sábado, 2 de octubre de 2010

Santos Angeles Custodios de Pueblos o Naciones

Los grandes teólogos de la Iglesia Católica han sostenido, como presentada en la Sagrada Escritura, la doctrina de que la Divina Providencia ha encomendado a un Angel, la custodia y protección de cada pueblo o nación.

Estas son palabras de Mons. Leopoldo Eijo Garay, Obispo de Tuy, "Novena al Santo Angel Custodio de España", Madrid, 1917, imprenta Enrique Teodoro, 105 páginas.

Comentando sobre el capitulo décimo de la profecía de Daniel los Padres y escritores católicos toman ocasión de aquellas palabras “el Príncipe del Reino de los Persas, el Príncipe de los Griegos y el Príncipe de los Judíos” para exponer la común doctrina de que la Divina Providencia ha encomendado a la custodia y protección de un Angel cada uno de los pueblos o naciones.

“Que cada Nación tiene su propio Angel Custodio lo afirma la Escritura” dice Teodoreto. “Unos Angeles están al frente de las naciones, otros acompañan a cada uno de los fieles” afirma San Basilio.

Además de la contemplación de Dios que los beatifica, los buenos ángeles están ocupados en la guarda de la Iglesia, de las naciones y de los individuos; cada pueblo tiene su Angel al frente, dicen San Gregorio, Casiano y San Isidoro.

San Cirilo se hace eco autorizado de la general creencia de que cada Reino tiene un ángel particularmente encargado de guiarle.

San Gregorio Nacianceno, el Niseno, San Juan Crisóstomo enseñan que a cada Nación ha sido dado un Angel Guardián que la protege e inspira santos pensamientos a los que guía.

San Jerónimo, San Hilario y San Ambrosio describen al ángel de cada Reino intercediendo por sus hijos y cubriéndoles con su protección.

San Juan Damasceno dice de ellos: “Mensajeros y ministros de Dios ejecutan su voluntad, se muestran a veces a los hombres, están destinados para guardianes de ciertas regiones de la tierra, de ciertas naciones; se ocupan de nuestros intereses y nos prestan auxilio.”

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