sábado, 31 de enero de 2009

Resguardados para Salvación


Por supuesto, no nos ganamos la Salvación sólo por nuestro servicio a Dios, como por el medio de mantener conducta excelente y ayudar a otros espiritual y materialmente. Nuestro Padre Celestial mismo ha hecho todas las provisiones para que consigamos Vida eterna, y Él nos ayuda a hacer Su voluntad y a recibir esa bendición. Por lo tanto, la esperanza que Dios nos ha dado nos anima a someternos cabalmente a la dirección divina. El confiar totalmente en Dios como remunerador nos ayuda a continuar cooperando con Él en la obra de hacernos cristianos genuinos, plenamente desarrollados. (Efesios 4,13-15) Es verdad que tal cooperación activa con nuestro Hacedor exige que nos esforcemos por controlar nuestras tendencias pecaminosas. Pero Él es Aquel que, por medio su Espíritu Santo, realmente hace posible nuestro crecimiento espiritual. Las siguientes palabras del apóstol Pedro recalan hermosamente lo que Dios hace para ayudarnos a conseguir cumplimiento de nuestra esperanza como católicos:
“Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo. Porque gracias a la fe, el poder de Dios los conserva para la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final”.
Los cristianos a quienes fueron dirigidas estas palabras tenían buena razón para bendecir a Dios, y también para hablar bien de Él o alabarlo. Habían sido creados como hijos del Altísimo por medio de un segundo nacimiento. (Juan 1,12-13; 3,5-8) Este “nuevo nacimiento” vino como resultado de la operación del Espíritu Santo sobre ellos. No fue como resultado de algún mérito especial de parte de ellos que se les constituyó en hijos de Dios. Antes bien, fue debido a la misericordia o compasión divina que se manifestó al perdonárseles sus pecados. Al llegar a ser hijos del Todopoderoso, a aquellos discípulos de Jesucristo también se les hizo herederos del Reino.
Como herederos, tenían la esperanza de recibir una herencia. Esa Esperanza como muestra Pedro, es una “esperanza viva. Está “viva” de muchas maneras. Tal como el mensaje o palabra de Dios es cosa “viva y eficaz”, la esperanza es viva y poderosa. (Hebreos 4,12) Esto principalmente se debe a que es una esperanza que ha sido divinamente suministrada por el Dios vivo y eterno, y gira en torno a su Hijo, quien “ya no muere”. El Hijo tiene el poder de la Vida Eterna y puede salvar completamente a los que confían el Él. (Jeremías 10,10; Habacuc 1,12; Hebreos 7, 16-25; 1 Pedro 1,23) Jesucristo mismo es el “pan de vida” enviado por Dios y porque “el que coma de este pan vivirá eternamente” (Juan 6,50.51.57) El Hijo da “agua viva” que en los que la reciben se convierte en “manantial que brotará hasta la Vida eterna” (Juan 4,10-14) Así también, la “esperanza viva” que se suministra como resultado del “nuevo nacimiento” puede llevar adelante a sus poseedores a la realización de su recompensa y de la vida eterna.
San Agustín hacía hincapié en la fe en la resurrección final cuando declaraba: “Para Dios no hay distancias; ni tengo temor que al fin de los siglos no sepa Él donde estoy para resucitarme”: (Confesiones, IX, 11)
Esa esperanza tiene vitalidad. Es una fuerza vigorizante, activadora en la vida de las personas que la acarician. Esta esperanza afectó toda la vida de los Santos a lo largo de la historia, llegando muchísimos de ellos a dar la vida en el martirio seguros de encontrase con el Padre Celestial y confiados en su promesa. Al igual que la fe verdadera, dicha esperanza no puede estar muerta, desprovista de fruto y actividad que demuestre su existencia. (Santiago 2, 14-26) Es una esperanza animosa que nos vivifica y que nos estimula y fortalece por medio de su consuelo y por la inmutable certeza de su cumplimiento.
A diferencia, pues, por mucho, de las esperanzas de los individuos que ponen su confianza en hombres imperfectos, esta esperanza no es una esperanza muerta que haya de terminar en desilusión por no tener base sólida. No puede dejar de realizarse. La promesa inmutable de Dios, unida al incomparable poder que Él tiene para cumplirla, sirve de fundamento seguro para la esperanza cristiana (Isaías 55,10-11; Hebreos 4,20) Debido a que fue levantado a la vida de espíritu, el Hijo de Dios pudo presentar el valor de su sacrificio, el precio de redención, al Padre. Si Jesucristo no hubiera sido resucitado, nadie pudiera haber sido redimido del pecado y la muerte. (1 Corintios 15,14-19) Aparte de su resurrección, no hubiera podido haber “esperanza viva”.
la magnífica herencia que el apóstol Pedro y sus compañeros de creencia esperaban con anhelo es “incorruptible, incontaminada e imperecedera”. Puesto que es incorruptible, no se le puede destruir ni dañar de modo alguno. No se le puede atribuir contaminación o polución, pues no se puede obtener por medio de ninguna intriga, engaño o ningún otro medio desaforado. Esa maravillosa herencia nunca caerá en manos de hombres sin principios. Además, a diferencia de una flor hermosa que en poco tiempo pierde la belleza y el brillo, jamás en toda la eternidad perderá la herencia su grandeza y atractivo.
Según las palabras de Pedro, la herencia prometida está “reservada en los Cielos”. Se mantiene segura para los coherederos junto de Cristo. Allá en los cielos, está más cabalmente protegida y preservada que en la bóveda de cualquier banco, porque los cielos son el lugar de habitación permanente del Dios Eterno. (Salmos 103,19; 115,3.16; Mateo 5, 11-12) además, el apóstol Pedro señaló que el Todopoderoso les ayudaría a recibir su herencia. Por medio de su Espíritu, el Altísimo ejercería su “poder” hacia ellos, y les ayudaría a permanecer aceptables ante Él, al mantener bajo protección sus perspectivas de alcanzar la vida. Como resultado, “en los últimos tiempos” no participarían en recibir los efectos de la sentencia condenatoria que se dicta contra los infieles, sino que se les salvaría para Vida Eterna.
Al igual que los cristianos del primer siglo, todos los creyentes de hoy día pueden confiar en que Dios los resguardará para la salvación. Por medio de su Espíritu Santo, Él hizo que tuviéramos fe originalmente, y por ese mismo Espíritu, continuará fortaleciendo nuestra fe a través de Su Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica. Con esta fe podemos podemos pasar con éxito cualquier clase de pruebas. (1 Juan 5,4) ¿No tenemos razones sólidas, pues, para estar agradecidos por lo que Dios continúa haciendo para ayudarnos a conseguir la Vida Eterna? Ciertamente, y en especial cuando consideramos que esto no se debe a mérito alguno de parte nuestra, sino a la gran misericordia de Dios. Así podremos repetir junto a Santa Gema Galgani: “Aquí me tenéis postrado a vuestros pies santísimos, mi querido Jesús, para manifestaros en cada instante mi reconocimiento y gratitud por tantos y tan continuos favores como me habéis otorgado y que todavía queréis concederme”.

San Juan Bosco - 31 de enero


Tomado de http://www.donboscobaires.com.ar/


1815-NAPOLEON BONAPARTE , Emperador de los franceses, que con tanta jactancia había llevado a sus ejércitos victoriosos, haciendo temblar toda Europa, obcecado por el orgullo, quiso someter también a la Iglesia y se atrevió a llevar prisionero a Fontanebleau al Papa Pío VII. Este le envió la excomunión. El Emperador se rió y dijo: Tal vez la excomunión del Papa podrá hacer caer los fusiles de mano de mis soldados siempre victoriosos!! .... En la campaña militar de Rusia sufrió la tremenda derrota en Waterloo justo porque por el frío les caían los fusiles de las manos congeladas... El astro napoleónico ya se eclipsó... "Dios depone a los poderosos de sus tronos y exalta a los humildes" (Magnificat)
..
En el mismo año 1815 apareció un nuevo astro destinado a irradiar una luz benéfica para toda la humanidad: JUANITO BOSCO!!!
Nació de una familia humilde el 16 de Agosto de 1815 en un pueblito "Y Becchi... en Castelnuovo d'Asti (ahora Castelnuovo Don Bosco). Su santa madre "mamá Margarita" fue educándolo a la fe protegiéndolo de la prepotencia de su hermano mayor Antonio, que no quería que él estudiara...El niño quedó huérfano por la muerte del padre, pero bajo el cuidado de la madre, fue creciendo en edad y en gracia como el niño Jesús, lleno de ansia de santidad y de apostolado.
Pequeñito ejercía la tarea de catequista en medio de los compañeritos, que reunía frente a la Iglesia transmitiéndoles lo que le enseñaba la mamá o lo que aprendía en los sermones del Párroco, y también divirtiéndolos con sus capacidades de pequeño saltimbanqui y de mago. Dotado de grande inteligencia, fue creciendo en el estudio: siendo pobre, fue alternando el estudio con el trabajo, para costearse los libros. Fue empleado en distintas actividades.
Tiene grande importancia el Sueño-Visión a los 9 años... Vio un campo lleno de animales feroces, que al rato se transformaron en corderitos. Vio un campo lleno de niños y muchachos, que peleaban, blasfemaban... Indignado Juanito empezó a darles patadas y golpes a derecha y a izquierda. Pero el personaje que apareció lo paró de inmediato diciéndole:.." Juanito, no con golpes, sino con la bondad y la mansedumbre puedes transformar a estos niños y jóvenes en corderitos...". Juanito lloró, no sabiendo cómo hacer. El Personaje le dijo: "...Juanito, yo te daré la la guía y la maestra"...En el momento le apareció la Virgen vestida de blanco y de azul... Terminó el sueño: Juanito comprendió la misión a la cual lo destinaba Dios: salvar a la juventud... La Virgen Auxiliadora fue acompañándolo en la adolescencia hasta entrar al seminario de Chieri, hasta el sacerdocio (año 1840).
8 de Diciembre de 1841: se preparaba Don Bosco a rezar la Misa en la Iglesia de San Francisco de Asís. Un chico de 14 años (Bartolomé Garelli) estaba a la puerta de la sacristía mirando. El sacristán lo invitó a ayudar la santa Misa...El chico se excusa por no saber... el sacristán indignado fue a golpearlo con la caña de encender las velas y aquél se escapó. Don Bosco, que vio todo esto se entristeció y dijo.: "Qué has hecho!! es mi amigo...llámalo".... El niño lleno de miedo, regresó y Don Bosco lo trató con mucho cariño y le hizo muchas preguntas. Las respuestas fueron todas negativas: Era un pobre huérfano, no tenía casa, dormía detrás de la puerta de alguna iglesia o bajo los pórticos de Turín, y no sabía nada de religión... Don Bosco lo invitó a rezar con él una Ave María y lo invitó a volver con muchos otros compañeros. En ese momento nació la Obra del Oratorio.
Don Bosco no tenía lugar para el Oratorio y fue juntando a los chicos en cualquier terreno baldío de las afueras de Turín... Cada domingo era un problema por las protestas de los vecinos, que acudían a la policía. Pero un día se le presentó un enviado del Sr. Pirando, que le propuso la venta a buen precio de un tinglado.... Don Bosco lo compró en cuotas. Fue así la "Casa Pinardi"el primer oratorio estable, que fue creciendo de manera milagrosa hasta ser la casa madre de los salesianos con un complejo de grandes construcciones.
La Basílica de María Auxiliadora en Turín fue el monumento material de la gratitud de Don Bosco a la Virgen que "lo había hecho todo..." La construcción de ese maravilloso templo fue milagrosa. Cuando el constructor suspendió los trabajos por falta de pago, Don Bosco quiso pagarle: "Abra las manos...."....Don Bosco arrojó en las manos todo el dinero del monedero (0,40 centavos de aquellos). El constructor se puso pálido...."Esto, " dijo el santo "es lo que puede pagar el pobre Don Bosco, pero pronto lo hará la Virgen y mandará dinero no sólo para la construcción del templo, sino también mandará dinero para la construcción de un gran edificio, para niños pobres"..... y comenzaron los milagros.

Don Bosco quiso agradecer a la Virgen también con un monumento de piedras vivas, fundando con Santa María Dominga Mazzarello el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, la rama femenina de la Obra de Don Bosco.
Don Bosco fue un predestinado, figura de primer plano en la historia de la Iglesia y de la humanidad. Supo realizar una obra religiosa social de gran envergadura y con visión de futuro y sigue creciendo como árbol gigantesco, cuyas ramas se extienden en 124 países de los 5 continentes.
" Dotado de extraordinario talento y fina distinción, pudo ser un gran orador, un gran historiador, un gran estadista:... pudo ser... lo que se hubiera propuesto. Pero se quedó en ser...lo que Dios quiso que fuera:...el hombre que supo amar a todos y hacerse amar por todos...."(Mons. M. Olaechea s.d.b. - Arzobispo de Valencia)
"Don Bosco es un hombre providencial. En toda su obra se descubre la mano de Dios"(Papa León XIII)
"...un gigante de enormes brazos que ha logrado abrazar al mundo entero..."(Cardenal Nina a León XIII)
"Don Bosco es un gigante de santidad. Conviví algunos días con él en los ya lejanos días de mi juventud, desde entonces supe que era Santo..."(Pio XI)
"Cuando pienso en la obra de Don Bosco, pienso en la multiplicación milagrosa de los panes y peces"(Mons. Fulton Scheen)
"!San Juan Bosco, su nombre es todo un poema de gracia y de apostolado. Desde una aldea de Piamonte ha llevado la gloria y los triunfos de la caridad de Cristo hasta los más lejanos confines de la tierra..."(Beato Juan XXIII)
"Don Bosco es un hombre de leyenda..."(Víctor Hugo)
Fue dotado de grandes dones naturales y sobrenaturales, como los grandes santos. Tuvo el don de profecía, el don de milagros. Se adelantó 100 años al Concilio Vaticano II y eso por su espíritu evangélico.

Don Bosco fue un soñador. A los 9 años Dios le manifestó su misión. Durante toda su vida soñó Oratorios, Colegios, Escuelas Primarias, Secundarias, Escuelas de capacitación laboral, Bachilleratos comerciales, Pedagógicos, Técnicos y Agrícolas, Industriales, Electrónicos, Residencias Universitarias, casas de Retiros Espirituales, Parroquias, Iglesias, Capellanías, Editoriales, Centros de Comunicación Social y misiones para los más desheredados en todas las naciones del mundo....
Soñó la Primera Misión Salesiana en la Patagonia.... Envió la primera expedición de misioneros, que llegaron a Buenos Aires el 14 de diciembre de 1875 al frente del P. Juan Cagliero, (luego obispo y primer cardenal salesiano)

Nuestra Iglesia "Mater Misericordiae", fue la primera sede y el trampolín para la Patagonia, para nuestro país y para los países de América Latina.
¡¡¡ GLORIA A DON BOSCO SANTO !!!
R.P. Francisco Daparo s.d.b.Junio de 2001

viernes, 30 de enero de 2009

San Hipólito - 30 de enero


Se desconoce el lugar y fecha de su nacimiento, aunque sabemos que fue discípulo de San Ireneo de Lyon. Su gran conocimiento de la filosofía y los misterios griegos, su misma psicología, indica que procedía del Oriente. Hacia el año 212 era presbítero en Roma, donde Origenes—durante su viaje a la capital del Imperio—le oyó pronunciar un sermón.
Con ocasión del problema de la readmisión en la Iglesia de los que habían apostatado durante alguna persecución, estalló un grave conflicto que le opuso al Papa Calixto, pues Hipólito se mostraba rigorista en este asunto, aunque no negaba que la Iglesia tiene la potestad de perdonar los pecados. Tan fuerte fue el contraste que se separó de la Iglesia y, elegido obispo de Roma por un reducido círculo de partidarios suyos, fue así el primer antipapa de la historia. El cisma se prolongó tras la muerte de Calixto, durante el pontificado de sus sucesores Urbano y Ponciano. Terminó en el año 235, con la persecución de Maximino, que desterró al Papa legítimo (Ponciano) y a Hipólito a las minas de Cerdeña, donde parece ser que se reconciliaron. Allí los dos renunciaron al pontificado, para facilitar la pacificación de la comunidad romana, que de este modo pudo elegir un nuevo Papa y dar por terminado el cisma. Tanto Ponciano como Hipólito murieron en el año 235. El Papa Fabián hizo trasladar sus cuerpos solemnemente a Roma y son honrados como mártires.
En el siglo XVI se descubrió una estatua de Hipólito, del siglo III, en mármol, que le representa sentado en una cátedra. Allí figura, esculpido, el catálogo completo de sus obras. Aunque se ha perdido el texto original griego de muchas de ellas, se han conservado bastantes en traducciones a diversas lenguas, sobre todo orientales. La más importante es una gran suma llamada Refutación de todas las herejías (en griego Philosaphumena). Escribió también comentarios al Antiguo y Nuevo Testamento, tratados cronológicos (especialmente interesante es un cómputo pascual), homilías y, sobre todo, una obra de importancia fundamental para el conocimiento de la liturgia romana, conocida con el nombre de Tradición apostólica, que constituye el más antiguo ritual con reglas fijas para la celebración de la Eucaristía, la ordenación sacerdotal y episcopal, etc. Durante mucho tiempo se la consideró perdida, hasta que a principios del siglo xx se demostró que lo que se conocía con el nombre de Constitución de la Iglesia egipcia no era otra cosa sino la traducción a las lenguas copta y etiópica de la Tradición apostólica de San Hipólito. Este texto contiene la más antigua plegaria eucarística que ha llegado hasta nosotros.

La Plegaria Eucarística de San Hipólito



El Señor sea con vosotros. Y con tu espíritu. ¡En alto los corazones! Los tenemos vueltos hacia el Señor. Demos gracias al Señor. Es propio y justo.
Te damos gracias, ¡oh Dios!, por tu bienamado Hijo Jesucristo, a quien Tú has enviado en estos últimos tiempos como Salvador, Redentor y Mensajero de tu voluntad, Él que es tu Verbo inseparable, por quien creaste todas las cosas, en quien Tú te complaciste, a quien envías del cielo al seno de la Virgen, y que, habiendo sido concebido, se encarnó y se manifestó como tu Hijo, nacido del Espíritu Santo y de la Virgen; que cumplió tu voluntad y te adquirió un pueblo santo, extendió sus manos cuando sufrió para liberar del sufrimiento a los que crean en Ti.
Y cuando Él se entregó voluntariamente al sufrimiento, para destruir la muerte y romper las cadenas del diablo, aplastar el infierno e iluminar a los justos, establecer la alianza y manifestar la resurrección, tomó pan, dio gracias y dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo, que es roto por vosotros». De la misma manera también el cáliz, diciendo: «Ésta es la sangre que es derramada por vosotros. Cuantas veces hagáis esto, haced memoria de mí».
Recordando, pues, su muerte y su resurrección, te ofrecemos el pan y el vino, dándote gracias porque nos has juzgado dignos de estar ante Ti y de servirte.
Y te rogamos que tengas a bien enviar tu Santo Espíritu sobre el sacrificio de la Iglesia. Une a todos los santos y concede a los que lo reciban que sean llenos del Espíritu Santo, fortalece su fe por la verdad, a fin de que podamos ensalzarte y loarte por tu Hijo, Jesucristo, por quien tienes honor y gloria; al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo en tu santa Iglesia, ahora y en los siglos de los siglos. Amén.

El Verbo encarnado nos hace semejantes a Dios - San Hipólito




(Refutación de todas las herejías, X 33-34)
Nosotros creemos en el Verbo de Dios. No nos fundamos en palabras sin sentido, ni nos dejamos llevar por impulsos emotivos o desordenados, ni nos dejamos seducir por la fascinación de discursos bien preparados, sino que prestamos fe a las palabras del Dios todopoderoso. Todo esto lo ordenó Dios en su Verbo. El Verbo las decía en palabras [a los profetas], para apartar al hombre de la desobediencia. No lo dominaba como hace un amo con sus esclavos, sino que lo invitaba a una decisión libre y responsable.
El Padre envió a la tierra esta Palabra suya en los últimos tiempos. No quería que siguiese hablando por medio de los profetas, ni que fuese anunciada de manera oscura, ni conocida sólo a través de vagos reflejos, sino que deseaba que apareciese visiblemente, en persona. De este modo, contemplándola, el mundo podría obtener la salvación. Contemplando al Verbo con sus propios ojos, el mundo non experimentaría ya la inquietud y el temor que sentía cuando se encontraba ante una imagen reflejada por los profetas, ni quedaría sin fuerzas como cuando el Verbo se manifestaba por medio de los ángeles. De este modo, en cambio, podría comprobar que se encontraba delante del mismo Dios, que le habla.
Nosotros sabemos que el Verbo tomó de la Virgen un cuerpo mortal, y que ha transformado al hombre viejo en la novedad de una criatura nueva. Sabemos que se ha hecho de nuestra misma sustancia. En efecto, si no tuviese nuestra misma naturaleza, inútilmente nos habría mandado que lo imitáramos como maestro. Si Él, en cuanto hombre, tuviese una naturaleza distinta de la nuestra, ¿por qué me ordena a mí, nacido en la debilidad, que me asemeje a Él? ¿Cómo podría, en ese caso, ser bueno y justo? Verdaderamente, para que no pensáramos que era distinto de nosotros, ha tolerado la fatiga, ha querido pasar hambre y sed, ha aceptado la necesidad de dormir y descansar, no se ha rebelado frente al sufrimiento, se ha sujetado a la muerte y se nos ha revelado en la resurrección. De todos estos modos, ha ofrecido como primicia tu misma naturaleza humana, para que tú no te desanimes en los sufrimientos, sino que, reconociendo que eres hombre, esperes también tú lo que el Padre ha realizado en Él.
Cuando hayas conocido al Dios verdadero, tendrás con el alma un cuerpo inmortal e incorruptible, y obtendrás el reino de los cielos, por haber reconocido al Rey y Señor del cielo en la vida de este mundo. Vivirás en intimidad con Dios, serás heredero con Cristo, y no serás ya esclavo de los deseos y pasiones, y ni siquiera del sufrimiento y de los males físicos, porque habrás llegado a ser como Dios. Los sufrimientos que debías soportar por el hecho de ser hombre, te los daba Dios porque eras hombre. Pero Dios ha prometido también concederte sus prerrogativas una vez que hayas sido divinizado y hecho inmortal.
Cristo, el Dios superior a todas las cosas, el que había decidido cancelar el pecado de los hombres, rehizo nuevo al hombre viejo y desde el principio lo llamó su propia imagen. De este modo ha mostrado el amor que te tenía. Si tú eres dócil a sus santos mandamientos, y te haces bueno como Él, te asemejarás a Él y recibirás de Él la gloria.

jueves, 29 de enero de 2009

El Santo Rosario arma contra el falso ecumenismo


La relación que guarda el Santo Rosario con el ecumenismo es muy esclarecedora, para el que quiera comprobar que no hay otro camino que no pase por la CONVERSIÓN y el RETORNO de los herejes y cismáticos a la Santa Iglesia Católica.Santo Domingo de Guzmán, insigne santo español del siglo XII, fundador de la orden de los Predicadores –también conocidos como dominicos–, fue un apóstol de primera categoría, que junto a San Francisco de Asís, dieron pie a la creación de las llamadas órdenes mendicantes.Su carisma fundamental era la predicación para la conversión de alejados de Dios, y sobre todo la de los herejes, que en aquella época campaban por doquier.Su labor se centró sobre todo en el mediodía de Francia, donde estaban ubicados los herejes cátaros o albigenses, que mantenían doctrinas y prácticas gnósticas, con gran desmedro de la fe católica, pues el error se propagaba con rapidez y pertinacia.Santo Domingo y sus compañeros sostuvieron una serie de encuentros con los adalides de la herejía en varias ciudades, donde estaba muy arraigada la herejía, en los que se dieron una serie de torneos de controversia con la Sagrada Escritura y argumentos teológicos, en los que sin excepción, los herejes se vieron derrotados o no lograron imponerse al santo castellano.A pesar de vencer a los herejes en estos torneos de oratoria, el endurecimiento de los seguidores de la herejía, no producía muchas conversiones.Santo Domingo, en un momento de debilidad y desesperación por los pocos frutos obtenidos, recibió una revelación de la Santísima Virgen, que le confortó, y en la que le mostró la oración del santo Rosario, para que sus desvelos apostólicos y predicaciones dieran por fin el éxito deseado: la CONVERSIÓN de los herejes.Y en efecto, a partir de ese momento las conversiones se incrementaron maravillosamente.Así pues, La Santísima Virgen dio a Santo Domingo el Rosario, para que lograra la CONVERSIÓN de los herejes, y no para rezar con ellos en comandita.¿Acaso la condescendencia con los herejes atrae más conversiones? Los frutos obtenidos dicen que no.Este es el drama del ecumenismo: que no se busca la CONVERSIÓN y el RETORNO de los herejes y los cismáticos, sino que cada uno permanezca como está: el hereje en su error –por muy de buena fe que persista en él–; y el católico sin obedecer el mandato de Cristo:“Id pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.” (Mt. 28, 19-20)Ni la orden de San Pablo al obispo Tito, que en sentido propio nos podemos aplicar todos los católicos, cada uno según su capacidad, pues todos somos soldados de Cristo:“Porque es necesario que un obispo sea capaz de instruir en la sana doctrina y refutar a los que contradijeren.” (Tit. 1,7.9)Reflexionemos: “haced discípulos”, ¿no es “CONVERTID”?; “refutar a los que contradijeren”, ¿no es hacer lo que hacía Santo Domingo con los herejes?La Sagrada Escritura, los Santos Padres, los propios santos con su vida y obras –como santo Domingo–, claman con toda fuerza que el camino a seguir en el ecumenismo y el diálogo interreligioso es el RETORNO, y la CONVERSIÓN, como único fin. Todo fin que no sean estos conceptos, es desvirtuar el verdadero ecumenismo.
Como en el falso ecumenismo no se busca la conversión, se dejan de practicar algunas de las obras de misericordia, como son “corregir al que yerra” y “enseñar al que no sabe”, como hacía Santo Domingo.Pero claro, ahora está muy extendido eso de que “hay que dejar a cada uno en su religión, pues si está de buena fe se salvará” y “el ecumenismo con los hermanos separados hay que practicarlo dejando a cada uno en su creencia y convergiendo todos (católicos y herejes) hacia un centro común a todos.”¿Y el mandato de Cristo, qué?, ¿lo mandamos a paseo?Como ahora no se busca convertir, se pisotean las obras de misericordia, por decir lo menos grave.¿Por qué los promotores del falso ecumenismo no siguen el ejemplo de los santos como santo Domingo de Guzmán o S. Luis Mª. Grignión de Monfort?Éste último, en su famoso libro El secreto admirable del Santísimo Rosario, escribe: “Aún cuando fueseis un hereje endurecido y obstinado como un demonio, tarde o temprano os convertiréis y os salvaréis, con tal que recéis devotamente todos los días el Santo Rosario hasta la muerte, para conocer la verdad y obtener la contrición y el perdón de vuestros pecados.”
Por ello vemos con dolor la Carta Apostolica de S.S. Juan Pablo II sobre el Santo Rosario -"Rosarium Virginis Mariae", pues en el habla de un rosario "ecumenico", en el cual no existen mas herejes e infieles a los que hay que convertir, sino al contrario, el Papa busca que el Rosario sea un signo de "unidad" entre las falsas religiones y sus falsas espiritualidades, igualando el Santo Rosario, con el rosario budista y musulman, de ahi que los misterios luminosos exalten unicamente al Cristo comun (de católicos y protestantes), y no al Cristo Rey, fundador de la Santa Iglesia Católica.
Ademas el Rosario pasa a ser de una devocion mariana a una devoción cristocentrica, y los misterios en los que se medita la participación de Nuestra Señora en la redención, pasan a ser unicamente un "resumen del evangelio", de ahi el no aceptar estos misterios de la Luz, pues de fondo contienen un espiritu ecumenico y protestante, y en segundo pretender atenuar la devoción y el honor de Nuestra Señora en favor de un aberrante ecumenismo, en el cual el papa no habla de herejes, de infieles, de los males que afligen a la Iglesia, de la grave crisis de fe, sino que busca introducir un CRISTOCENTRISMO sustituto de la devoción Mariana tradicional en la mas excelsa arma dada por Dios nuestro Señor para implorar la intercesión de su Bendita Madre,Por ello todos los santos si supieron hacer del Santo Rosario un arma formidable para la conversión, que no lo olvidemos, para eso se lo dio la Santísima Virgen al santo castellano.En conclusión: la oración en el ecumenismo debe ser para la CONVERSIÓN y el RETORNO como fin último; si no, es un falso ecumenismo de la peor especie que olvida el mandato de Cristo; y del que desobedece a Cristo ya sabemos su situación:“Todo el que no está conmigo, está contra Mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.” (Mt. 12,30)Terribles palabras que deben meditar los promotores del falso ecumenismo.

Santísima Trinidad


La única religión monoteísta

S. E. Mons Antonio de Castro Mayer
Recién en el siglo XIV, el Papa Juan XXII, introdujo en el calendario romano la fiesta especial de la Santísima Trinidad.
Ello se explica porque, en realidad, todo domingo es el Día del Señor y el Señor es el Dios Uno y Trino. Pero se explica también que haya una fiesta especial de la santísima Trinidad, porque el misterio más augusto del Cristianismo debe destacarse en el Año Litúrgico, con un día consagrado a una singular profesión de Fe, solemne y humilde, de la Iglesia, y de todos los fieles. Esta fiesta está bien situada al término del ciclo litúrgico soteriológico de nuestra salvación, pues, como ingresamos en la vía de salvación por el Bautismo recibido en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, así al ingresar a la vida eterna, nos despedimos de esta tierra en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. "Parte, oh alma cristiana -dice la Liturgia- de este mundo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".
Dios es misterio. Dios debe ser misterio porque debe superar la capacidad natural del conocimiento humano. Por otro lado, nos compete percibir en las perfecciones creadas los reflejos de las perfecciones infinitas de Dios. Ahora bien, entre las perfecciones de las criaturas, hay algunas -y de las más nobles- que sólo existen por la relación con otras. Tal el caso de la paternidad.
Sólo hay padre donde hay hijo. ¿Vamos a decir ahora que en Dios nada hay de esta amable y aun inefable prerrogativa de Padre? Sería absurdo. No se puede pensar. Pero si en Dios hay Padre, debe haber Hijo. y si hay Padre e Hijo, debe entre ellos correr un efluvio de amor indecible. Es el Espíritu Santo.
Esta Trinidad no puede destruir la unidad con que adoramos a un solo Dios. En otras palabras sólo es monoteísta quien adora a la Santísima Trinidad, porque la Unidad de Dios es inseparable de la Trinidad de Personas. Es falso, pues, decir que los musulmanes son monoteístas. No lo son porque no adoran al único Dios verdadero que es Trino. Ellos serían mejor monólatras, o sea, adoran un solo ídolo supremo. Dígase lo mismo de los judíos, cuando rechazaron la revelación de la Santísima Trinidad. Ellos también dejaron la adoración del verdadero Dios Trino, aunque no lo supiesen, para inclinarse ante un ser inexistente, un ídolo por lo tanto. Sólo hay, pues, una religión monoteísta: es la Católica, que adora a la Santísima Trinidad.
Publicado en la revista "ROMA", Nº 93 de abril de 1986

La Oración


Lo mejor de la vida es poder despertar teniendo alguien con quien poder conversar. Y Dios es este padre y amigo con quien lo puedes hacer, pidiéndole fuerza y luz en tu vida. “Sin mí, no podéis hacer nada”, nos dice Jesús, como también: “Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación” (Mt. 26, 41). Con estas convicciones en lo profundo de mi ser, me gusta orar con la espontaneidad de quien está enamorado y se dirige a otro como su ser amado. Sin la oración, mi vida sería vacía, y mi apostolado se agotaría en el cansancio. La oración es como el oxígeno para mis pulmones.
La oración para mí, es ponerme continuamente en sintonía con el Señor para intentar captar su voluntad en lo que estoy haciendo. Ansío descubrirla y le pido poder cumplirla con humildad y alegría, aunque muchas veces te exige sacrificar aquello que no quisieras.
Nuestro Dios, es un Dios maravilloso y sorprendente. A veces cuando más necesitas una respuesta, Él te contesta con el silencio. Esto origina posiblemente una protesta, pero pronto te das cuenta que el silencio de Dios es una respuesta eficaz, que vale más que mil palabras y que deja paz en tu corazón.
En mi vida de oración, es importante la Liturgia de las Horas, que te une a toda la Iglesia para llevar al Padre las alabanzas, las angustias y las esperanzas de la humanidad entera.
El Rosario, al que considero una oración cariñosa y profunda en su sencillez, marca una pausa provechosa en mi jornada y me hace sentir acompañada por esta madre dulce y tierna, la Virgen María.

Hna. María Jordán.

miércoles, 28 de enero de 2009

Santo Tomás de Aquino – 28 de enero


Con más fortuna que ningún otro teólogo o filósofo, Santo Tomás organizó el conocimiento de su tiempo y lo puso al servicio de la fe y de la Santa Iglesia Católica. En su esfuerzo para reconciliar fe con intelecto, creó una síntesis filosófica de las obras y enseñanzas de Aristóteles y otros sabios clásicos: de San Agustín y otros Padres de la Iglesia. Santo Tomás consiguió integrar en un sistema ordenado el pensamiento de estos autores con las enseñanzas de la Biblia y la doctrina católica.
El éxito de Santo Tomás fue inmenso; su obra marca una de las escasas grandes culminaciones en la historia de la filosofía. Después de él, los filósofos occidentales sólo podían elegir entre seguirle con humildad o separarse radicalmente de su magisterio. En los siglos posteriores a su muerte, la tendencia dominante y constante entre los pensadores católicos fue adoptar la segunda alternativa. El interés en la filosofía tomista empezó a restablecerse, sin embargo, hacia el final del siglo XIX. En la encíclica Aeterni Patris (Del Padre eterno, 1879), el papa León XIII recomendaba que la filosofía de Santo Tomás de Aquino fuera la base de la enseñanza en todas las escuelas católicas. El papa Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), afirmaba que la filosofía tomista es la guía más segura para la doctrina católica y desaprobaba toda desviación de ella. El tomismo permanece como una escuela importante en el pensamiento contemporáneo. Entre los pensadores, católicos y no católicos, que han trabajado dentro del marco tomista, han estado los filósofos franceses Jacques Maritain y Étienne Gilson.

De si la caridad es amistad - Santo Tomás de Aquino


Siempre nos ha llamado la atención que Santo Tomás comience su tratado de la caridad con este artículo: la caridad es amistad. El amor parece que va más allá de la amistad (piénsese en el amor de la madre para con el hijo; en el amor a los enemigos, y en que en la amistad vemos generalmente uno con como goce interesado en tener y tratar algunos amigos). Sin embargo, en un vuelo psicológico y teológico, el Angélico nos presenta ya al principio de su tratado la esencia misma de la caridad, revelándonos precisamente que ningún amor es comparable con la verdadera amistad. La observación precisa psicológica y teológicamente, de que la amistad va más allá del amor de benevolencia, porque implica quædam mutua amatio, quia amicus esta mico amicus, es muy profunda, pues demuestra que en la amistad se halla el mayor grado de unión, ya que es la mutua benevolencia y la comunicación de ambas partes. Así se explica que el amor a Dios, bien comprendido y vivido, sea, aun humanamente (porque el hombre ha nacido para el amor y la amistad), lo que más llena, lo único que plenamente llena nuestra alma. (Ismael Quiles, S.I. Prologo de la Secuda Secunæ, en el Tomo X La caridad. Suma Teológica. Nueva versión sobre el texto latino. Buenos Aires 1949).

(P. I-II æ, C. 65, a. 5/ Sent. Lib. III, dist. 27, qu. 2, a. I)

PARECERÌA que la caridad no fuese amistad, porque:
1º Nada hay que caracterice tanto la amistad, como vivir en compañía del amigo, según dice el Filósofo (Ethic. 1.8, c. I). Es así que la caridad une al hombre con Dios y los ángeles, que no tienen comercio con los hombres, como se dice (Dan. 2, II).
Luego la caridad no es la amistad.
2º La amistad no existe sin reciprocidad de afecto, como se dice (Ethic. 1. 8, c. 2). Es así que la caridad se refiere también a los enemigos, según San Pablo (Math. 5, 44): Amad a vuestros enemigos. Luego la caridad no es la amistad.
3º Según Aristóteles (Ethic. 1. 8, c. 3) hay tres clases de amistad, a saber, deleitable, útil y honesta. Pero la caridad no es amistad útil o deleitable; pues dice San Jerónimo (Epist. Ad Paulium): La verdadera amistad, aquella que la unción de Cristo consagra, no es producida por la utilidad de la cosa que se usa, ni por la sola presencia de los cuerpos, ni por una adulación engañosa; sino por el temor de Dios y el estudio de la Sagrada Escritura. Tampoco es la amistad honesta; puesto que por la caridad amamos también a los pecadores, al paso que la amistad honesta no tiene relación más que con los virtuosos, como se dice (Ethic. 1. 8, c. 4). Luego la caridad no es la amistad.
CONTRA ESTO, se dice (Ioann. 15,15): No os llamaré ya siervos… sinó amigos míos; pero esto no se lo decía sino por razón de la caridad; luego, la caridad es la amistad.
RESPONDO: Debe decirse que, según Aristóteles (Ethic. 1. 8, c. 2 y 3), no todo amor tiene razón de amistad, sino el que va acompañado de la benevolencia, a saber, cuando amamos a uno de tal manera que queremos el bien para él. Si pues no queremos el bien para las cosas amadas, sino que queremos para nosotros el bien de estas mismas cosas, como cuando decimos que amamos el vino, el caballo u otra cosa parecida; el amor no es de amistad, sino de concupiscencia, porque es ridículo decir que uno tiene amistad con el vino o el caballo. Pero tampoco la benevolencia es bastante para la razón de amistad, sino que se requiere una reciprocidad de amor, porque el amigo debe ser amado del amigo; y esta benevolencia recíproca se funda en alguna comunicación. Luego, habiendo alguna comunicación del hombre con Dios, según que nos comunica su felicidad; sobre esta comunicación conviene que se funde alguna amistad. De esta comunicación habla el Apóstol, cuando dice ( Cor. I, 9): Fiel es Dios, por el que habéis sido llamados a la compañía de su Hijo nuestro Señor Jesucristo. Pero el amor fundado sobre esta comunicación es la caridad. Luego es evidente que la caridad es una amistad del hombre con Dios.
A LA OBJECIÓN 1º diremos que hay en el hombre dos clases de vida: una exterior, por su naturaleza sensible y corporal, y según esta vida no tenemos comunicación o trato con Dios y los ángeles; y otra es la vida espiritual del hombre por su alma, y según esta vida tenemos comunicación con Dios y con los ángeles: imperfectamente en el esto presente, por lo cual se dice (Phil. 3, 20): Nuestra morada está en los cielos; pero esta comunicación se perfeccionará en la patria, cuando sus siervos servirán a Dios y verán su cara, como se dice (Apocal. Últ., 3). Por esta razón la caridad es aquí imperfecta, pero se perfeccionará en la patria.
A la 2ª, que la amistad se extiende a una persona de dos maneras: I ª, respecto de sí mismo, y en este concepto la amistad no existe jamás sino para el amigo mismo: 2ª, se extiende a alguno respecto de otra persona, como cuando uno tiene amistad hacia algún hombre, se ama por razón de él a todos los que a él pertenecen, ya hijos, ya siervos, y todos los que de cualquier modo le atañen. Y tanto puede ser el amor del amigo, que por éste se amen los que pertenecen al mismo, aunque nos ofendan o nos tengan odio. Y de este modo la amistad de la caridad se extiende hasta los enemigos, a quienes amamos por el amor en orden a Dios, al cual se refiere principalmente la amistad de la caridad.
A la 3 ª, que la amistad de lo honesto no se tiene sino con el virtuoso, como a la persona principal; pero por miramiento de ésta son amados los que a él pertenecen, aunque no sean virtuosos. De este modo la caridad, que es la amistad de lo honesto por excelencia, se extiende a los pecadores, a quienes amamos por la caridad a causa de Dios.

Sobre los Santos – Fray Mamerto Esquiú


En toda predicación vemos que siempre se da principio por un pasaje de la Sagrada Escritura; y en los primeros tiempos de la Iglesia, toda ella se reducía a un perpetuo comentario de alguna lección de nuestros Libros Santos. Esta costumbre, hermanos míos, tiene su origen en las armonías verdaderamente divinas que hay entre las palabras que ha inspirado el Señor a los sagrados escritores y las obras de gracia y santidad que el mismo Señor va produciendo en la Iglesia; aquellas palabras y estas obras están ligadas entre sí como aquella su otra palabra del principio del mundo: “Hágase la luz” y la obra de la luz. Los santos que florecen en la Iglesia no son otra cosa que la obra de las palabras de Dios que se contienen en la Escritura y que son como vivificadas por la gracia de Jesucristo; y estas sagradas palabras son explicadas y comentadas a su vez por los hechos y obras que vemos en los Santos. Entre la vida de Santa Rita y ese elogio del Libro del Eclesiástico “gratia super gratium mulier sancta et pudorata”, hay pues la inefable relación que tienen las palabras de Dios con sus obras santísimas, con aquellas por las que entre todas sus obras es llamado el Admirable; “Mirabilis Deus in sanctus suis”.
¿Cuál es pues el sentido de estas palabras “santidad y modestia” por las que una mujer viene a ser un tesoro de gracias, es decir, de hermosura y bienes celestiales, que atraen a otros a la virtud y les inspiran el amor de Dios? Santidad, hermanos míos, en su verdadera fuente y raíz no es otra cosa que la perfecta y constante sumisión de nuestra voluntad a la voluntad de Dios; la larga oración, los ayunos y penitencias, la misma frecuencia de sacramentos y los éxtasis o comunicaciones sobrenaturales con Dios son o frutos o medios de la santidad, pero la santidad misma consiste en que por la gracia de Jesucristo se niegue el hombre a su propia voluntad para no hacer ni querer sino la voluntad de Dios, es “conformes fieri imaginis Filii sui”, y como puede uno ser conforme a la vida de Jesucristo si no es reinando Dios en nuestra vida como en su propia casa y que le pertenece a Él exclusivamente; así pues en la oración dominical decimos al Señor, que se ha dignado llamarse nuestro Padre, “fiat voluntas tua” no le pedimos otra cosa que nuestra propia santificación y la de todos los hombres.

Fray Mamerto Esquiú, fragmento del Sermón de Santa Rita (1862-1865), entre 26 sermones sobre los santos.

martes, 27 de enero de 2009

Santa Ángela Merici – 27 de enero


Ángela Merici de Brescia nació en Italia y luego de atravesar una infancia dura se hizo franciscana. El espíritu Santo le había concedido el don del consejo, por lo cual llegó a ser consejera de altos jerarcas religiosos. Su nombre es uno de los más destacados de la historia de la Iglesia. Era humilde y analfabeta, pero cristiana devotísima a rajatabla, en su sentir, consideraba que la ignorancia era la mayor plaga de la Iglesia y por eso organizó instituciones para la educación religiosa de las niñas.
En honor a Ursula, antigua santa martirizada por defender sus creencias y su castidad, que guió a Las once mil vírgenes muertas, en 1535 fundó la Comunidad de las Hermanas Ursulinas , oficialmente orden de Santa Úrsula.
En un principio, sus miembros formaban un instituto abierto, pero comenzaron a vivir en comunidades aisladas en Milán en 1572 y en Aviñón a partir de 1596. Las monjas francesas que vivían en estricta clausura, fueron disueltas de forma temporal durante la Revolución francesa. Desde París y Burdeos, la orden se extendió por América del Norte en el siglo XVII, y desde otros centros europeos llegó a los lugares más remotos del mundo durante el siglo XIX.
También organizó una asociación conformada por sus amigas, dedicada a ensañar catecismo en los barrios. Fue canonizada en 1807.
Un día, en la calle, un hombre le pidió un consejo para lograr un comportamiento debido. Santa Ángela le dijo: “Compórtese cada día como deseará haberse comportado cuando le llegue la hora de morirse y de darle cuenta a Dios”. Sus últimas palabras fueron: “Dios mío, yo te amo”.

Señor: te pedimos que la Virgen Santa Ángela de Merici no deje de encomendarnos a tu misericordia para que, siguiendo sus ejemplos de caridad y prudencia, podamos conservar su doctrina y proclamarla en nuestra vida. Amén.

El Papa reivindica a Obispo lefevrista que defiende el Revisionismo Histórico


En un gesto que busca poner fin al mayor cisma del siglo XX en la Iglesia Católica, el Papa levantó oficialmente la excomunión decretada en 1988 a cuatro obispos consagrados sin consentimiento papal por el arzobispo francés ultraconservador Marcel Lefebvre.
Uno de los beneficiados es el Obispo Richard Williamnson, defensor del Revisionismo Histórico. En una entrevista para la televisión sueca, Williamson explicó que “las evidencias históricas están inmensamente en contra de que seis millones de judíos hayan sido asesinados en cámaras de gas como parte de una política de Adolfo Hitler”.
Agregó que: “Creo que no hubo cámaras de gas. Creo que dos o tres mil judíos murieron en el período nazi en campos de concentración, pero ninguno de ellos en cámaras de gas”. El obispo fundó sus declaraciones en las más importantes investigaciones realizadas por notables investigadores, que ponen en duda la versión oficial de que hubiera existido realmente un “holocausto judío” durante la Segunda Guerra Mundial. A esta línea se la persigue brutalmente en Europa, donde esta prohibido por ley debatir acerca del tema, aunque se tengan abundantes pruebas que la ratifiquen, y toda persona que intente hablar públicamente del revisionismo histórico es encarcelada por “delito de pensamiento”, una medida retrógrada y que atenta contra el derecho a la Libertad de Opinión.
Además de Williamson, la decisión de Benedicto XVI benefició al suizo Bernard Fellay, superior de la Fraternidad San Pío X, creada por Lefebvre; al español Alfonso de Gallareta y al francés Tissier de Mallerais.
En el decreto se explica que el Papa autorizó el pedido de readmisión en la comunidad católica presentado en diciembre de 2008 por Fellay. “Estamos firmemente determinados a seguir siendo católicos y a poner todas nuestras fuerzas al servicio de la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, que es la Iglesia Católica Romana”, escribió Fellay al Papa, según fragmentos de la carta divulgados ayer por el Vaticano. Sin embargo, tras conocerse la decisión papal, se difundió otra misiva en la que Fellay aclaró que el movimiento mantiene “reservas” sobre el Concilio Vaticano II. “Tenemos la convicción de permanecer fieles a la línea de conducta trazada por nuestro fundador, monseñor Lefebvre, del que esperamos una rápida rehabilitación”, escribió Fellay.
El portavoz de Benedicto XVI, Federico Lombardi, dijo que el Vaticano oficialmente no comparte el revisionismo histórico defendido por Williamson, aunque el retorno de los obispos lefevristas al seno vaticano es celebrado por las altas autoridades eclesiásticas como un “gran avance” para el fortalecimiento del catolicismo.
Las autoridades judías han reaccionado en forma intolerante ante la reivindicación del obispo revisionista, y decidieron pretender intervenir en la política del Vaticano exigiendo que el Papa “repudie inmediatamente a Williamson por negar el holocausto”. Así, el rabino David Rosen, responsable de los asuntos interreligiosos del Comité Judío Americano, dijo estar “aterrorizado” por el ascenso del obispo.
Según los judíos, las relaciones con Benedicto XVI “empeoran cada vez más”. Rosen recordó que “este es el mismo Papa que recuperó la antigua oración del Viernes Santo en el que se pide por la conversión de los judíos y el mismo Papa que reivindicó a Pío XII, un aliado de Adolfo Hitler y del Tercer Reich”. Otros dirigentes hebreos también recalcaron que hace pocos días, el Vaticano había condenado en durísimos términos a Israel por su agresión sobre Gaza, y había declarado que el régimen sionista está convirtiendo a Gaza “en un gigantesco campo de concentración”.
El movimiento tradicionalista que fundó Lefevre tiene unos 460 sacerdotes y cerca de 150.000 fieles en unos 50 países, muchos de ellos en América Latina. El Obispo Williamson es uno de sus más grandes referentes

Fuentes: AFP / Reuters / BBC / Agencia de Noticias Red Kalki
http://comunidad.libreopinion.com/modules/wordpress/2009/01/26/el-papa-reivindica-a-obispo-lefevrista-que-defiende-el-revisionismo-historico/

lunes, 26 de enero de 2009

¿Reforma Litúrgica o Ruptura Litúrgica?



Si alguno dijere, que el Cánon de la Misa contiene errores, y que por esta causa se debe abrogar (cambiado); sea excomulgado. (Conc. de Trento C.. VI)
Si alguno dijere, que se debe condenar el rito de la Iglesia Romana, según el que se profieren en voz baja una parte del Cánon, y las palabras de la consagración; o que la Misa debe celebrarse sólo en lengua vulgar, o que no se debe mezclar el agua con el vino en el cáliz que se ha de ofrecer, porque esto es contra la institución de Cristo; sea excomulgado. (Conc. de Trento Can IX)
La Santa Iglesia de Dios, a experimentado a raíz del Concilio, una mutación en el Santo Sacrificio de la Misa, la cual no es, ni en parte lo que fue la Misa y los ritos establecidos por la Iglesia de todos los siglos, por el Concilio de Trento este enredo liturgico fue establecido por el Papa Pablo VI. Cambiado drasticamente el sacrificio por la "celebración", conviritiendo a la Iglesia reunida en una "asamblea", al sacerdote sacrificador, por el "animador" de la asamblea, por lo que todos los bautizados somos sacerdotes.
Consideraciones acerca del "Novus Ordo Missae"
El "Novus Ordo Missae" comprende las normas generales y el texto del Ordinario de la Misa. Ambos textos proponen una nueva Misa que no considera suficientemente las definiciones del Concilio de Trento que se refieren a esta cuestión, y por esta razón constituye un peligro serio para la integridad de la Fe Católica. Examinamos aquí sólo algunos puntos que, pensamos, manifiestan lo que afirmamos.
1. Noción de la Misa. En el n°7, el "Novus Ordo Missae" da la siguiente definición de la Misa: "La cena dominical es la sinaxis sagrada o la asamblea del pueblo de Dios reuniéndose bajo la presidencia del sacerdote para celebrar el memorial del Señor. Es por lo que vale eminentemente para la asamblea local de la Santa Iglesia la promesa de Cristo: "Allí donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos (Mt. 18, 20)"
En esta definición: -a) se insite sobre la Misa tomada como comida. De hecho, esta manera de concebir la Misa se halla frecuentemente a lo largo de todas las normas generales (cf. v.g. n° 8, 48, 55 d, 56, etc.). Incluso parece que la intención del nuevo "Ordo Missae" es inculcar este aspecto de la Misa. Lo cual se hace en detrimento del otro aspecto, esencial éste: la Misa es un sacrificio. De hecho, -b) en esta definición de la Misa en el n°7, el carácter de sacrificio de la Misa no está significado , al igual que, c) no se destaca el carácter sacramental del sacerdote que lo distingue de los fieles. Además, -d) no se dice nada del valor intrínseco de la Misa independientemente de la presencia de la asamblea. Por lo que hace suponer que no hay Misa sin la "congregatio populi", que es la "congregatio" la que define la Misa. Finalmente, -e) el texto deja aparentar una confusión entre la Presencia real y la presencia espiritual, al aplicar a la Misa solamente el texto de San Mateo en el cual no se habla más que de la presencia espiritual.
El equívoco entre la Presencia real y la presencia espiritual, ya señalado en el n°7, es confirmado por el n°8, que divide la Misa en "mesa de la palabra" y "mesa del Cuerpo del Señor", y omitiendo igualmente el carácter de sacrificio, el cual es principal en la Misa, ya que el aspecto de cena es sólo una consecuencia, como puede deducirse del canon 3 de la sesión XXII del Concilio de Trento.
Si alguno dijere, que el sacrificio de la Misa es solo sacrificio de alabanza, y de acción de gracias, o mero recuerdo del sacrificio consumado en la cruz; mas que no es propiciatorio; o que sólo aprovecha al que le recibe; y que no se debe ofrecer por los vivos, ni por los difuntos, por los pecados, penas, satisfacciones, ni otras necesidades; sea excomulgado (Conc. de Trento C. III).
Observamos que los dos textos de Vaticano II, citados en las notas, no justifican el concepto de la Misa propuesto en el texto. Observamos también que algunas expresiones, más o menos incidentes, en las cuales se hallan expresiones como ésta: En el Altar "sacrificium crucis sub signis sacramentalibus presens efficitur" (n°259), no son suficientes para disipar el concepto equívoco, ya inculcado en el lugar donde la Misa es descripta (n°7) y en muchos otros pasajes de las normas generales.
2. Finalidad de la Misa. La Misa es el sacrificio de alabanza a la Santísima Trinidad. Esa finalidad no aparece explícitamente en el Nuevo "Ordo". Por el contrario, lo que en la Misa de San Pío V hacía resaltar esta finalidad del Sacrificio, ha sido suprimido en el Nuevo "Ordo". Así con las oraciones: "Suscipe, Sancta Trinitas..." del Ofertorio y la oración final "Placeat, tibi, Sancta Trinitas..."; al igual que el Prefacio de la Santísima Trinidad que ha dejado de ser el Prefacio del domingo, día del Señor.
Además de "Sacrificium laudis SS. Trinitatis", la Misa es un sacrificio propiciatorio. El Concilio de Trento insiste mucho sobre este carácter, contra los errores de los protestantes (cap. 1 y can. 3). Ese fin no aparece explícitamente en el Nuevo "Ordo". Aquí y allí, se recuerda una u otra expresión que podrían comprenderse como implicando ese concepto. Pero no aparece nunca sin la sombra de una duda. Peor aún, está ausente cuando las normas generales designan la finalidad de la Misa (n°54). De hecho, para respetar la Teología de la Misa establecida por el Concilio de Trento, no basta con afirmar que busca la "santificación". No está claramente establecido que este concepto de santificación implique necesariamente el de propiciación. Además, la intención propiciatoria, perfectamente indicada en la Misa de San Pío V, desaparece en la nueva Misa. De hecho, las oraciones del Ofertorio, "Suscipe Sancte Pater...", "Offerimus, Tibi..." y la de la bendición del agua: "Deus que humanae substantiae... reformasti..." han sido reemplazadas por otras que no dicen nada de la propiciación. Inculcan más bien el sentido de banquete espiritual "panis vitae", "potus spiritualis".
3. Esencia del Sacrificio. La esencia del Sacrificio de la Misa está en la reiteración de lo que Jesús hizo en la Última Cena; no en el simple relato, aun acompañado de gestos. Por lo tanto, como lo señalan los moralistas, no basta con relatar históricamente lo que Jesús hizo. Es necesario pronunciar las palabras de la consagración con la intención de hacer lo que Jesús hizo, porque el sacerdote, cuando celebra, representa a Cristo. Opera "in persona Christi". En el Nuevo "Ordo", semejante realidad, sin embargo esencial, no es tomada en cuenta. Por el contrario, en el pasaje que subraya la parte narrativa, nada se dice de la noción de sacrificio propiamente. Por ejemplo, cuando expone la Oración eucarística, habla de "narratio institutionis" (n°54 d), de manera tal que las expresiones "Ecclesia memoriam ipsius Christi agit", y otra al fin de la consagración "Hoc facite in meam commemorationem", tienen claramente el sentido indicado en las normas generales precedentes (n°54 d). Observamos que la frase final de la consagración, "Haec quotiescunque feceritis, in mei memoriam facietis", era mucho más expresiva para decir que, en la Misa, se repite la acción de Jesucristo. Señalemos que el agregado, a las palabras esenciales de la consagración, de las expresiones: "Accipite et manducates omnes", y "Accipite et bibite exeo omnes", introduce la parte narrativa en el acto mismo del sacrificio. Pero en la Misa de San Pío V, el texto y los gestos guian, naturalmente, al sacerdote hacia la acción sacrificial propiciatoria e imponen casi la intención del sacerdote que celebra. De esta manera la "lex supplicandi" se conformaba perfectamente a la "lex credendi". No se puede decir lo mismo del Nuevo "Ordo Missae". Sin embargo, dada la gravedad de la acción sin contar la inestabilidad de los tiempos modernos, dadas también las condiciones psicológicas de las nuevas generaciones, el "Ordo Missae" debería facilitar al celebrante la intención necesaria para realizar válida y dignamente el acto del Santo Sacrificio.
4. Presencia real. El Sacrificio de la Misa está ligado a la Presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Ésta es consecuencia de aquél. En la transubstanciación se opera el cambio de la substancia del pan y del vino en el Cuerpo y en la Sangre del Salvador, y así se realiza el sacrificio. En consecuencia, se halla en el Altar la presencia de la Víctima perpetua. El Santísimo Sacramento no es otra cosa que la Hostia del Sacrificio, que permanece, el acto sacrificial habiendo sido realizado. El Nuevo "Ordo", con la definición de la Misa (n°7), deja planear una ambigüedad acerca de la Presencia real, más o menos confundida con la presencia espiritual que existe cuando rezan dos o tres personas reunidas en nombre de Jesús. Además, la supresión de casi todas las genuflexiones - manera tradicional de adorar para los latinos - , el hecho de sentarse para la acción de gracias, la posibilidad de celebrar sin la piedra de altar, sobre una simple mesa, la comparación del banquete eucarístico con un banquete espiritual, todo constribuye a un oscurecimiento de la fe en la Presencia real. La última consideración sobre la equivalencia entre el pan eucarístico y el pan espiritual, deja sumida en el equívoco la idea de que la Presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento está ligada al uso que se hace de Él, como sucede con la Palabra de Dios. Y a partir de allí, no es difícil caer en el error de los luteranos, sobre todo en una sociedad poco preparada para la reflexión de orden trascendental. La misma conclusión se ve favorecida por la función del altar: el solamente una mesa, en la cual normalmente no hay lugar para el Tabernáculo dentro del que, habitualmente, la Víctima del Sacrificio es conservada. Del mismo modo, la práctica que incita a los fieles a comulgar con la misma hostia del celebrante, en sí misma crea la idea de que, habiendo concluido el sacrificio, no hay motivo para guardar la Santa Reserva. Así, toda la disposición del Nuevo "Ordo Missae" no lleva de ninguna manera al fervor de la fe en la Presencia real, sino que por el contrario la disminuye.
5. Sacerdocio jerárquico. El Concilio de Trento define que Jesús ha instituido sacerdotes a los Apóstoles para que ellos y sus sucesores ofreciesen su Cuerpo y su Sangre (can. 2, ses. 22). De modo que la realización del Sacrificio de la Misa exige la consagración sacerdotal. Por otra parte, el mismo Concilio condena la tesis protestante que hace de todos los cristianos los sacerdotes del Nuevo Testamento. Por lo que, según la fe, sólo el sacerdocio jerárquicamente establecido es capaz de realizar al Sacrificio de la Nueva Ley. Esta verdad está diliuida en el Nuevo "Ordo Missae". En este "Ordo", en efecto, la Misa es más la obra del pueblo que del sacerdote. La Misa pertenece también al sacerdote solamente en tanto forma parte del pueblo. Ya no aparece como el mediador "ex hominibus assumtus in iis quae sunt ad Deum", inferior a Jesucristo y superior a los fieles, como decía san Roberto Bellarmino. Ya no es el juez que absuelve. Es simplemente el hermano que preside.
Podríamos hacer otras observaciones que confirmarían lo que decimos más arriba. Sin embargo, juzgamos que los puntos señalados son suficientes para mostrar que el Nuevo "Ordo Missae" no es conforme a la Teología de la Misa, establecida de manera definitiva por el Concilio de Trento, y que de hecho, constituye un grave peligro para la pureza de la Fe.

Carta del Superior General de la Fraternidad San Pío X a los fieles




Queridos fieles:Como anuncio en el comunicado adjunto, “la excomunión de los obispos consagrados por S.E. Mons. Marcel Lefebvre el 30 de junio de 1988, que había sido declarada por la Sagrada Congregación para los Obispos por un decreto del 1º de julio de 1988 y que nosotros siempre rechazamos, ha sido retirada por otro decreto de la misma Congregación fechado el 21 de enero de 2009 por mandato del Papa Benedicto XVI”.
Esa era la intención de oración que les había confiado en Lourdes, con motivo de la fiesta de Cristo Rey de 2008. Ustedes han superado nuestras expectativas ya que un millón setecientos tres mil rosarios han sido rezados para conseguir de la intercesión de Ntra. Señora el fin de este oprobio, que a través de las personas de los obispos de la Fraternidad, pesaba sobre todos cuantos de lejos o de cerca adherían a la Tradición. Sepamos agradecer a la Santísima Virgen, que ha inspirado al Santo Padre este acto unilateral, benevolente y valeroso.
Asegurémosle con nuestras fervientes oraciones. Gracias a este gesto, los católicos del mundo entero apegados a la Tradición ya no serán más injustamente estigmatizados y condenados por haber mantenido la fe de sus padres.
La Tradición católica ya no está más excomulgada. Aún cuando ella nunca lo haya estado en sí, con frecuencia y cruelmente lo ha estado en los hechos; como la misa tridentina, que nunca había sido abrogada en sí, como felizmente lo ha recordado el Santo Padre a través del Motu Proprio Summorum Pontificum del 7 de junio de 2007.El decreto del 21 de enero cita la carta del 15 de diciembre pasado al Card. Castrillón Hoyos, en la que expresaba nuestro apego “a la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, que es la Iglesia Católica”, reafirmando nuestra aceptación de su enseñanza bimilenaria y nuestra fe en el Primado de Pedro.
Yo recordaba cuanto sufrimos por la situación actual de la Iglesia, en que esta enseñanza y este Primado son ridiculizados, y agregaba: “Estamos prestos a escribir con nuestra sangre el Credo, a firmar el juramento antimodernista y la profesión de fe de Pío IV: aceptamos y hacemos nuestros todos los concilios hasta el Vaticano II, respecto al cual tenemos reservas”.
En todo ello tenemos la convicción de permanecer fieles a la línea de conducta trazada por nuestro fundador, Mons. Marcel Lefebvre, cuya pronta rehabilitación esperamos.Así, pues, deseamos realizar estas “conversaciones” –que el decreto reconoce como “necesarias”- sobre las cuestiones doctrinales que se oponen al magisterio de siempre, no podemos hacer más que comprobar la crisis sin precedentes que hoy sacude a la Iglesia: crisis de las vocaciones, crisis en la práctica religiosa, del catecismo y de la frecuentación de los sacramentos… Paulo VI, antes que lo hiciéramos nosotros, hablaba incluso de una infiltración del “humo de Satanás” y de la “autodemolición” de la Iglesia. Juan Pablo II no dudó en decir que el catolicismo en Europa se encontraba como en estado de “apostasía silenciosa”.
Poco tiempo antes de su elección al Supremo Pontificado, el mismo Benedicto XVI comparaba a la Iglesia a un “barco que hace agua por todas partes”. Por eso, en estas conversaciones con las autoridades romanas, queremos examinar las causas profundas de la situación actual y proveyendo el remedio adecuado, llegar a una restauración sólida de la Iglesia.
Queridos fieles, la Iglesia está en manos de su Madre, la Santísima Virgen María. Nosotros confiamos en ella. Le habíamos pedido la libertad de la Misa de siempre, en todas partes y para todos. Le habíamos pedido que se retirara el decreto de las excomuniones. Le pedimos en nuestras oraciones, a Ella, que el la Sede de la Sabiduría, estos necesarios esclarecimientos doctrinales, de los que las almas perturbadas tienen tanta necesidad.
Menzingen, 24 de enero de 2009
+ Bernard Fellay

domingo, 25 de enero de 2009

La Conversión de San Pablo



HOY 25 de enero celebramos la fiesta de la Conversión de san Pablo apóstol. Este año al caer en domingo no podría celebrarse. Sin embargo, con motivo del Año de San Pablo que estamos conmemorando con la ocasión de los 2000 años de su nacimiento (del 29 de junio de 08 a la misma fecha del 2009), la Congregación para el Culto Divino y las disciplina de los Sacramentos ha decretado que este día se concede la posibilidad de celebrar en cada iglesia una misa de la conversión de san Pablo en lugar del domingo 3 del Tiempo Ordinario, que sería la que correspondería. Por esta razón las oraciones y las lecturas serán las propias del santoral, salvo la segunda lectura que se mantiene del domingo 3 del tiempo ordinario, ciclo B. Esta celebración es una oportunidad extraordinaria para depositar nuestra atención en la figura de san Pablo y de su maduración en la fe que cristalizó en la conversión. No es en absoluto un alejamiento de la figura de Jesucristo que debe centrar toda celebración en todo tiempo y lugar. Por el contrario, podemos aprovechar el proceso de fe de san Pablo para acercarnos aún más a Jesucristo en perfecta armonía eclesial.
El retrato que dibujan las lecturas de hoy sobre san Pablo nos lo muestran compartiendo su vocación. Qué cercanos y familiares nos resultan las escenas del domingo anterior donde éramos privilegiados testigos de la llamada de Dios a Samuel o la transformación de Simón ante Jesús. Es el último discurso en Jerusalén, después será conducido como preso a Roma, donde morirá de forma violenta entregando su vida por Cristo.
En todo momento y lugar san Pablo hará suyo el mandado y deseo del Señor que hoy proclama el Evangelio: «Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación». Impulsado por el Espíritu, predicó la Buena Nueva del Evangelio en todo el ámbito greco-romano. Superó todos los obstáculos confiando en la Palabra del Resucitado. Realizó con ilusión y entusiasmo los encargos del Señor. Vivió con gozó e invitó a la alegría a todas las comunidades cristianas a las que contagió de su fervor evangelizador.
Es por todo ello y mucho más que no podemos esbozar en estas líneas, por lo que el apóstol de las gentes, se convierte en un modelo excepcional. Nos invita a las comunidades cristianas de hoy a seguir enamoradas de Jesucristo, a revivir el don de la fe y dar gracias continuamente a Dios por el inmenso bien que es aquel de quien se fió san Pablo.
La Sagrada Biblia, en el capítulo 9 de los Hechos de los Apóstoles, narra así La Conversión de San Pablo:"Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de recomendación para las sinagogas de los judíos de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores de Cristo, los pudiera llevar presos y encadenados a Jerusalén.Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?". El respondió: ¿Quién eres tú Señor? Y oyó que le decían: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. Pero ahora levántate; entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tendrás que hacer".
Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin comer y sin beber.
Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: ¡Ananías! El respondió: "Aquí estoy Señor" y el Señor le dijo: "Levántate. Vete a la calle Recta y pregunta en la casa de Judas por uno de Tarso que se llama Saulo; mira: él está en oración y está viendo que un hombre llamado Ananías entra y le coloca las manos sobre la cabeza y le devuelve la vista.
Respondió Ananías y dijo: "Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y de los males que ha causado a tus seguidores en Jerusalén, y que ha venido aquí con poderes de los Sumos Sacerdotes para llevar presos a todos los que creen en tu nombre".
El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre".
Fue Ananías. Entró en la casa. Le colocó sus manos sobre la cabeza y le dijo: "Hermano Saulo: me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías. Y me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo". Al instante se le cayeron de los ojos unas como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Tomó alimento y recobró las fuerzas.
Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y enseguida se puso a predicar en favor de Jesús, en las sinagogas o casas de oración, y decía que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo escuchaban quedaban admirados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén perseguía tan violentamente a los que invocaban el nombre de Jesús? Y ¿No lo habían enviado los Sumos Sacerdotes con cartas de recomendación para que se llevara presos y encadenados a los que siguen esa religión? "Pero Saulo seguía predicando y demostraba a muchos que Jesús es el Mesías, el salvador del mundo".
Saulo se cambió el nombre por el de Pablo. Y en la carta a los Gálatas dice: "Cuando Aquél que me llamó por su gracia me envió a que lo anunciara entre los que no conocían la verdadera religión, me fui a Arabia, luego volví a Damasco y después de tres años subí a Jerusalén para conocer a Pedro y a Santiago". Las Iglesias de Judea no me conocían pero decían: "El que antes nos perseguía, ahora anuncia la buena noticia de la fe, que antes quería destruir". Y glorificaban a Dios a causa de mí.
Apóstol San Pablo: que tu conversión sea como un ideal para todos y cada uno de nosotros. Que también en el camino de nuestra vida nos llame Cristo y nosotros le hagamos caso y dejemos nuestra antigua vida de pecado y empecemos una vida dedicada a la santidad, a las buenas obras y al apostolado.
Si lo que busco es agradar a la gente, no seré siervo de Cristo.

Carta Encíclica "Dios es Amor" del Papa Benedicto XVI

Deus Caritas Est


1. « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16). Estas palabras de la Primera carta de Juan expresan con claridad meridiana el corazón de la fe cristiana: la imagen cristiana de Dios y también la consiguiente imagen del hombre y de su camino. Además, en este mismo versículo, Juan nos ofrece, por así decir, una formulación sintética de la existencia cristiana: « Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él ».Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. En su Evangelio, Juan había expresado este acontecimiento con las siguientes palabras: « Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en él tengan vida eterna » (cf. 3, 16). La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud. En efecto, el israelita creyente reza cada día con las palabras del Libro del Deuteronomio que, como bien sabe, compendian el núcleo de su existencia: « Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas » (6, 4-5). Jesús, haciendo de ambos un único precepto, ha unido este mandamiento del amor a Dios con el del amor al prójimo, contenido en el Libro del Levítico: « Amarás a tu prójimo como a ti mismo » (19, 18; cf. Mc 12, 29- 31). Y, puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4, 10), ahora el amor ya no es sólo un « mandamiento », sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro.En un mundo en el cual a veces se relaciona el nombre de Dios con la venganza o incluso con la obligación del odio y la violencia, éste es un mensaje de gran actualidad y con un significado muy concreto. Por eso, en mi primera Encíclica deseo hablar del amor, del cual Dios nos colma, y que nosotros debemos comunicar a los demás. Quedan así delineadas las dos grandes partes de esta Carta, íntimamente relacionadas entre sí. La primera tendrá un carácter más especulativo, puesto que en ella quisiera precisar —al comienzo de mi pontificado— algunos puntos esenciales sobre el amor que Dios, de manera misteriosa y gratuita, ofrece al hombre y, a la vez, la relación intrínseca de dicho amor con la realidad del amor humano. La segunda parte tendrá una índole más concreta, pues tratará de cómo cumplir de manera eclesial el mandamiento del amor al prójimo. El argumento es sumamente amplio; sin embargo, el propósito de la Encíclica no es ofrecer un tratado exhaustivo. Mi deseo es insistir sobre algunos elementos fundamentales, para suscitar en el mundo un renovado dinamismo de compromiso en la respuesta humana al amor divino.Por favor, continúa leyéndola en Zenit.Org.

sábado, 24 de enero de 2009

“María, reina de la paz” - San Josemaría Escrivá de Balager (24 de enero)



“María, reina de la paz”


María, Regina pacis, reina de la paz, porque tuviste fe y creíste que se cumpliría el anuncio del Angel, ayúdanos a crecer en la fe, a ser firmes en la esperanza, a profundizar en el Amor. Porque eso es lo que quiere hoy de nosotros tu Hijo, al mostrarnos su Sacratísimo Corazón (Es Cristo que pasa, 170).24 de enero de 2000
Característica evidente de un hombre de Dios, de una mujer de Dios, es la paz en su alma: tiene "la paz" y da "la paz" a las personas que trata (Forja, 649).No cabe escudarse en razones aparentemente piadosas, para expoliar a los otros de aquello que les pertenece: si alguno dice: sí, yo amo a Dios, al paso que aborrece a su hermano, es un mentiroso. Pero también se engaña el que regatea al Señor el amor y la reverencia -la adoración- que le son debidos como Creador y Padre Nuestro; y el que se niega a obedecer a sus mandamientos, con la falsa excusa de que alguno resulta incompatible con el servicio a los hombres, pues claramente advierte San Juan que en esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, si amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. Porque el amor de Dios consiste en que observemos sus mandatos; y sus mandatos no son pesados. (Amigos de Dios, n. 166)



SALVE REGINA

San Vicente Pallotti no tiene la culpa que ensucien su nombre


Oración a San Vicente Pallotti

San Vicente Pallotti,
tu vida ha estado marcada por Dios,
el Amor Infinito.
Te has puesto enteramente a su servicio.
Has estado a disposición
de quienes buscaban consuelo y consejo,
de los enfermos y de los sanos,
de los jóvenes y de los adultos,
de los pobres y de los ricos,
de los hombres de cada grado,
estado y condición.
Todos eran importantes para ti,
a todos querías entusiasmarlos
por el reino de Dios,
a todos les querías recordar
su tarea de apóstol,
de todos reclamabas
su disposición al apostolado.
A ti, San Vicente Pallotti,
te llamo,
te pido tu intercesión.
Ayudame a que pida
lo que realmente necesito,
lo que en verdad preciso,
lo que sirve para mi salvación
y para la gloria de Dios.
Tu has recibido de Dios
tantas gracias y dones...
Siempre le agradecías por ellos
antes de recibirlos,
como si tu oración
ya hubiera sido escuchada.
San Vicente Pallotti,
se mi ayuda en la oración,
y llévala ante mi Padre-Dios,
a quien la dirijo por medio del Señor Jesús:
En especial pido hoy por (intención de la oración)
Señor Jesucristo,
no me dejes sin tu ayuda.
Bendíceme,
y bendice a todos
por quienes hoy particularmente te pido.
A ti la accion de gracias y el honor,
hoy y siempre, por toda la eternidad.
Amén

La Verdad sobre los curas palotinos - Montoneros


De víctimas inocentes a la cruda realidad, sacerdotes miembros de Montoneros; las confesiones de otro ex-terrorista (DE UN «CLANDESTINO" A OTRO) por Ernesto Jauretche (1), confeso ex Oficial Primero Montonero
Publicado en la revista "3 puntos", nº 133 del 20 de enero de 2000 - Sección lectores, en respuesta a la a la nota de Bonasso (2) del número anterior de esa revista


"La sorpresa de leer un testimonio que me involucra remueve mis recuerdos. La vibrante anécdota de ese día de mano del 76 que relata Bonasso en el número 132 de "3 puntos" tiene, sin embargo, otras aristas no comentadas en la brevedad del texto publicado.
Es cierto que estuvieron esperando mi llamado de control. Pero no lo es menos que mi tarea de ese día consistía en atravesar todo Buenos Aires trasladando en un "rapiflex" el mimeógrafo y un abultado paquete de originales del "Evita Montonera" hasta una parroquia palotina de la calle Estomba. Tiempo después el grupo de sacerdotes que me recibieron, conocidos hoy como víctimas de la intolerancia religiosa, sumaron sus nombres a la vasta nómina de mártires montoneros.
Con más ánimo de agregar detalles que de acometer un tardío alegato para justificar mi falta, debo aclarar que al regreso no pude ver la macetita en el alféizar de la ventana del sexto piso que indicaba "aquí estamos; todo en orden" porque, lógicamente, la habían retirado mientras transcurría la "emergencia" que Miguel relató y que yo observaba alelado desde una mesa del café de la vereda de enfrente.
Pero quiero recordar el hecho ocurrido más tarde, que en los sucesivos relatos fue adquiriendo dimensión mitológica. Al abandonar esa oficina, Miguel, con su digno disfraz de abogado Cuello - en la "orga"(3) lo llamábamos "Cogote" -, salió de la calle Corrientes con su "ataché" repleto de documentos de la CN(4) y otros materiales estratégicos que debíamos proteger a cualquier precio. En la esquina de Montevideo montaba guardia una treintena de "verdes" armados hasta los dientes cuando Miguel se llevó por delante con sus zapatos calibre 44 una de las patas del vallado de acero. Cayó con ella en medio de un indescriptible estrépito, al que le sucedió un eterno instante de silencio amenazador.
Hasta el peatón más despistado quedó paralizado como una foto.
Yo, que venía a su lado con un primoroso paquete de papeles que simulaba ser una bandeja de masas, observaba con horror el maletín de cuya cerrajería estaba pendiente nuestra vida. Entreverado entre los hierros y las botas, apremiado por la proximidad de la negra boca de los fusiles de la tropa impaciente, Miguel puso trabajosamente en pie su desgarbada humanidad, miró al morocho más cercano y emitió un gruñido campechano que acompañó con sonrisa metálica. Sacó del fondo de su terror el último resto de valor y recogió el ataché.
En merecido desquite, al dar vuelta la esquina nos retorcimos de risa hasta saltarnos las lágrimas.
Ernesto Jauretche

_________________________________ NOTAS
* Los Palotinos eran cinco sacerdotes que fueron muertos a tiros en la Parroquia San Patricio del barrio de Belgrano en la ciudad de Buenos Aires a mediados de 1976. Siempre fueron presentados como víctimas por su condición de religiosos, aquí Jauretche descubre una realidad en general ignorada, eran religiosos y además miembros activos de Montoneros, no los únicos, aunque el total de curas terroristas fueran relativamente un puñado dentro del total. Se observará que la condición de periodistas de estos terroristas no disminuía su importancia en la organización, portaban documentos de la Conducción Nacional.
1. Ernesto Jauretche es escritor, periodista y militante peronista desde 1955. Militó activamente en Montoneros era un Oficial Primero de esa organización terrorista. Sobrevivió en la clandestinidad durante el último gobierno militar. Recientemente escribió el libro "HÉROES", una clara apología del delito.
2. Miguel Bonasso, confeso ex terrorista Montonero, hoy periodista empleado por Página 12. Publicado en la revista "3 puntos" - Nro. 132 - 13 de enero del 2000.
3. Orga en la jerga de los Montoneros era la abreviatura de esa "organización".
4. CN en la jerga de los Montoneros era la abreviatura de su "Conducción Nacional".

viernes, 23 de enero de 2009

Madre María de Luján Sierra


Nombre: Serapia
Apellido: Sierra
Nombre Religioso: María de Luján
Nacimiento: 24 de Noviembre de 1850
Salto Argentino: Salto Argentino
Profesión: Religiosa. Docente
Obra: fundadora de la Congregación Hijas de Nuestra Señora de Luján
Devociones: Eucaristía, Sagrado Corazón, Virgen de Luján, San José.
Rasgos Espirituales: CARIDAD - SENCILLEZ -
HUMILDAD - AMOR AL TRABAJO - OBEDIENCIA -
FE EN LA DIVINA PROVIDENCIA –

Su Infancia


El veinticuatro de noviembre del año del Señor de mil ochocientos cincuenta, nació en Salto Argentino (provincia de Buenos Aires) una niña, hija legítima de don Francisco Sierra y de doña Raimunda Báez, que fue bautizada solemnemente por el entonces Padre don Carlos Torres, con el nombre de Serapia.
Toda la infancia de Serapia transcurrió en el Hogar "San Francisco". Allí, junto a sus hermanos y padres, quienes le brindarían una incondicional compañía a lo largo de toda su vida, comenzaría a acercarse al camino del Señor.
Comienza así su vida religiosa junto a sus dos fieles compañeras: la Fe y la Providencia.Desde pequeña su familia la guía hacia la fe cristiana y la conduce por el sendero del bien, con sus ejemplos. Serapia atraviesa una infancia feliz y comienza a desarrollar sus dones de caridad, así como también un profundo amor hacia el prójimo y hacia Dios.
Ya desde pequeña, Serapia comienza a sentir un profundo llamado a su vocación de ayudar al prójimo, la cual se hace cada vez más fuerte dentro de su corazón. Este llamado de Dios le da las armas necesarias para poder continuar con su misión de caridad y de amor hacia los demás, iluminándola y a la vez guiándola por la senda de una fe que aumentaría día a día.
De esta manera empieza a intervenir en la obra de su parroquia, prestando su colaboración en donde se intentaba no solo satisfacer las necesidades materiales, que eran muchas, sino también las espirituales.
Durante su juventud siente un profundo sentimiento de ser útil a su prójimo y de cumplir así sus anhelos , es así como en sus tiempos de iluminación divina, comienza a escribir su DIARIO PARTICULAR.-

LA RELIGIOSA

Después de veintiséis años de lucha Sor María de Luján Sierra cumplía sus anhelos. Aquello que tantos esfuerzos y lágrimas le había costado; aquello para lo cual creía haber nacido: su sueño, el ideal de su vida hoy era una palpable realidad. Su gozo pues no podía ser más intenso por eso la acompañó hasta la muerte. “Que hermoso es vivir consagrada al servicio de Dios”, exclamaba conversando con sus hijas. Y añadía “Mas prefiero estar un día en la casa del Señor, que cien años en los tabernáculos de los pecadores”.
Sor María de Luján Sierra era conciente de sus obligaciones aún antes de consagrarse a Dios. Su pobreza estaba íntimamente relacionada con su amor al trabajo y su confianza sin límites en la Divina Providencia.
Su meta por sobre todas las cosas era “extender el Reinado de Jesucristo”, como lo expresa en sus primeros apuntes.
La humildad, la obediencia y la caridad eran las virtudes que más sobresalían en el jardín espiritual de la Madre. La humildad por base, la obediencia por timonera, la caridad por meta. Con este programa fácilmente se explican los progresos en el camino de la perfección cristiana. El título de fundadora jamás le sirvió de excusa, pretexto ni obstáculo para el ejercicio de virtud tan excelsa.
Sintió profunda reverencia hacia los sacerdotes, en momentos de incertidumbre o de prueba acudía a los ministros del Señor para pedirles dirección y consejo. Fue con ellos respetuosa y sumisa, considerándolos siempre como dispensadores de las gracias y dones celestiales.Siendo la Madre obediente como la que más podía recomendar esta virtud a sus hijas. Quería que guardaran la obediencia “tanto en lo pequeño como en lo grande, en lo penoso y arduo como en lo ligero y fácil, haciendo todo sin murmurar, de buena voluntad, "por el amor de Aquel que por nosotros se hizo obediente hasta la muerte y muerte de Cruz”.La oración y la lectura espiritual eran otros ejercicios piadosos y medios de perfección que Sor María de Luján Sierra nunca descuidó. Entre sus libros preferidos se hallaban la “Imitación de Cristo” y “Las Glorias de María”.
La vida de la Madre Sierra estuvo siempre impregnada de un tiernísimo amor a la Reina del Cielo. Aconsejaba a sus Hijas diciéndoles “Si ud. Quiere preservar en la vocación religiosa, rece diariamente tres avemarías a la Santísima Virgen”. La Madre veneraba a la Santísima Virgen especialmente bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján.Humildad, mortificación y piedad: he aquí las tres columnas sobre las cuales levantó la Madre Sierra el magnífico edificio de su perfección evangélica.

Su Vocación

Con el Santo Bautismo inicia Serapia su vida cristiana. El ejemplo que le daban sus padres fue asimilado por la niña.
Su exquisita caridad para con el prójimo necesitado, su sencillez, su piedad y el amor a las cosas de Dios fueron desde el principio características suyas. Por eso, el Padre Roque Carranza, quien sería su confesor, certificaría el 29 de diciembre de 1890 “…que la Señorita Serapia Sierra, observa una vida ejemplar y piadosa, frecuentando los Santos Sacramentos y ejercitándose en la práctica de las virtudes cristianas".
A los 17 años siente el llamado al estado religioso, era el año 1867. Pero dos motivos la obligaron a diferir esta vocación: su estado de salud y la oposición de algunos de sus familiares.
Diez años mas tarde, en 1877, con 27 años de edad, se consagra a Dios en la Congregación de las Vicentinas. Pero las adversidades no cesaron y su enfermedad empeoró, esto hizo que se retirara luego de cuatro meses.
El tiempo transcurría para el corazón de Serapia y los obstáculos no disminuían, aumentaban cada día. Sintiéndose muy débil anímicamente, pidió “al Todopoderoso que sustituyera esa idea por otra de posible realización”.Mas era voluntad de Dios que continuara sufriendo, que fuera virgen y mártir, que se sacrificase en el crisol de las contrariedades para ser Madre y modelo de otras almas…. Bastaba la gracia de Cristo para sostenerla!
Luego de pasar por varias Congregaciones y siempre con la idea de fundar un Instituto Religioso, en 1890, la Madre Superiora y fundadora de las Hermanas Josefinas Pobres Bonaerenses, le concede el ingreso a su Congregación. Comienza el postulado el 3 de febrero de 1890, se acabarían así sus vacilaciones y sufrimientos, gracias a los consejos santos de la Madre Camila Rolón, fundadora de dicho Instituto. Así, le abrió un nuevo panorama que no estaría libre de sinsabores e incertidumbres, pero que al fin le daría la satisfacción más cumplida, la culminación de su gran ideal: Fundar el Instituto de las“Hijas de Nuestra Señora de Luján”.-
El 24 de noviembre de 1894 marcaría rumbos definitivos a la Congregación de las “Hijas de Ntra. Sra. de Luján”. Pues en ese día las cuatro primeras Religiosas de la naciente Congregación emitirían los votos religiosos.-Su vida en el mundo la podemos resumir en estos términos: DIOS, PATRIA y HOGAR.