jueves, 4 de febrero de 2010

María, Desata nuestros nudos de injusticia y corrupción


Padre de los pobres, los que sufren, los debiles
y pequeños alabamos la gloria de tu Santo.
Nombre porque nos diste a María,
la que puede desatar los nudos de nuestra vida.
Te pedimos que, por las manos liberadoras de María,
recibamos las fuerzas que necesitamos
como familias y como pueblo.
Que donde haya dolor ponga bienestar,
donde haya corrupción, transparencia y honestidad,
donde haya injusticia y opresión, libertad e igualdad.
Ayúdanos a que, siguiendo las enseñanzas de Jesús,
podamos despertar nuestra conciencia de dignidad,
de tal modo que juntos construyamos una familia
más solidaria y justa.
Te lo pedimos en el Espíritu Santo,
prometido y esperado, y dado en Pentecostés
a la Iglesia y al Mundo.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amén

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