Coronel Pringles (Buenos Aires), 9 May. 11 (AICA)
Toda la comunidad de Pringles se movilizó en repudio a los actos vandálicos.
Con una marcha pacífica que partió desde el palacio municipal hasta la ermita de la Virgen de Luján, ubicada en el acceso principal a la ciudad de Coronel Pringles, los fieles demostraron su repudio a los ataques a la imagen de la Virgen.
Numerosos pringlenses se congregaron en la plaza Juan Pascual Pringles, convocados por el párroco local, presbítero Osvaldo Ernesto Mendiondo, para marchar pacíficamente en repudio a los ataques que recibió la imagen de la Virgen de Luján que se encuentra en la ermita de la Ruta 51 y acceso a la ciudad. La invitación no solamente estuvo dirigida a los católicos, sino a toda la comunidad.
A la columna de manifestantes, encabezada por el párroco, se fue sumando gente en diferentes tramos del trayecto: niños en bicicleta, jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres, dieron muestra de su cariño no solo a la Virgen María, sino también a ese lugar que con el tiempo se ha transformado en un punto de llegada para quienes realizan sus caminatas diarias o sitio de encuentro.
Al llegar al lugar, los caminantes fueron recibidos por la imagen de la Virgen que un día antes ya había sido colocada nuevamente en la carreta que siempre la albergó. Entre las 500 personas que asistieron a la manifestación, estaban el propio jefe comunal, Carlos Oreste, el secretario de Seguridad y Hacienda, Omar Berruet; el director de Parque Vial Municipal, Luis Carassou; y el concejal Lisandro Maztkin.
A fines de marzo, algunas personas destrozaron el vidrio de la urna que protege la imagen de la Virgen para romper gran parte de la estatua. Ni la reja que se colocó con el fin de prevenir un nuevo ataque, fue impedimento para que estas personas profanasen el lugar.
Las autoridades municipales y policiales prometieron brindar mayor seguridad, por eso el padre Mendiondo accedió a colocar nuevamente la Virgen, restaurada por un miembro de la comunidad, y protegida por una nueva urna de vidrio que fue donada por una familia local. El intendente, Carlos Oreste, aseguró la presencia de un sereno en el lugar hasta que se coloque una cámara de seguridad que formará parte de las 8 a instalarse en Coronel Pringles.
La manifestación terminó con la celebración de la santa misa en la que también se oró por los caídos en Malvinas y por los sobrevivientes de esta guerra, expresa un comunicado de la parroquia.
Lo vivido demostró que el actuar de unos pocos intolerantes no podrán doblegar la fe y las creencias de un pueblo católico que utiliza la oración y la manifestación pacífica como arma para defenderse de todo ataque.
Toda la comunidad de Pringles se movilizó en repudio a los actos vandálicos.
Con una marcha pacífica que partió desde el palacio municipal hasta la ermita de la Virgen de Luján, ubicada en el acceso principal a la ciudad de Coronel Pringles, los fieles demostraron su repudio a los ataques a la imagen de la Virgen.
Numerosos pringlenses se congregaron en la plaza Juan Pascual Pringles, convocados por el párroco local, presbítero Osvaldo Ernesto Mendiondo, para marchar pacíficamente en repudio a los ataques que recibió la imagen de la Virgen de Luján que se encuentra en la ermita de la Ruta 51 y acceso a la ciudad. La invitación no solamente estuvo dirigida a los católicos, sino a toda la comunidad.
A la columna de manifestantes, encabezada por el párroco, se fue sumando gente en diferentes tramos del trayecto: niños en bicicleta, jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres, dieron muestra de su cariño no solo a la Virgen María, sino también a ese lugar que con el tiempo se ha transformado en un punto de llegada para quienes realizan sus caminatas diarias o sitio de encuentro.
Al llegar al lugar, los caminantes fueron recibidos por la imagen de la Virgen que un día antes ya había sido colocada nuevamente en la carreta que siempre la albergó. Entre las 500 personas que asistieron a la manifestación, estaban el propio jefe comunal, Carlos Oreste, el secretario de Seguridad y Hacienda, Omar Berruet; el director de Parque Vial Municipal, Luis Carassou; y el concejal Lisandro Maztkin.
A fines de marzo, algunas personas destrozaron el vidrio de la urna que protege la imagen de la Virgen para romper gran parte de la estatua. Ni la reja que se colocó con el fin de prevenir un nuevo ataque, fue impedimento para que estas personas profanasen el lugar.
Las autoridades municipales y policiales prometieron brindar mayor seguridad, por eso el padre Mendiondo accedió a colocar nuevamente la Virgen, restaurada por un miembro de la comunidad, y protegida por una nueva urna de vidrio que fue donada por una familia local. El intendente, Carlos Oreste, aseguró la presencia de un sereno en el lugar hasta que se coloque una cámara de seguridad que formará parte de las 8 a instalarse en Coronel Pringles.
La manifestación terminó con la celebración de la santa misa en la que también se oró por los caídos en Malvinas y por los sobrevivientes de esta guerra, expresa un comunicado de la parroquia.
Lo vivido demostró que el actuar de unos pocos intolerantes no podrán doblegar la fe y las creencias de un pueblo católico que utiliza la oración y la manifestación pacífica como arma para defenderse de todo ataque.
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