jueves, 26 de agosto de 2010

San Maximiliano de Roma - 26 de agosto


Era hijo de un soldado veterano encargado del reclutamiento llamado Fabio Víctor. Cuando tenía veintiún años tuvo que comparecer como insumiso delante de Casio Dión, procónsul de Tebaste. En la declaración dijo ante su juez: “Yo soy cristiano, soldado de Cristo, y no combatiré por nadie más” He sido marcado por el sello de Cristo y no lo entregaré al enemigo. Por tanto, me niego a llevar en el escudo la imagen del emperador; y si se me obliga, la romperé.”

Después de intentar convencerlo sin éxito, Casio mandó borrar su nombre de las listas de reclutamiento y le dijo: ”Puesto que te niegas a matar como soldado, morirás, y tu castigo servirá de escarmiento para todos los que quieran imitarte” “Doy gracias a Dios y a ti mismo por el favor que me haces”, le contestó Maximiliano.

Cuando se acercaban al lugar de la ejecución, dirigiéndose a los cristianos que se hallaban presentes les dijo: “¡Quiera Dios que podáis participar muy pronto de mi destino, hermanos queridos, y así vayáis también junto a Él”.

Las Acta Maximiliani recogen que Fabio Víctor regresó a su casa orgulloso y que se convirtió al cristianismo. Murió poco después con las mismas convicciones que su hijo.

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