“Mi Dios, no somos dignos
de recibir el don de un amor perfecto
para nuestra Madre Inmaculada,
María tan Santa, pero tu,
en tu infinita misericordia
y por los méritos de Jesús
y de María, tan Santa,
concédenos esta gracia.
Nosotros intentaremos amar
vuestra tan amada Madre María
con el amor con el que tu,
oh eterno Padre, la amas,
tu que la amas como a una Hija;
con el amor con el que tu,
o divino Hijo, la amas,
tu que la amas como una Madre;
con el amor con el que tu,
o divino Espíritu, la amas,
tu que la amas como una Esposa;
y nosotros intentaremos
que ella sea amada en la misma manera
por todas las criaturas posibles,
pasadas, presentes y futuras”.
Amén
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