienden a buscar interpretaciones que no exijan un cambio de vida sino que sean proclives a la indulgencia moral. Así, entre algunas de las primeras sectas protestantes se buscó justificar la poligamia (con el “creced y multiplicaos” de Gn 1,28); el Parlamento inglés justificó el casamiento de Enrique VIII con Ana Bolena porque en 1Sam 1,5 se encuentra el texto “amaba a Ana” (se refiere al padre de Samuel), y así podría justificarse cualquier cosa.

Este principio es también impracticable porque muchos tienen imposibilidad física (no saben o no pueden leer), como niños, analfabetos, ciegos, incultos, etc.; y otros tienen imposibilidad moral (quienes cuentan con poco tiempo o poca capacidad mental).


Es tan impracticable este principio que los protestantes mismos lo practican sólo cuando les conviene (muchas veces sin ninguna mala voluntad). Por ejemplo, muchos de ellos se enojarán al leer estas cosas y tratarán de refutarlas, pero ¿con qué derecho? Si son fieles a su principio, ¿por qué no me dejan tranquilo interpretando por mi cuenta la Biblia? ¿Acaso el Espíritu Santo no puede ser quien me inspira a mí estas cosas al leer la Biblia? Y si me las inspira a mí, ¿qué tienen ellos que venir a enseñarle a mi Maestro interior? Todo protestante que intenta enseñarnos algo o corregirnos en alguna cuestión bíblica, traiciona el principio de libre examen.

Cuando un miembro de una secta nos pregunta: “¿dónde dice la Biblia tal o cual cosa?”, si uno le respondiera: “me lo inspiró el Espíritu Santo al leer una carta de San Pablo”, él debería callarse, respetando su principio. Si no respondemos así, es por honestidad y porque no se debe mentir y nosotros sabemos que ese principio es falso. Tal vez algún miembro de una secta piense que el Espíritu Santo lo inspira a él o a los miembros de su iglesia o secta y no a nosotros. En tal caso, ¿con qué derecho? ¿dice la Biblia en algún lugar que sólo inspirará al Pastor Jiménez o al Ministro Bermúdez, o a tal o cual persona y no a las demás? El principio del libre examen es, por eso, el principio del antimagisterio: no hay maestros en cuestiones de fe. Pero esto, vale para todos, empezando por los pastores protestantes, quienes deben limitarse a imprimir Biblias y regalarlas callándose la boca.

Este principio además es desmentido por todos (¡t-o-d-o-s!) los protestantes y miembros de sectas, pues todos ellos reparten, regalan y leen traducciones de la Biblia, y no los textos originales. Y toda traducción es una versión, es decir, una interpretación. Basta leer las interminables discusiones filológicas y exegéticas entre escuelas y profesores del mismo ambiente protestante (tómese el trabajo de ir a una Biblioteca y pida algunos ejemplares de revistas bíblicas protestantes y verá que se discute sobre el sentido de innumerables pasajes bíblicos). Por eso, toda traducción es una interpretación dada por un autor determinado (incluso en versiones en lenguas originales, pues hay muchas variantes en los diversos manuscritos y los exegetas deben elegir; véase, por ejemplo, la versión del Nuevo Testamento griego de Nestlé-Aland –protestante– con todas sus notas conteniendo diversas variantes del texto. Si cada uno debe leerla e interpretarla solo, con la ayuda del Espíritu Santo, ¿por qué la lee en una traducción que es ya una interpretación dada por otro autor? Y si la interpretación de ese autor es válida y me sirve, entonces ¿por qué la Iglesia católica no puede enseñar a interpretar la Biblia si cualquier traductor lo hace? ¿Acaso no aceptan el magisterio interpretativo de Reina-Valera los protestantes que leen su versión, o los que usan la King James Version? ¿Acaso Lutero no tradujo –o sea, interpretó– y enseñó sus interpretaciones al legar a sus fieles su versión de la Biblia? ¡Cierto que lo hizo, incluso anulando pasajes que a él no le parecían inspirados! Y si Lutero podía ser maestro de los demás, entonces no respetó su propio principio. Al menos ¿con qué derecho se quita esta autoridad a los obispos, papas y sacerdotes católicos pero se concede a los traductores y pastores? Me parece que ésta es una variante de la ley de “la regla para tí, y no hay regla para mí”.

El principio del libre examen encierra una gigantesca contradicción. Los protestantes niegan que la Iglesia católica sea infalible, pero luego aceptan que cada uno de ellos es infalible en su interpretación de la Biblia. Si ellos son infalibles, ¿por qué no puede ser infalible el Papa? Y si el Papa es infalible (y todo el que lee la Biblia es infalible en su interpretación de la Biblia, al menos en lo personal según el principio protestante) ¿por qué no puede enseñar a otros algo en lo cual él es infalible?

Si ellos (los protestantes) no son infalibles, ¿por qué se ponen a objetarnos a los católicos las cosas que creemos? Si no son infalibles, los equivocados pueden ser ellos. ¿Por qué tenemos que ser nosotros los equivocados? Y si todos somos infalibles pero todos creemos cosas diversas, entonces, ¿qué es la infalibilidad?


Lamentablemente, con estos principios no cae la infalibilidad sino la Iglesia y la misma Biblia.

Los principios protestantes conducen a la negación de la autoridad divina de la Biblia, como lamentablemente ha ocurrido a muchos estudiosos y teólogos protestantes que han terminado en el racionalismo negando todo valor histórico –primero– y revelado –al fin– a los textos revelados.

Quiero terminar con el testimonio de un ex pastor protestante, Bob Sungenis: “Al hojear la pila de libros católicos que (unos amigos ex protestantes convertidos al catolicismo) me habían enviado, lo primero que examiné fue la idea protestante de sola scriptura, la noción que sólo la Biblia tiene autoridad. Fue como una cachetada en la cara cuando me di cuenta de la verdad de la reivindicación católica que sola scriptura es una doctrina falsa, una tradición de los hombres. La Biblia (y por extensión sola scriptura) fue la doctrina a la que dediqué mi vida. Al estudiar la enseñanza católica contra sola scriptura me di cuenta, instintivamente, de que todo el debate entre el catolicismo y el protestantismo podría resumirse en el concepto de la autoridad. Cada doctrina que uno cree está basada en la autoridad que uno acepta. Decidí comprobar esta teoría de los Reformadores pidiéndole a muchos estudiosos y pastores protestantes que me ayudaran a encontrar sola scriptura en la Biblia. En esta etapa, no me sorprendió que ninguno pudiera darme una respuesta convincente.”

“Me citaban versículos que hablaban de la veracidad e imposibilidad del error en la Biblia, pero no me podían citar una frase que dijera explícitamente que las Escrituras son las únicas que tienen formalmente autoridad suficiente.


Curiosamente, algunos de estos protestantes tuvieron la honestidad de admitir que en ningún sitio de la Biblia se enseña sola scriptura, pero compensaban esta laguna diciendo que la Biblia no tiene que enseñar sola scriptura para que la doctrina sea cierta. Pero yo me di cuenta de que esta posición era insostenible. Porque si la sola scriptura –la idea que la Biblia es formalmente suficiente para los cristianos– no es enseñada en la Biblia, la sola scriptura es una propuesta falsa y contradictoria en sí.”

“Al estudiar las Escrituras a la luz del material que me había sido enviado, empecé a ver que la Biblia señala a la Iglesia –y no a sí misma– como la máxima autoridad en asuntos doctrinales y espirituales (cf. 1Tim 3,15; Mt 16,18-19; 18,18; Lc 10,16).


(...) Reconocí que la Biblia, aunque contiene la revelación inspirada por Dios, no puede ser la ‘autoridad’ máxima, pues depende de personas que razonan para observar lo que dice y, más importante aún, para interpretar lo que significa. Además, sabía que la Biblia nos advierte que contiene información difícil y confusa que puede ser (si no tiende a ser) tergiversada en un sinfín de interpretaciones falsas e imaginarias (cf. 2Pe 3,16). Durante los años que anduve perdido en el desierto teológico del protestantismo, siempre supe que había algo equivocado, pero no sabía exactamente qué. Ahora empezaba a enfocar el problema y a discernir las partes del rompecabezas. Mientras más profundizaba, más me daba cuenta del daño que la teoría de sola scriptura había hecho a la cristiandad. La más evidente en este sentido era el protestantismo mismo: una enorme masa de denominaciones en conflicto y desacuerdo, ocasionado por su propia naturaleza de ‘protesta’ y desafío, una interminable proliferación de caos y controversia.”

“Mis diecisiete años de estudios bíblicos protestantes me aclararon una cosa: sola scriptura era un eufemismo para ‘sola ego’. Lo que quiero decir es que cada protestante tiene su propia interpretación de las Escrituras, y, claro está, cree que la suya es superior a la de los demás. Cada uno da su punto de vista, asumiendo que el Espíritu Santo le ha guiado a esa interpretación personal”(3).


Notas del autor:


(1) Cf. C. Spicq, Les Épitres de Saint Pierre, Gabalda Ed., Paris 1966, pp. 224-226.


(2) Ps. Clemente, Homilia 2,22. No se trata de Clemente Romano sino de otro Clemente, denominado “Pseudo” Clemente para diferenciarlo del pontífice del mismo nombre.


(3) Bob Sungenis, De la controversia a la consolación, en: Patrick Madrid, Asombrado por la verdad, Basilica Press, Encinitas, Estados Unidos 2003, p. 135-137.

"Limpiemos nuestro corazón" - San Pío de Pietrelcina


"Limpiemos nuestro corazón, alejando de él toda prudencia terrena. Esforcémonos por conservar la mente siempre pura en pensamientos, recta en ideas, santa en intenciones.

Conservemos siempre una voluntad que no busque otra cosa que Dios y su gloria.

Si nos esforzamos por adelantar en la práctica de esta hermosa virtud, Jesús, que nos enseñó, nos enriquecerá con nuevas luces y con mayores favores celestiales".

San Pío de Pietrelcina

Evangelio del día 29 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 1,21-28. Cuarto Domingo del tiempo ordinario


Entraron en Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre". El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre. Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!".
Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.


Comentario: «Este enseñar con autoridad es nuevo» - San Jerónimo


"El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió." Es esta la manera de expresar su dolor: retorcerlo. El demonio, puesto que no había podido alterar el alma del hombre, ejerció su violencia sobre su cuerpo. Estas manifestaciones físicas eran, por otra parte, el único medio que tenía para dar a entender que iba a salir de aquel hombre. Al manifestar su presencia el espíritu puro, el impuro no puede hacer más que retirarse...
«Todos se preguntaron estupefactos: '¿Qué es esto?'». Fijémonos en los Hechos de los Apóstoles y en los signos que dieron los primeros profetas. ¿Qué dicen los magos del Faraón al ver los prodigios que hacía Moisés? "Es el dedo de Dios" (Ex 8,15). A pesar de ser Moisés quien los lleva a cabo, reconocen que hay un poder mayor. Más tarde los apóstoles obraron otros prodigios: "¡En el nombre de Jesús, levántate y camina!" (Hch 3,6); "Y Pablo, en el nombre de Jesucristo, ordenó al espíritu salir de aquella mujer" (Hch 16,18). Siempre se recurre al nombre de Jesús. Pero aquí ¿qué es lo que él mismo dice? "Sal de él" sin precisar más. Es en su propio nombre que ordena al espíritu de salir. «Todos preguntaron estupefactos: '¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo». La expulsión del demonio no era en sí mismo nada nuevo: los exorcistas de los hebreos lo hacían corrientemente. Pero ¿qué dice Jesús? ¿Cuál es esta enseñanza nueva? ¿Dónde está la novedad? La novedad reside en que Jesús manda a los espíritus impuros con autoridad propia. No cita a nadie: él mismo da la orden; no habla en nombre de otro sino en nombre de su propia autoridad.


San Jerónimo (347-420), presbítero, traductor de la Biblia, doctor de la Iglesia. Comentario al evangelio de Marcos, 2; PLS 2, 125s

San Pedro Nolasco, fundador - 29 de enero


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sábado, 28 de enero de 2012

SS Benedicto XVI carga contra un plan de Obama sobre el aborto


El Papa y la Iglesia de Estados Unidos terminaron de alinearse contra el presidente Barak Obama y en favor del candidato del partido Republicano, sea quien fuere, tras la visita al Vaticano de 15 obispos de ese país encabezados por el arzobispo de Nueva York, Timothy Nolan, el que en febrero será elevado a la púrpura cardenalicia en el Consistorio convocado por SS Benedicto XVI. La ofensiva se ubica ahora contra un plan del presidente demócrata sobre el aborto y los anticonceptivos.

Esta no es una novedad, aunque la dureza y energía de las críticas del Papa Joseph Ratzinger contra Obama en el discurso que pronunció a los obispos norteamericanos –en plena campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre– representan un llamado abierto a la movilización en defensa “del derecho a la vida” y contra “la cooperación con prácticas intrinsecamente malas”. Ya en otras elecciones la Iglesia norteamericana reclamó a los 70 millones de fieles católicos del país que votaran por los candidatos contrarios al aborto y al uso de anticonceptivos, siendo hostiles a los manejos biológicos como el uso de embriones en la maternidad asistida, las uniones libres y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

El actual Papa ha acentuado la lucha sin cuartel con “tolerancia cero” en estas cuestiones, teniendo en cuenta, según Benedicto XVI, “la influencia del modo de vida” de Estados Unidos sobre el resto del mundo.

El detonante de la declaración de guerra del pontífice a Obama es la decisión del presidente de adoptar un plan que preve reembolsar el precio de una píldora abortiva que actúa luego de una relación sexual considerada de riesgo a fin de prevenir el embarazo. Es la llamada “píldora del día después”.

La posición de la administración demócrata de Washington es neta. Desde el 1 de agosto próximo, todos los contratos de seguro social sobre la salud deberán responder a los requisitos nuevos. Quienes decidan no reembolsar los gastos por la píldora abortiva y aleguen objeciones de conciencia deberán adaptarse a las nuevas reglas.

El arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, es el adalid de la campaña contra Obama en este terreno desde hace meses y habló en la ceremonia del encuentro del Papa con los 15 obispos norteamericanos en el Vaticano. “No estamos de acuerdo con la opinión de un gobierno que considera la contracepción una enfermedad a curar”, dijo monseñor Dolan. El Papa, a su vez, dijo aludiendo a los anticonceptivos: “La separación entre la Iglesia y Estado no significa que la Iglesia deba permanecer en silencio frente a determinadas cuestiones”.

En las elecciones de 2008, el 54% de los católicos votaron a Obama , entonces senador demócrata por Illinois, para la presidencia, con una fuerte concentración de consenso de la comunidad latina. La incógnita ahora es saber cuántos votarán igualmente a Obama pese a la campaña en contra de la Iglesia, dentro de la cual se mueven muchas corrientes internas que en parte no están de acuerdo con el ataque cerrado a los demócratas de Obama.

Por parte del actual Papa, las simpatías hacia los republicanos –y en especial hacia la familia Bush, padre e hijo, ambos presidentes– han sido más que evidentes. El 15 de abril del 2008, con la campaña electoral iniciada, George Bush hijo fue a recibir a Joseph Ratzinger en visita a EE.UU. al aeropuerto de Washington, un gesto inédito para un primer mandatario norteamericano. Más tarde, le organizó una fiesta de cumpleaños en la Casa Blanca.

Poco después, el 13 de junio, Bush hijo vino a Roma para despedirse de Benedicto XVI, quien lo recibió en los jardines vaticanos, en la puerta del torreón de San Giovanni, con unos homenajes sin precedentes. “¡Cuánto honor, cuánto honor!”, le agradeció un emocionado Bush, mientras paseaban por los jardines como grandes amigos.

Esas preferencias hacia Bush se reflejaron después en el apoyo a los republicanos, aunque Obama ganó igual. La Iglesia norteamericana considera “segura” la posición del Grand Old Party por sus posiciones conservadoras y tradicionalistas que le hacen sostener “el derecho a la vida”.

El Vaticano de Ratzinger comparte esta posición y las posiciones guerreristas de Bush en la invasión a Irak en 2003, que costó una tragedia a la vasta comunidad católica caldea de ese país. En su discurso, el Papa denunció el “laicismo radical”, la sociedad relativista y las “tendencias poderosas cada vez más hostiles al cristianismo”. Criticó además “los esfuerzos concertados para negar a los católicos y las instituciones católicas su derecho a la objeción de conciencia”.

De los dos candidatos republicanos favoritos que están por enfrentarse en las decisivas primarias de Florida del próximo martes, sólo el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, es un católico ultraconservador convertido del protestantismo a la fidelidad al Papa de Roma por influencia de su tercera esposa. El favorito, el ex gobernador de Massachussetts, Mitt Romey, pertenece a la iglesia mormona y es monógamo aunque su religión autoriza la poligamia. Hay otro candidato católico, el ex gobernador Jack Santorum, un fervoroso tradicionalista con quien al parecer el Papa simpatiza, pero que tiene pocas chances de ganar.

La Paciencia - Santo Tomás de Aquino


"Si buscas un ejemplo de paciencia, encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, unos males que podrían evitarse. Ahora bien, Cristo, en la cruz, sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca. Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia".


Santo Tomás de Aquino

Evangelio del día 28 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 4,35-41. Sábado de la tercera semana del tiempo ordinario


Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla". Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua.
Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?". Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio! ¡Cállate!". El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?". Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".



Comentario:


Jesús dormía - Santa Teresa del Niño Jesús




Antes de hablarte de esta prueba, madre querida, debería haberte hablado de los ejercicios espirituales que precedieron a mi profesión. Esos ejercícios, no sólo no me proporcionaron ningún consuelo, sino que en ellos la aridez más absoluta y casi el abandono fueron mis compañeros. Jesús dormía, como siempre, en mi navecilla.
¡Qué pena!, tengo la impresión de que las almas pocas veces le dejan dormir tranquilamente dentro de ellas. Jesús está ya tan cansado de ser él quien corra con los gastos y de pagar por adelantado, que se apresura a aprovecharse del descanso que yo le ofrezco. No se despertará, seguramente, hasta mi gran retiro de la eternidad; pero esto, en lugar de afligirme, me produce una enorme alegría...
Verdaderamente, estoy lejos de ser santa, y nada lo prueba mejor que lo que acabo de decir. En vez de alegrarme de mi sequedad, debería atribuirla a mi falta de fervor y de fidelidad. Debería entristecerme por dormirme (¡después de siete años!) en la oración y durante la acción de gracias. Pues bien, no me entristezco... Pienso que los niños agradan tanto a sus padres mientras duermen como cuando están despiertos; pienso que los médicos, para hacer las operaciones, duermen a los enfermos. En una palabra, pienso que «el Señor conoce nuestra masa, se acuerda de que no somos más que polvo».
Mis ejercicios para la profesión fueron, pues, como todos los que vinieron después, unos ejercicios de gran aridez. Sin embargo, Dios me mostró claramente, sin que yo me diera cuenta, la forma de agradarle y de practicar las más sublimes virtudes.
He observado muchas veces que Jesús no quiere que haga provisiones. Me alimenta momento a momento con un alimento totalmente nuevo, que encuentro en mí sin saber de dónde viene... Creo simplemente que Jesús mismo, escondido en el fondo de mi pobre corazón, es quien me concede la gracia de actuar en mí y quien me hace descubrir lo que él quiere que haga en cada momento.

Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897), carmelita descalza, doctora de la Iglesia. Manuscrito Autobiográfico A, 75 v° - 76 r°

viernes, 27 de enero de 2012

SS Benedicto XVI: «La Iglesia necesita sacerdotes que promuevan la santidad»


El Papa Benedicto XVI ha indicado que la Iglesia necesita sacerdotes que promuevan la santidad con su propia vida, durante una audiencia con los superiores y los seminaristas de tres Seminarios Pontificios regionales italianos -el Umbro Pio XI, de Asís; San Pío X, de Catanzaro; y el Campano, de Nápoles-.

En este sentido, ha recordado las palabras del beato Juan XXIII que aseguró que, "antes que sacerdotes cultos, elocuentes, puestos al día, se requieren sacerdotes santos y santificadores" y ha señalado que esta afirmación "es todavía actual, porque en toda la Iglesia es más fuerte que nunca la necesidad de operarios del Evangelio que sean testigos creíbles y promotores de
santidad con su propia vida".

Igualmente, ha apuntado que el contexto cultural actual exige "una sólida preparación filosófico-teológica" así como un conocimiento de "la estructura interna de la fe en su totalidad, de modo que ésta se convierta en respuesta a las preguntas de los hombres". Además, ha recordado que el estudio de la teología debe mantener siempre un "fuerte nexo" con la vida de oración.

Finalmente, el Papa ha remarcado, tal y como dijo en su carta a los seminaristas de octubre de 2010, que "es necesario prestar gran atención a la dimensión humana de la formación de los candidatos al sacerdocio" y que "lo más importante en el camino hacia el mismo y durante toda la vida sacerdotal es la relación personal con Dios en Jesucristo".

El Espíritu Santo ha dicho a María - San Luis María Grignion de Montfort


"El Espíritu Santo ha dicho a María: Fiel esposa mía, en el pueblo glorioso echa raíces, es decir, en mis escogidos.
Por tanto, María mora en todos los creyentes, elegidos para la gloria del cielo: está presente en lo íntimo de sus corazones para echar en ellos las raíces de una profunda humildad, de una caridad ardiente y de todas las virtudes".


San Luis María Grignion de Montfort
"El Secreto de María"

Evangelio del día 27 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 4,26-34. Viernes de la tercera semana del tiempo ordinario


Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga.
Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha". También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo?
Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra".
Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.


Comentario:


Cristo sembrado en tierra - San Ambrosio



En un jardín Cristo fue arrestado y sepultado; creció en este jardín, y en el mismo resucitó. Y así llegó a ser un árbol... Entonces, sembrad a Cristo en vuestro jardín... Con Cristo, muele la semilla de mostaza, apriétela y siembre la fe. La fe se prensa cuando creemos en Cristo crucificado. Pablo prensó la fe cuando decía: " No he venido a anunciar el misterio de Dios con el prestigio del lenguaje humano o de la sabiduría.»
«Entre vosotros, no he querido conocer a otro más que a Jesucristo, el Mesías crucificado " (1Co 2,1-2)... Entonces sembramos la fe, cuando según el Evangelio o las lecturas de los apóstoles y de los profetas creemos en la Pasión del Señor; sembramos la fe cuando la cubrimos, en cierto modo, de terreno arado y mullido, de la carne del Señor... Quienquiera que crea que el Hijo de Dios se ha hecho hombre, crea que murió por nosotros y crea que ha resucitado por nosotros. Siembro pues la fe, cuando planto la sepultura de Cristo en medio de mi jardín.
¿Sabéis que Cristo es una semilla y que es Él quién es sembrado? "Mientras el grano de trigo no caiga en tierra y muera, permanece infecundo; pero si muere, da mucho fruto " (Jn 12,24)... Es Cristo mismo el que lo dice. Pues es a la vez grano de trigo, porque Él " fortifica el corazón del hombre " (Sal. 103,15), y semilla de mostaza, porque reanima el corazón del hombre... Es grano de trigo en cuanto a su resurrección, porque la palabra de Dios y la prueba de su resurrección alimentan las almas, aumentan la esperanza, consolidan el amor - porque Cristo es "el pan de Dios bajado por el cielo" (Jn 6,33). Y es semilla de mostaza, porque qué hay más amargo y agrio que hablar de la Pasión del Señor.


San Ambrosio (v. 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia. Comentario al evangelio de Lucas, VII, 179-182; SC 52

Santa Angela de Merici - 27 de Enero


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jueves, 26 de enero de 2012

En el Año de la Fe, el Cura Brochero es un ejemplo de fe


Cruz del Eje (Córdoba), 26 Ene. 12 (AICA) El Cura Brochero será un buen ejemplo para tener durante el “Año de la Fe”, que proclamado por el papa Benedicto XVI se iniciará el 11 de octubre de este año, señaló el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera, durante la homilía de la misa que presidió en la apertura de la Semana Brocheriana 2012, el 18 de enero en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero.

La predicación evangélica, en el Padre Brochero -afirmó monseñor Olivera-, fue su vida, su testimonio, sus obras, su fe encarnada, su fe viva, su estilo de fe. Porque una fe que no se pone en práctica, en actitudes, en criterios, en sentimientos, una fe que no se traduce en actitudes, que no se hace cultura, que no se encarna, no es fe.

“Con mucha alegría, y en un clima de verdadera fe, de verdadera fiesta -dijo el prelado- estamos celebrando este año los 98 años de la partida del Padre Brochero, y el misterio de una vida santa, de un hombre de Dios, que trasciende fronteras, que trasciende el tiempo”.

“Son ya 98 años y su predicación evangélica continúa vigente. La excelencia de su predicación evangélica se basaba en su pasión por Jesús, por dar a conocer a Jesucristo, por ser puente para que los hombres y mujeres de su tiempo conozcan a Jesús, y hasta hoy lo sigue obrando, y nos sigue ayudando a que esto sea realidad a lo largo de los tiempos. Por eso esta Semana Brocheriana tiene como lema: Brochero y la predicación evangélica”.


Por la pronta beatificación del Padre Brochero


“Damos gracias a Dios -dijo en otro momento de su homilía monseñor Olivera- por esta nueva posibilidad, por este tiempo de gracia para la Iglesia, para nosotros, para todos los que participamos. Pedimos con mucha fuerza en estos días, por la pronta beatificación del Padre Brochero, lo sabemos en el cielo. Pero nuestra Patria necesita modelos, padres, testigos, personas santas, que nos presenten hombres que sean faros, y cuyo camino podamos transitar confiados para llegar al Señor.

“En este santuario mariano de Nuestra Señora del Tránsito, hacemos un especial pedido a la Virgen María para que nos alcance de Jesús, la gracia de la pronta beatificación de Brochero, y acompañe con su corazón de Madre a todos aquellos que vienen trabajando en este tiempo por la Causa de su beatificación. Estamos ante el supuesto milagro de Brochero, ya presentado a la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, y pronto los médicos dirán si es un milagro o no”.

Monseñor Olivera concluyó su homilía comentando el capítulo 3 de la Carta de San Juan, donde se lee: “Miren cómo nos amó el Padre”. “Nos amó de tal manera que quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y no sólo nos llamáramos, sino que fuéramos hijos de Dios en Cristo”.+

"Si yo no tuviese fe a ojos cerrados" - Venerable José Gabriel del Rosario Brochero


"Si yo no tuviese fe a ojos cerrados,
sería traicionero a la divina Providencia;
si no confiara,
sería de injuria y agravio al Señor"


Venerable José Gabriel del Rosario Brochero

Evangelio del día 26 de enero de 2012


Evangelio según San Lucas 10,1-9. Memoria de Santos Timoteo y Tito, Obispos, compañeros de San Pablo


Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan;
curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'.


Comentario:


«Timoteo y Tito difunden la fe de los apóstoles por el mundo» - San Cirilo de Jerusalén




Se le llama «católica» porque está difundida por todo el orbe desde unos confines a otros de la tierra y puesto que enseña de modo completo, y sin que falte nada, todos los dogmas que los hombres deben conocer sobre las cosas visibles e invisibles, celestiales y terrenas. Y también porque ha sometido al culto recto a toda clase de hombres, príncipes y hombres comunes, doctos e inexpertos. Y finalmente porque sana y cura toda clase de pecados que se cometen con el alma y el cuerpo. Ella (la Iglesia) posee todo género de virtud, cualquiera que sea su nombre, en hechos y en palabras y en dones espirituales de cualquier especie.
«Iglesia» es una denominación muy adecuada porque convoca a todos y los reúne conjuntamente, como dice el Señor en el Levítico: «Congrega a toda la comunidad a la entrada de la Tienda del Encuentro» (Lev 8, 3).... Y en el Deuteronomio dice Dios a Moisés: «Reúne al pueblo para que yo les haga oír mis palabras a fin de que aprendan a temerme» (Dt 9, 10)...También el salmista dice: «Te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré entre un pueblo copioso» (Sal 35, 18).
Pero, si tenía que ser así, por causa de las insidias tramadas contra el Salvador quedaron los judíos privados de la gracia y Dios edificó una segunda Iglesia, formada partiendo de los gentiles, nuestra santa Iglesia de los cristianos, acerca de la cual dijo a Pedro: «Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella» (Mt 16, 8)... Fue rechazada, pues, la que estaba en la tierra de los judíos. Pero por todo el mundo se multiplican las Iglesias de Cristo, de las cuales está escrito en los Salmos: «¡Cantad a Dios un cántico nuevo: su alabanza en la asamblea de sus fieles!» (Sal 149, 1)... Y de esta misma santa Iglesia católica escribe Pablo a Timoteo: «... para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad» (I Tim 3, 15).


San Cirilo de Jerusalén (313-350), obispo de Jerusalén y doctor de la Iglesia Catequesis. Bautismal n° 18, § 23-25

San Timoteo y San Tito - 26 de Enero


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miércoles, 25 de enero de 2012

¡Infeliz del cristiano que desconoce este don! - San Cayetano Thiene


"Jesús se nos ha dado en comida. ¡Infeliz del cristiano que desconoce este don! ¡Estar en condiciones de poseer a Cristo, hijo de la Virgen María, y no quererlo! ¡Ay de aquél que no cuida de tomarlo!

San Cayetano Thiene

Evangelio del día 25 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 16,15-18. Fiesta de la Conversión de San Pablo, Apóstol


Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".


Comentario:


"Pablo iba de camino, cerca de Damasco; de repente, una luz que venía de cielo le envolvió con su claridad " (Hch. 9,3)- San Fulgencio de Ruspe



Saulo fue enviado al camino de Damasco para volverse ciego, ya que si se queda ciego, encontrará el verdadero Camino (Jn 14,6)... Pierde la vista corporal, pero su corazón es iluminado, para que la verdadera luz brille a la vez en los ojos de su corazón y en los de su cuerpo... Es enviado a su interior, para buscarse. Erraba en su propia compañía, viajero inconsciente, y no se encontraba porque interiormente había perdido el camino.
Por eso oyó una voz que le decía: " desvía tus pasos del camino de Saulo, para encontrar la fe de Pablo. Quítate la túnica de tu ceguera y revístete del Salvador (Ga 3,27)... Quise manifestar en tu carne la ceguera de tu corazón, con el fin de que puedas ver lo que no veías, y que no seas semejante a «los que tienen ojos y no ven, orejas y no oyen» (Sal. 113,5-6). Que Saulo se vuelva con sus cartas inútiles (Hch. 22,5), para que Pablo escriba sus epístolas tan necesarias. Qué Saulo, el ciego, desaparezca... para que Pablo llegue a ser la luz de los creyentes "...
¿Pablo, quién te transformó así? "¿Quieres saber quién hizo esto? Un hombre llamado Cristo... Ungió mis ojos y me dijo: «ve a la piscina de Siloé, lávate, y recobra la vista». Fui allá, me lavé, y ahora veo (Jn 9,11). ¿Por qué este asombro? El que me creó, me ha recreado; con el poder con que me creó, ahora me ha curado; yo había pecado, pero Él me purificó."
Ven pues, Pablo, y deja allí al viejo Saulo, pronto vas a ver a Pedro... Ananías, toca a Saulo y danos a Pablo; deja bien lejos al perseguidor y envía a misión al predicador: los corderos no le tendrán miedo, las ovejas de Cristo se alegrarán. Toca al lobo que perseguía a Cristo, para que ahora, con Pedro, lleve a apacentar a las ovejas.


San Fulgencio de Ruspe (467-532), obispo en África del Norte. Un sermón atribuído, n° 59 Apéndice; PL 65, 929

La Conversión de San Pablo - 25 de Enero


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martes, 24 de enero de 2012

¿Qué son los sufrimientos de este mundo comparados con la felicidad del cielo? - Beata María Crescencia Pérez


¿Cuándo, Señor, he merecido eso?
¿Qué son los sufrimientos de este mundo
comparados con la felicidad del cielo?
Dios mío, yo no soy más
que una miserable criatura,
la ínfima de todas,
soy menos que un gusano de la tierra,
¿De dónde a mí tanta felicidad?
Corazón de Jesús
yo no merezco todoeso.
Todo es obra de tu corazón.
Jesús mío, quisiera amarte
tanto como te amas a tí mismo.


Beata María Crescencia Pérez

Evangelio del día 24 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 3,31-35. Martes de la tercera semana del tiempo ordinario


Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar. La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: "Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera". El les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?".
Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre".


Comentario:


«Los que hacen la voluntad de Dios, son mi hermano y mi madre» - San Agustín



Las que se consagran totalmente al Señor, no deben afligirse de que guardando su virginidad como María, no pueden ser madres según la carne... El que es fruto de una sola Virgen santa, es la gloria y el honor de todas las demás vírgenes, porque como María, son madres de Cristo, si hacen la voluntad de su Padre.
La gloria y la felicidad de María, de ser la madre de Cristo, alcanzan a todos en estas palabras del Señor: "Quien hace la voluntad de mi Padre que está en los Cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre". Indica así el parentesco espiritual que lo relaciona con pueblo que rescató. Sus hermanos y sus hermanas, son los varones y las mujeres santas que son coherederos con él de su herencia celeste (Rm 8,17).
Su madre es la Iglesia entera, porque ella es quien, por la gracia de Dios, da a luz a los miembros de Cristo, es decir a los que le son fieles. Su madre es también toda alma santa, que hace la voluntad de su Padre y cuya caridad fecunda se manifiesta en aquellos a los que da a luz para Él, "hasta que Él mismo, sea formado en ellos " (Ga 4,19)...
Entre todas las mujeres, María es la única que es virgen y madre al mismo tiempo, no sólo por el espíritu, sino también por el cuerpo. Es madre según el espíritu... de los miembros de Cristo, es decir de nosotros, porque cooperó por su caridad a dar a luz en la Iglesia a los fieles, que son los miembros de esto divino Maestro, nuestra cabeza (Ef 4,15-16), verdaderamente Ella es madre según la carne. Hacía falta, en efecto, que nuestro Maestro naciera, según la carne, de una virgen para enterarnos de que nosotros, sus miembros, debíamos nacer según el espíritu de otra virgen que es la Iglesia. María es pues la única, que es madre y virgen a la vez de espíritu y de cuerpo. Pero la Iglesia entera, en los santos que deben poseer el Reino de Dios, es, según el espíritu, madre de Cristo y virgen de Cristo.



San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia. Sobre la virginidad, C. 5

lunes, 23 de enero de 2012

"La fe más viva" - Sierva de Dios Mercedes del Carmen Pacheco


"Nunca fue mi fe más viva
ni mi confianza más grande en Dios,
como en esos días de tanto terror".

Sierva de Dios Mercedes del Carmen Pacheco

Evangelio del día 23 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 3,22-30. Lunes de la tercera semana del tiempo ordinario


Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: "Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los Demonios".
Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: "¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás? Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir. Y una familia dividida tampoco puede subsistir. Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin. Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.
Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre".
Jesús dijo esto porque ellos decían: "Está poseído por un espíritu impuro".


Comentario:


La envidia: una blasfemia contra el Espíritu Santo - Isaac de Stella



"Es por Belcebú, príncipe de demonios, que caza a los demonios"... Lo propio de la gente maléfica y envidiosa, es cerrar los ojos, siempre que pueden, al mérito de los demás y, cuando vencidos por la evidencia no pueden más, los desprecian y desnaturalizan.
Así, cuando la muchedumbre exulta de devoción y se maravilla a la vista de las obras del Cristo, los escribas y fariseos o cierran los ojos a lo que saben que es verdad, o rebajan al que es grande, o desnaturalizan lo que es bueno. Una vez, por ejemplo, fingiendo ser ignorantes, dijeron al que hizo tantos signos maravillosos: "¿Qué signo haces para que creamos en ti?" (Jn 6,30) Aquí, no pudiendo negar los hechos, los deprecian con maldad, y los desnaturalizan diciendo: "Es por Belcebú, príncipe de demonios que caza a los demonios".
Hermanos queridos, he aquí esta blasfemia contra el Espíritu que ata a aquellos a los que están cogidos con cadenas por una falta eterna. A pesar de esto, no es imposible al penitente recibir el perdón de todo, si "produce frutos que le llevan a la conversión " (Lc 3,8). Solamente, arrastrado por el peso de tal malicia, no tiene la fuerza para aspirar a esta honorable penitencia que merece el perdón... el que, percibiendo con claridad, en casa de su hermano, la gracia y la operación del Espíritu..., no teme desnaturalizar, calumniar y atribuir insolentemente al espíritu maligno, lo que sabe con certeza que es del Espíritu santo, éste tal, se ve abandonado por este Espíritu de gracia ya que no quiere la penitencia que le obtendría el perdón.
Está completamente oscurecido, cegado por su propia malicia. ¿Qué hay más grave, que atreverse, por envidia hacia un hermano, habiendo recibido el mandamiento de amarlo como a ti mismo (Mt 19,19), blasfemar contra la bondad de Dios... e insultar su majestad queriendo desacreditar a un hombre?

Isaac de Stella (?-v. 1171), monje cisterciense. Sermón 39, 2-6; SC 207

San Ildefonso de Toledo - 23 de enero


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domingo, 22 de enero de 2012

Evangelio del día 22 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 1,14-20. Tercer Domingo del tiempo ordinario


Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".
Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.


Comentario:



«Convertíos y creed en el evangelio» - San León Magno



Demos, por tanto, queridos hermanos, gracias a Dios Padre por medio de su Hijo, en el Espíritu Santo, puesto que se apiadó de nosotros a causa de la inmensa misericordia con que nos amó; estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo, para que gracias a él fuésemos una nueva creatura, una nueva creación.
Despojémonos, por tanto, del hombre viejo con todas sus obras y, ya que hemos recibido la participación de la generación de Cristo, renunciemos a las obras de la carne.
Reconoce, cristiano, tu dignidad y, puesto que has sido hecho partícipe de la naturaleza divina (2P 1,4), no pienses en volver con un comportamiento indigno a las antiguas vilezas. Piensa de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro (Ef 4,15-16). No olvides que fuiste liberado del poder de las tinieblas y trasladado a la luz y al reino de Dios (Col 1,13).
Gracias al sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo (1Co 6,19); no se te ocurra ahuyentar con tus malas acciones a tan noble huésped, ni volver a someterte a la servidumbre del demonio: porque tu precio es la sangre de Cristo.


San León Magno (?-v. 461), papa y doctor de la Iglesia. Sermón 1 en la Navidad del Señor, 1-3; PL 54, 190

San Vicente Pallotti - 22 de enero


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San Vicente, mártir - 22 de Enero



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sábado, 21 de enero de 2012

Evangelio del día 21 de enero de 2012


Evangelio según San Marcos 3,20-21. Sábado de la segunda semana del tiempo ordinario

Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: "Es un exaltado".

Santa Inés, virgen y mártir - 21 de Enero


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viernes, 20 de enero de 2012

Sierva de Dios Leonor de Santa María Ocampo: una santa para proteger a Famatina


En estos momentos difíciles en que su pueblo natal lucha contra la contaminación y por el rechazo a la minería a cielo abierto, pedimos la intercesión de su vidente, su santa, un ejemplo que nos proteja desde el cielo.

Una mujer que amó a Dios, pero por sobretodo se dejó amar por El... porque Dios, encontró un corazón digno de recibir su amor.-

Secundando la iniciativa de Dios, que quiere dar a conocer la vida de una mujer que fue monja en este Monasterio (el primero en el país) y que dejó una huella imborrable de santidad entre sus hermanas que ha perdurado hasta el presente, la comunidad de monjas del Monasterio "Santa Catalina de Siena", está trabajando en reunir documentación para iniciar, en el futuro, el proceso de canonización de Sor Leonor de Santa María Ocampo.

Con su vida retirada, abnegada, su constante alegría, su espíritu de oración, paz y obediencia, es mucho lo que puede decir a la juventud actual, hambrienta de grandes ideales, de referentes válidos que, como modelos preclaros, puedan hacer útil y fecunda la vida, encauzándola hacia el Bien. Ha dejado escrita la historia de su vida en dos cuadernos en los que va relatando con toda sencillez, la vida de intimidad con su Esposo Jesucristo y el entorno familiar y de la comunidad de monjas en que le tocó vivir.

Sor Leonor, como toda monja dominica, fue una mujer que amó a Dios y le habló de la humanidad, alguien que hizo de su vida un incienso permanente que sube hasta el trono de Dios, elevando el clamor de tantos millones de personas que no pueden ni saben orar...

"Es el clamor de tantos hermanos y hermanas sumergidas en el sufrimiento, en la pobreza, en la marginación. Son muchos los desplazados y los refugiados que sufren por falta de amor y esperanza, los que han sucumbido al mal y se cierran a toda luz espiritual, los que tienen el corazón lleno de amargura, víctimas de la injusticia y del poder de los más fuertes..."




EN UNA GRUTA DEL CERRO FAMATINA

Sor Leonor (Isora), nació en una cueva del cerro Famatina el 15 de Agosto de 1841, época de grandes luchas por la organización nacional. Sañogasta, un pueblo de la provincia de la Rioja, estaba conmocionado por la invasión de las tropas enemigas, venidas desde Mendoza, para derrotar al gobierno.
La única hija de don José Ramón Solana, casada con don Juan Santiago Amaranto Ocampo, estaba a punto de dar a luz...
En esas condiciones nada mejor que refugiarse en el cerros "Famatina". Allí, en las soledades majestuosas del llamado "Campo de Cosme" donde hay un refugio para los animales y vertientes de agua, nació Isora...Como el Niño Jesús en una cueva...

Nacida de noble linaje, tanto paterno como materno, brilló en la virtud de la humildad, en pasar inadvertida, en saber desaparecer, y así se mantuvo en toda su vida de manera que lo que los demás veían y percibian de ella, era Dios... Pasó por la vida como una ventana abierta al cielo...





DESTELLOS PRECOCES


Desde muy pequeña demostró su piedad, su espíritu de pobreza, de amor, de caridad, queriendo agradar en todo a Dios y a la Virgen, de la que siempre fue muy devota.
La misma Leonor nos relata sus primeras experiencias de vida espiritual:

"Desde los cuatro años, por la misericordia de Dios y de la Sma. Virgen, yo me sentía muy inclinada a los ejercicios espirituales".

Sobretodo, a la niña le agradaba el Vía Crucis, que se realizaba por las pedregosas calles del pueblo, después de cada estación solía arrodillarse entre las piedras para acompañar a Jesús en su sufrimiento.
También acompañaba a la Virgen Dolorosa en su procesión, sosteniendo con sus bracitos la imagen venerada experimentando "una indecible dulzura", mientras las lágrimas bañaban su carita..

Ya desde los cuatro años, las verdades de fe iluminaban su vida. Relata en sus manuscritos:


"Era de natural muy callada, inclinada a la soledad y al silencio... me acuerdo que desde que tuve cuatro años, comprendía las cosas, no como una criatura sino como persona mayor..."
Sabía intuir las privaciones del prójimo, amaba a los pobres y necesitados;

"Yo era muy andadora en las casas de los pobres cuando no veía nada, ni fuego en sus cocinas porque no tenían qué cocinar, me volvía calladita a casa y le contaba a mi madre y ella me despachaba con algo, para que les llevase..."